El
hormigueo es una sensación anormal de origen benigno pero que en ocasiones
puede ser un síntoma que ayuda a sospechar sobre una patología grave. Hablamos
con un especialista para saber cuándo es necesario consultar al médico.
Una
parestesia se define como una sensación anormal en la piel, como un hormigueo o
adormecimiento, con pinchazos e incluso un ardor o entumecimiento que se pueden
experimentar en distintas partes del cuerpo, siendo más comunes en manos,
brazos, pies y piernas y que generalmente ocurre sin una causa física visible,
explica Antoni Plana, médico de familia en el CAPBalafià-Pardinyes-Secà, de Lleida, y coordinador del grupo de
trabajo de Neurología de la Sociedad
Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).
El
hormigueo está causado por una irritación en la comunicación nerviosa, debido a
una saturación que dificulta o impide la discriminación adecuada de
sensaciones. Algunas de las situaciones más frecuentes que pueden causar
hormigueo sin mayores consecuencias son dormir en una mala postura o permanecer
sentados con las piernas cruzadas durante un largo período de tiempo. “Al
desenredarlas, podemos sentir un hormigueo y una sensación de adormecimiento en
el pie. Esa sensación o molestia sería una forma de parestesia desencadenada
por la compresión de uno de los nervios que nos da sensibilidad cutánea, lo que
provoca un atrapamiento nervioso que hace que al despertar tengamos un tacto
incorrecto”, indica Plana.
Algunos
de los factores que ayudan a distinguir cuando el hormigueo es un fenómeno sin
importancia de situaciones en las que puede estar relacionado con una patología
grave son la duración y la frecuencia con la que aparece, así como la
intensidad con la que se manifiesta, señala Plana. “No es lo mismo una molestia
pasajera que una sensación que se repite a lo largo del tiempo y que empieza a
limitar nuestra calidad de vida habitual”, matiza.
Otro
de los elementos que puede resultar determinante para decidirse a consultar al
médico es que no solo se trate solo de una sensación cutánea, sino que además
se acompañe de una pérdida de fuerza. “A modo de ejemplo para un mayor
entendimiento podríamos describir que nuestros nervios son como una especie de
cable eléctrico en el que si se encuentra afectado externamente (compresión) se produce una pérdida
temporal de sensibilidad cutánea, pero cuando está dañado el interior, el cobre
que conduce la electricidad que consumimos es la función motora la deficitaria,
y esto se traduce en que cuando queremos coger un objeto se puede caer
fácilmente al suelo”, según explica gráficamente Plana.
Patologías que pueden causar
hormigueo
Algunas
de las patologías que pueden causar hormigueo son:
Neuropatías
-Neuropatía
diabética: Que es un daño a los nervios a causa de la diabetes.
-Neuropatía
periférica: Daño a los nervios periféricos por diversas causas, como
deficiencias vitamínicas, infecciones o exposición a toxinas.
Enfermedades del Sistema
Nervioso Central
-Esclerosis
múltiple: Enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central.
-ACV
(ictus): Puede causar pérdida de
sensación o movimientos anormales.
Compresión Nerviosa
-Síndrome
del túnel carpiano: Compresión del nervio mediano en la muñeca.
-Hernia
discal: Compresión de raíces nerviosas en la columna vertebral.
Enfermedades Autoinmunes
-Lupus
eritematoso sistémico.
-Síndrome
de Guillain-Barré.
Trastornos metabólicos
-Hipotiroidismo:
Función tiroidea baja puede causar entumecimiento y hormigueo.
Deficiencias nutricionales
-Deficiencia
de vitamina B12: Puede provocar daño a los nervios.
Otras condiciones
-Infecciones:
Como la enfermedad de Lyme, VIH/sida.
-Exposición
a toxinas: Alcoholismo, exposición a metales pesados.
-Causadas
por algunos medicamentos: Quimioterápicos o medicamentos para el sida.
Factores a tener en cuenta
para consultar
En
algunas situaciones es muy importante consultar a un médico de familia cuando
se presentan parestesias para descartar que podamos encontrarnos ante una
patología que puede resultar grave. Los factores a tener en cuenta, según
explica Plana, y que pueden requerir visitar un centro de salud son:
Duración y persistencia
-Si
las parestesias persisten durante un período prolongado sin una causa evidente.
-Si
las sensaciones son constantes y no desaparecen.
Gravedad e intensidad
-Si
las sensaciones son muy intensas o dolorosas.
Afectación funcional
-Si
las parestesias interfieren con las actividades diarias o la capacidad de mover
las extremidades afectadas.
Síntomas asociados
-Si
se presentan otros síntomas como debilidad muscular, parálisis, pérdida de
control del intestino o vejiga, confusión, problemas de visión o problemas de
habla.
Historia clínica
-Si
existen antecedentes familiares de enfermedades neurológicas.
-Si
existen condiciones médicas preexistentes, como diabetes, que podrían aumentar
el riesgo de neuropatía.
Localización y patrón
-Si
las parestesias son unilaterales (afectan
solo a un lado del cuerpo) o siguen un patrón específico que podría indicar
compresión nerviosa.
Presencia de determinados
factores de riesgo
-Si
existe exposición reciente a toxinas, infecciones o medicamentos que pueden
causar daño nervioso.
En
función de estos factores de alarma puede ser necesaria una evaluación más
exhaustiva del caso, incluso con derivación a un especialista hospitalario, sea
de neurología o traumatología, para un diagnóstico y tratamiento más
específicos y concretos.
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