viernes, 23 de febrero de 2024

Jóvenes, redes y corazón: una comunicación plenamente humana…

La diversidad cultural es una riqueza que enriquece a la humanidad y que se manifiesta de múltiples formas. Una de ellas es la forma en que los jóvenes de hoy utilizan las redes sociales para expresarse, compartir, aprender y crear. Las redes sociales son un espacio de comunicación que ofrece oportunidades y desafíos para la juventud actual, que busca generar sus propios ingresos y contribuir al bien común.

¿Cómo los jóvenes pueden aprovechar las redes sociales para comunicarse de manera plenamente humana? Siguiendo la reflexión del Papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2024:

Las redes sociales como herramienta de empoderamiento

Las redes sociales son una herramienta que permite a los jóvenes acceder a información, conocimiento, cultura y entretenimiento. También les permite crear contenido, expresar su identidad, sus opiniones, sus gustos y sus talentos. Los jóvenes están aprovechando también las redes sociales para generar sus propios ingresos, ya sea ofreciendo servicios, vendiendo sus productos, promocionando sus marcas o simplemente monetizando sus contenidos. Las redes sociales pueden ser una fuente de empoderamiento para los jóvenes, que pueden desarrollar sus capacidades, su creatividad y su autonomía.

Las redes sociales como espacio de encuentro

Las redes sociales son también un espacio de encuentro, donde los jóvenes pueden interactuar con personas de diferentes culturas, países, creencias y modos de pensar. Las redes sociales pueden favorecer el diálogo, la amistad, la solidaridad y la colaboración entre ellos. Los jóvenes pueden aprovechar las redes sociales para conocer otras realidades, aprender de otras experiencias, enriquecerse de otras perspectivas y participar en causas sociales. Las redes sociales pueden ser una fuente de una sana diversidad para los jóvenes, que pueden ampliar su visión del mundo, su sensibilidad y su compromiso.

Las redes sociales como desafío de humanización

Sin embargo, las redes sociales también presentan desafíos para la comunicación humana, que los jóvenes deben afrontar con discernimiento y responsabilidad. Las redes sociales pueden generar adicción, aislamiento, superficialidad, manipulación, violencia, abuso y polarización. Los jóvenes deben cuidar su tiempo, su intimidad, su identidad, su veracidad y su respeto. Evitar caer en la sola lógica del consumo, de la exhibición y de la confrontación. Y buscar mejor la calidad, la profundidad, la autenticidad y la armonía en sus comunicaciones.

La sabiduría del corazón como clave de comunicación

Para comunicarse de manera plenamente humana, los jóvenes necesitan cultivar la sabiduría del corazón, que el Papa Francisco define como “esa virtud que nos permite entrelazar el todo y las partes, las decisiones y sus consecuencias, las capacidades y las fragilidades, el pasado y el futuro, el yo y el nosotros”. La sabiduría del corazón es la que nos permite integrar la tecnología y la humanidad, la razón y la emoción, la libertad y la responsabilidad, la diversidad y la unidad. La sabiduría del corazón es la que nos permite comunicarnos con nosotros mismos, con los demás y con Dios.

El corazón como lugar de encuentro con Dios

El Papa Francisco nos recuerda en su mensaje que el corazón es el lugar interior del encuentro con Dios, que es la fuente de la verdadera comunicación humana. Dios es el que nos ha creado a su imagen y semejanza, nos ha dado el don del lenguaje y nos ha llamado a la comunión. Dios es el que nos habla a través de su Palabra, nos escucha en la oración y nos ama con un amor incondicional. Dios es el que nos envía a comunicar su Evangelio, a ser testigos de su Reino y a ser instrumentos de su paz.

El corazón como desafío de conversión

El Papa nos invita a partir del corazón humano para reflexionar sobre la comunicación en nuestro tiempo. El corazón humano es el que nos hace capaces de amar, de soñar, de crear, de comunicar. Pero el corazón humano también es el que se endurece, se cierra, se corrompe, se deshumaniza. Por eso, el Papa Francisco nos llama a una conversión del corazón, a una purificación de la mirada, a una recuperación de la espiritualidad, a una renovación de la vida interior. Sólo así podremos comunicarnos de manera plenamente humana, en las redes sociales y en todos los ámbitos de la vida. Cn

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