Un nuevo estudio de la Universidad de Concordia
(Canadá) ha descubierto que las personas mayores que tienen insomnio presentan
un mayor riesgo de desarrollar un deterioro de la memoria y de la capacidad
cognitiva a largo plazo.
El estudio, publicado en Sleep, se basa en los datos de más de 26.000
participantes del Estudio Longitudinal Canadiense sobre el Envejecimiento,
todos ellos con edades comprendidas entre los 45 y los 85 años.
Los investigadores compararon las evaluaciones autoinformadas del sueño
y la memoria y las pruebas neuropsicológicas en varios dominios cognitivos de
2019 y un seguimiento en 2022. Los participantes que informaron de un
empeoramiento de la calidad del sueño en ese intervalo de tres años también
tenían mayores probabilidades de informar de un deterioro subjetivo de la
memoria.
“Encontramos que el insomnio específicamente estaba
relacionado con un peor rendimiento de la memoria en comparación con aquellos
que tienen algunos síntomas de insomnio solo o no tienen problemas de sueño en
absoluto -explicó el coautor del estudio Nathan Cross-. Este déficit en la
memoria era específico, ya que también observamos otros dominios de la función
cognitiva, como la capacidad de atención en la multitarea. Solo encontramos
diferencias en la memoria”. A diferencia
de los estudios anteriores sobre la calidad del sueño, “este se beneficia de su
gran conjunto de datos y de su enfoque en los trastornos del sueño”, dijo
Cross. El insomnio, señala, ha sido clasificado como trastorno psicológico en
el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, el principal
manual de referencia utilizado por los médicos de todo el mundo.
“El insomnio no es solo dar vueltas en la cama durante
un tiempo antes de acostarse. El diagnóstico requiere síntomas de dificultad
para conciliar el sueño, permanecer dormido o despertarse demasiado pronto tres
noches a la semana durante un periodo de tres meses. Además, las personas con
insomnio deben informar de que este problema de sueño les causa dificultades
durante el día”, explicó Cross.
Para este estudio, los investigadores agruparon a los sujetos en una de
las 3 categorías siguientes: los que no informaron de problemas de sueño al
inicio del estudio en 2019, los que tenían algunos síntomas de insomnio y los
que desarrollaron un probable insomnio. Cuando observaron los datos del
seguimiento de 2022, los que habían informado de un empeoramiento de la calidad
del sueño (de no tener síntomas a tener algo de insomnio o insomnio probable, o
de tener algunos síntomas a tener insomnio probable) eran más propensos a
informar de un deterioro de la memoria o a que su médico se lo diagnosticara.
También eran más propensos a mostrar una mayor prevalencia de ansiedad,
depresión, somnolencia diurna, tener interrupciones respiratorias durante el
sueño, otros problemas relacionados con el sueño, fumar y una mayor puntuación
del índice de masa corporal (IMC). Todos ellos se consideran factores de riesgo
de deterioro cognitivo y demencia. Además, el estudio descubrió que los hombres
con insomnio obtienen peores resultados en las pruebas de memoria que las
mujeres, lo que sugiere que los hombres mayores pueden correr un mayor riesgo.
“Sin embargo, hay una buena noticia: los trastornos del
sueño como el insomnio pueden tratarse -añadió Cross-. Esto pone de relieve la
importancia de diagnosticar y tratar adecuadamente el insomnio lo antes posible
en los adultos mayores. Tratar adecuadamente el trastorno del insomnio podría
convertirse en una importante medida preventiva del deterioro cognitivo y
mitigar la incidencia de la demencia en edades avanzadas”. BP
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