sábado, 6 de enero de 2018

Las alergias más comunes del verano

La vida al aire libre, el mar y las piletas son algunos de los factores que entran en juego durante el verano, estación en la cual las reacciones alérgicas aparecen. 

¿A qué debemos prestarle atención?
En primer lugar a la temperatura del agua a la que nos exponemos. Durante el verano hay más aparición de casos de urticaria y en particular de algunas urticarias físicas que son reacciones alérgicas que se desencadenan frente a un estímulo físico como, por ejemplo, el calor, el frío o la presión. 
“La urticaria por frío en particular es mucho más severa durante los meses de verano y se manifiesta generalmente con una reacción urticariana, a veces, incluso con pérdida de conocimiento en pacientes que se han expuesto al agua fría en un día de calor”, explica el Dr. Jorge Máspero, director de la Fundación CIDEA (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias). En segundo lugar, es importante no subestimar el sol y el tiempo que permanecemos expuestos sin protección. “Algunos pacientes con alergias cutáneas de base suelen empeorar si sufren quemaduras solares pero también existen las fotoalergias o las fito-fotoalergias que son reacciones alérgicas que se desencadenan después de una exposición solar las cuales muchas veces requieren la colaboración, la ayuda de algún tipo de savia. Es decir, es muy común que luego del contacto con la savia de la ruda, si la persona se expone a la luz solar, esto le produzca una dermatitis con ampollas que se parece mucho a una quemadura. Es una situación frecuente y no es la ruda la única que puede desencadenarla, por eso merece una llamada de atención para los médicos y los padres” agrega el Dr. Máspero. 
La alimentación es el tercer factor al cual le debemos prestar atención debido a que en el período de vacaciones, solemos relajarnos también en la cocina. 
El experto consultado sostiene que “el movimiento turístico hacia la costa conlleva, en muchos casos, cambios en el hábito alimentario y la ingesta de algunas comidas que habitualmente no se consumen como, por ejemplo, mariscos, camarones y langostinos que tienen como hecho llamativo que en un porcentaje de pacientes con alergia a ácaros les van a desencadenar reacciones alérgicas, fundamentalmente urticaria y angioedema. Ello se debe a que esos moluscos comparten con los ácaros algunas proteínas, de modo tal que los pacientes con alergias respiratorias al ingerir camarones o langostinos en muchos casos tienen reacciones alérgicas cutáneas. No les ocurre a todos ellos, solamente a un porcentaje pero debe ser tenido en cuenta porque suele repetirse”. 
Por último, encontramos a las picaduras de insectos, las cuales son más frecuentes en la medida que pasamos más tiempo al aire libre. 
Las más comunes son las llamadas reacciones locales exageradas que son ronchas más grandes, dolorosas y duraderas que se ven sobre todo cuando niños pequeños con alergia de base son picados por mosquitos y en algunos casos son motivo de preocupación si las picaduras son muchas, o si son en la cara, en los párpados o en las orejas. Sin embargo, no implican un riesgo mayor. El peligro está dado por las reacciones alérgicas sistémicas a picaduras de hormigas, abejas o avispas que en muchos casos van a producir reacciones de tipo anafiláctica que pueden costarle la vida al paciente que tiene ese tipo de alergia”, advierte el Dr. Máspero. 
Por ello, es fundamental tener en cuenta que si luego de una picadura los síntomas exceden la reacción local, la persona debe ser evaluada por un profesional. La severidad puede variar dependiendo de la zona donde el insecto pica, las más peligrosas son en las partes del cuerpo muy vascularizadas como, por ejemplo, la cabeza, los dedos, los labios o los genitales. 

Síntomas de reacciones graves por picaduras de insectos:
  • Urticaria en grandes áreas del cuerpo.
  • Inflamación en la garganta o la lengua.
  • Dificultades para respirar, mareos, calambres, náusea o diarrea.
  • En casos extremos, una rápida caída de la presión arterial puede producir shock y pérdida del conocimiento.
Si una persona sufre alguno de estos síntomas después de una picadura de insecto, requiere tratamiento médico de urgencia inmediatamente. Luego de superado el episodio debe encararse un plan de manejo a largo plazo para prevenir en lo posible nuevos episodios o tratarlos rápida y eficazmente si se repiten.

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