Hay
personas que disfrutan del agua con gas en su sabor natural, mientras que otras
la prefieren con sabores frutales añadidos. Independientemente de la
preferencia de sabor, el agua carbonatada es una bebida refrescante que algunos
incluso prefieren al agua normal. Esto lleva a la pregunta: ¿elegir agua
gasificada en lugar de agua normal tiene algún efecto negativo en nuestra
salud? ¿Ofrece algún beneficio que lo convierte en una opción recomendada
durante todo el día? Hoy abordaremos estas preguntas y separaremos los mitos de
los hechos para determinar qué tan saludable o no saludable es consumir agua
con gas en lugar de agua normal.
¿El
agua gasificada es ácida?
El agua
carbonatada, también conocida como agua gasificada, se crea infundiendo agua
con dióxido de carbono gaseoso bajo presión. Este proceso desencadena una
reacción química que produce ácido carbónico, un ácido suave que activa los
mismos receptores gustativos en la boca que la mostaza. Si bien algunas
personas encuentran esta sensación agradable, a otras les puede resultar
molesta. La acidez del agua con gas generalmente se encuentra dentro del rango
de 3 a 4 en la escala de pH, lo que indica una naturaleza ligeramente ácida.
Sin embargo, consumir agua con gas no altera los niveles de acidez de las
células de nuestro cuerpo. Nuestros riñones y pulmones eliminan el exceso de
dióxido de carbono para mantener los niveles de pH de la sangre entre 7,35 y
7,45.
¿El
agua gasificada es mala para los dientes?
El
impacto potencial del agua con gas en la salud dental es una preocupación
importante, particularmente en lo que respecta a la capa de esmalte que puede
verse afectada por su acidez. Aunque existen pocos estudios sobre este tema,
uno publicado en 2001 concluyó que el agua mineral carbonatada puede causar más
daño a los dientes que el agua normal. Sin embargo, también se descubrió que
las bebidas azucaradas son 100 veces más perjudiciales para la salud dental que
el agua carbonatada.
Sin
embargo, cabe señalar que un estudio independiente realizado en 2007 reveló que
las bebidas carbonatadas endulzadas causaban un mayor daño a los dientes en
comparación con las bebidas dulces sin gas. Por tanto, si prefieres las bebidas
con gas a las sin gas y quieres priorizar tu higiene bucal, es recomendable
consumir agua con gas simple.
¿Cómo
afecta el agua carbonatada a nuestra digestión?
El agua
carbonatada tiene el potencial de afectar positivamente la digestión de
múltiples maneras: Mejora de la capacidad para tragar: las investigaciones
indican que el consumo de agua carbonatada puede mejorar la capacidad para
tragar tanto en adultos como en personas más jóvenes. Un estudio en el que
participaron 72 participantes demostró que beber agua carbonatada fría ayudó a
mejorar la sensación de aclaramiento de la garganta en el 63% de los casos
cuando era necesario. Es de destacar que quienes experimentaron el mayor alivio
fueron los individuos con síntomas más graves.
Prolongar
la saciedad: Se ha descubierto que el agua carbonatada
prolonga la sensación de saciedad en comparación con el agua normal sin gas. Un
estudio descubrió que ayuda a la retención de alimentos en el estómago,
mientras que otro estudio observó mayores niveles de saciedad entre los
participantes que consumieron 250 ml de agua carbonatada después de una comida
en lugar de agua sin gas.
Prevención
del estreñimiento: en un experimento de dos semanas en el que
participaron 40 adultos que habían sufrido previamente un derrame cerebral, se
descubrió que el consumo de agua con gas casi duplicaba las deposiciones en
comparación con el agua corriente. Además, los participantes informaron una
reducción significativa del 58% en los síntomas relacionados con el
estreñimiento. Además, existe evidencia que sugiere que el agua con gas ayuda a
prevenir las molestias estomacales. Por ejemplo, un estudio de 15 días
realizado en 21 personas con problemas digestivos crónicos demostró que quienes
consumieron agua con gas experimentaron una mejoría en sus síntomas, incluido el
alivio del estreñimiento.
¿El
agua gasificada es perjudicial para la salud ósea?
Muchas
personas creen que el agua con gas afecta negativamente a los huesos debido a
sus niveles de acidez. Sin embargo, es importante señalar que esta suposición
no es cierta e incluso puede ser contraria a la realidad, ya que podría
contribuir potencialmente a mantener la salud ósea. Un estudio exhaustivo en el
que participaron 2500 participantes reveló que la cola era la única bebida
(entre las examinadas) asociada con una disminución de la densidad ósea, sin
tener ningún efecto sobre la salud ósea general. Dicho esto, un estudio
ha indicado que las jóvenes que consumían agua con gas tenían niveles más
bajos de densidad ósea; se cree que la razón detrás de este efecto se debe a la
sustitución de la leche por agua con gas en su dieta, lo que resulta en una
disminución en la ingesta de calcio. Además, un estudio en el que participaron
18 mujeres menopáusicas descubrió que beber un litro de agua con gas rica en
sodio durante ocho semanas en realidad reducía la pérdida de calcio en comparación
con consumir agua mineral.
¿Cómo
afecta el agua carbonatada a nuestro corazón?
Algunos
estudios sugieren que el agua carbonatada podría tener un impacto positivo en
la salud del corazón, aunque la evidencia disponible es bastante limitada. Un
estudio en el que participaron 18 mujeres menopáusicas encontró que el consumo
de agua carbonatada rica en sodio provocaba una disminución de los niveles de
colesterol LDL y de azúcar en sangre, así como un aumento de los niveles de
colesterol HDL. Los investigadores estiman que las personas que consumen agua
carbonatada con regularidad pueden tener un riesgo un 35% menor de desarrollar
insuficiencia cardíaca en una década en comparación con quienes no lo hacen.
Sin embargo, es importante señalar que este estudio se realizó a pequeña escala
y se necesita más investigación para comprender completamente los beneficios
potenciales
En
conclusión
Aunque
anteriormente se pensaba que era perjudicial para los dientes, los huesos, el
estómago y el corazón, no hay evidencia de que beber agua con gas represente
ningún riesgo significativo para la salud. De hecho, puede que incluso tenga
algunos beneficios inesperados. Se ha descubierto que el agua con gas aumenta
el apetito y previene el estreñimiento. Además, los estudios sugieren que puede
brindar protección al corazón. Mientras bebas con agua
gasificada simple sin sabores añadidos ni altos niveles de sodio, no hay
ninguna razón por la que no puedas seguir disfrutándola sin sentirte culpable,
sabiendo que en realidad es buena para ti, según los hallazgos de la
investigación. JQR
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