Ama a Cristo como a tu mejor
amigo
La Cuaresma es
un tiempo especial para prepararnos a celebrar la Pascua, el misterio central
de nuestra fe: la muerte y resurrección de Jesucristo. En este tiempo, estamos
llamados a renovar nuestro compromiso de seguir a Cristo y de vivir como sus
discípulos. ¿Qué significa esto para nosotros, los adolescentes, que estamos en
una etapa de cambios, de búsqueda, de sueños y de desafíos?
Significa que
estamos invitados a vivir la Cuaresma de un modo activo, no como una simple
observancia de normas o ritos externos, sino como una oportunidad de crecer en
el amor a Dios y a los demás. Un amor que se expresa en obras concretas, que
nos ayudan a ser mejores personas y a transformar el mundo según el plan de
Dios.
En esta
Cuaresma, busca amar apasionadamente a Cristo como a tu mejor amigo, con
fidelidad y generosidad. Este amor se alimenta de la Eucaristía y del
Evangelio, y se cultiva en la vida de gracia y en la oración. La Eucaristía es
el alimento que nos fortalece y nos une a Cristo y a su Iglesia. El Evangelio
es la luz que nos guía y nos muestra el camino a seguir. La vida de gracia es
la condición para que el Espíritu Santo actúe en nosotros y nos haga partícipes
de la vida divina. La oración es el diálogo con Dios, que nos permite
conocerlo, alabarlo, pedirle y escucharlo.
Ama a María como a tu Madre y a
la Iglesia como a tu familia
Busca amar a la
Santísima Virgen María como a tu Madre (cf.
Jn 19,27), con detalles filiales y con ternura, confiándote a su cuidado e
intercesión y buscando imitarla en sus virtudes. María es el modelo perfecto de
discípula de Cristo, que supo decir “sí” a la voluntad de Dios en todo momento,
que acompañó a su Hijo en su camino de amor hasta la cruz, y que recibió la
alegría de su resurrección. María es también nuestra Madre, que nos quiere, nos
protege y nos conduce a su Hijo.
Busca amar a la
Iglesia sintiéndote parte viva de ella y colaborando en su misión
evangelizadora; y al Papa, Vicario de Cristo, conociendo y difundiendo sus
enseñanzas y secundando sus iniciativas. La Iglesia es la familia de Dios, que
nos acoge, nos forma y nos envía a ser testigos de Cristo en el mundo. El Papa
es el sucesor de Pedro, el pastor universal de la Iglesia, que nos confirma en
la fe y nos anima a vivir el Evangelio.
Ama a tu prójimo como a ti mismo
Busca amar a tu
prójimo (cf. Lc 10,27- 37) viviendo
la caridad y colaborando ardientemente con Cristo para que todos encuentren en
Él la plenitud de sus vidas y se salven (cf.
1Tm 2,3-4). Tu prójimo es toda persona que se cruza en tu camino,
especialmente los más necesitados, los que sufren, los que están solos, los que
son diferentes a ti. Vivir la caridad significa tratar a todos con respeto,
comprensión, perdón y generosidad, sin discriminar ni excluir a nadie.
Colaborar con Cristo significa participar en su obra de salvación, anunciando
su mensaje de amor y esperanza, y comprometiéndote con la justicia, la paz y el
cuidado de la creación.
Estas son
algunas sugerencias para vivir la Cuaresma de un modo activo, pero hay muchas
más. Lo importante es que descubras lo que Dios te pide a ti, personalmente, y
que respondas con generosidad y alegría. No tengas miedo de seguir a Cristo, Él
te ama, te conoce y te espera. Él te ofrece la verdadera felicidad, la que no
pasa, la que llena el corazón. Él te invita a ser su amigo y su testigo.
¿Aceptas su invitación? Cn
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