El desconocimiento sobre qué pueden consumir las
personas con intolerancia a la lactosa perpetúa una serie de mitos que pueden
impactar en su nutrición ¿Qué opciones hay en el mercado para sostener una
alimentación equilibrada.
La intolerancia a la lactosa no afecta a todos por igual y su
sensibilidad puede variar. Algunos reconocen de manera inmediata que al
consumir productos lácteos padecen problemas gastrointestinales, y rápidamente
consciente o inconscientemente los eliminan.
La encuestadora Kantar realizó un estudio junto a Mastellone Hnos. sobre
el Consumo de Lácteos en Argentina, en el cual se observó que el 72% de los argentinos
cree que la afirmación “los intolerantes a la lactosa no pueden consumir
productos lácteos” es verdadera. Esta cifra demuestra que en la sociedad se
establecieron mitos en torno a esta condición alimentaria que fomentan el
desconocimiento sobre la misma.
Sin embargo, los productos lácteos son la mejor fuente de calcio, un
mineral que es muy importante para el crecimiento de los huesos, entre otras
funciones vitales. Es por esto que ante malestares, se debe consultar con un
profesional de la salud, para que oriente mediante educación nutricional, la
elección de los alimentos.
Es importante que la intolerancia a la lactosa no se convierta en una
barrera que impida consumir cantidades adecuadas de lácteos. Saber que existen
en el mercado leches sin lactosa (0% lactosa) es fundamental para contribuir a
cubrir los requerimientos de nutrientes esenciales como el calcio. Las leches
se podrán reconocer rápidamente por su color naranja o leyendo las etiquetas
pudiendo identificar la composición del producto y así elegir el que más se
adecua a sus necesidades.
«Las personas desarrollan intolerancia a la lactosa cuando su intestino
delgado produce concentraciones bajas de lactasa. Esta enzima es la encargada
de desdoblar la lactosa, azúcar natural de la leche, lo que es esencial para
ser absorbida y digerida correctamente», explicó Agustina de Momi del
Departamento de Información Nutricional de Mastellone Hnos.
La especialista, explica que la intolerancia a la lactosa puede deberse
a varias causas: genéticas, una menor expresión de la misma en la mucosa
intestinal, debido a la aparición de diversas patologías intestinales que
afectan las mucosas de este órgano, impidiendo la correcta absorción de
lactasa, un episodio agudo de diarrea, causada por una infección, puede reducir
temporalmente los niveles de lactasa y hacer más sensible a la lactosa de forma
temporal, entre otras.
«Eludir los productos lácteos sin sustituirlos correctamente puede
llevar a una deficiencia de nutrientes y sobre todo de calcio y de vitamina D,
lo que aumenta el riesgo de patologías como la osteoporosis. Por eso, es
importante conocer las alternativas posibles», agrego la especialista Agustina
de Momi.
Gracias a los avances tecnológicos, que permiten la eliminación de la
lactosa, actualmente existen en el mercado, líneas de productos aptos para
intolerantes pensados para lograr una fácil digestión.
La Serenísima, por ejemplo, ha sido un precursor en el desarrollo de
este tipo de productos y lo aplicó en la elaboración de sus quesos duros,
semiduros y blandos, utiliza cultivos exclusivos y tiempos de maduración que
aseguran que sean ‘naturalmente sin lactosa’. En cuanto a la leche existe la
‘Zero Lactosa’, apta para personas con intolerancias, ya que en su elaboración
se desdobla su azúcar natural en dos azucares simples (glucosa y galactosa),
manteniendo todos los beneficios de la leche.
Es importante difundir mensajes de educación alimentaria nutricional
para que las personas intolerantes logren, de igual manera, cubrir sus
recomendaciones diarias de nutrientes esenciales. Asesorarse con un profesional
es clave para llevar a cabo una alimentación adecuada y saludable, comentó la
especialista. BP
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