Llegó el verano y con las altas
temperaturas, aumentan los riesgos para la salud asociados a la exposición al
sol y a los fuertes calores. Si bien los golpes de calor pueden afectar a todas
las personas, en mayores de 65 años el riesgo es mayor, ya que en el proceso de
envejecimiento disminuye la proporción de agua en el organismo. Por esta razón,
desde la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló brindan algunos consejos
para prevenirlos.
Con el paso de los años se
reduce la sensación de calor, por lo tanto, las personas mayores no perciben
las altas temperaturas. Esto provoca que no tomen las precauciones que
deberían. Si bien sentirse débil y agotado son características propias de la
mayoría de los ancianos, es importante no pasarlas por alto ya que también
pueden ser señales del golpe de calor.
Los síntomas más frecuentes son:
sudoración excesiva, mareos, desmayos, sequedad en la boca, cansancio, pérdida
de apetito, dolor de cabeza, dolor de estómago, estado de confusión, agitación,
calambres musculares, vértigo, vómitos, piel seca y temperatura mayor a 39º
C.
Recomendaciones para prevenir los golpes de calor
- Vestirse con ropa liviana de algodón y evitar
usar colores oscuros que atraigan el sol.
- Tomar mucho líquido aunque no tenga sed.
Intentar tomar diariamente 2 litros de agua.
- Ingerir comidas ligeras.
- Mantener la casa fresca con cortinas o persianas
para evitar el calor solar.
- Evitar la exposición directa al sol entre las
12 y las 17 hs. En caso de estar al aire libre, utilizar un sombrero o
buscar cobijo en algún lugar con sombra.
- Evitar las bebidas alcohólicas y las
azucaradas.
- En caso de realizar ejercicio físico hacerlo
temprano en la mañana o bien, terminando el día, que las temperaturas son
más óptimas.
- No permanecer durante mucho tiempo en
vehículos cerrados.
Cuando se trata de ancianos
puede ser muy grave, por lo tanto, hay que acudir a un médico ante los primeros
síntomas.
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