Texto
del Evangelio (Jn 3,16-21): En
aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo
único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para
que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es juzgado; pero el que no
cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.
Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las
tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal
aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero
el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras
están hechas según Dios».
Comentario del Evangelio
Hoy Jesús le explica a Nicodemo que Dios nos ama tanto
que el Padre del cielo ha enviado a su Hijo a la tierra para darnos vida
eterna. Realmente, hace 2.000 años en Belén nació Jesús de la Virgen María.
Jesucristo, cuando empezó a predicar, dijo que Él venía del Padre y que al
Padre regresaría… ¡Pero quiere regresar con nosotros!
—Jesús nos da una gran esperanza, que es como una gran
luz que ilumina nuestro camino en esta vida.
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