miércoles, 15 de marzo de 2023

Síntomas de trastornos electrolíticos y sus causas…

Una de las principales razones por las que se nos aconseja constantemente mantenernos hidratados tiene que ver con los electrolitos. Estos compuestos solubles en agua deben mantenerse en niveles específicos para que el cuerpo funcione. La alteración de este equilibrio puede hacer que las funciones vitales del cuerpo se apaguen y que los órganos internos se vean afectados, causando una multitud de síntomas muy desagradables. 
¿Por qué son importantes los electrolitos? 
Los electrolitos son compuestos naturales necesarios para el funcionamiento fisiológico del organismo. El calcio, el magnesio, el potasio y el sodio son ejemplos de electrolitos. Los electrolitos están presentes en todos los fluidos corporales, incluidos la sangre y la orina. Los recibimos al ingerir ciertos alimentos, bebidas e incluso agua. Los diferentes electrolitos desempeñan distintas funciones en el cuerpo, por ejemplo: 
·        El magnesio es importante para la salud de los músculos, los huesos, los dientes y los nervios. 
·        El sodio es responsable de optimizar los niveles de líquidos, así como la función nerviosa y muscular. 
·        El potasio ayuda al corazón, los músculos y los nervios, y favorece el metabolismo. 
·        El calcio es esencial para la salud de la presión arterial y del sistema nervioso. También es importante para la producción de hormonas y enzimas. 
·        El cloruro, al igual que el calcio, ayuda a mantener la salud cardiovascular, así como los fluidos corporales. 
Cuando los niveles de electrolitos son demasiado altos o demasiado bajos, se produce un desequilibrio electrolítico. Los desequilibrios graves de este tipo pueden dar lugar a una hospitalización de urgencia debido a convulsiones, paros cardíacos y coma. 
Causas de los desequilibrios electrolíticos 
Cualquier persona puede desarrollar un desequilibrio electrolítico. Los electrolitos son excretados por el cuerpo a través de los fluidos corporales, incluyendo el sudor y la orina. Por lo tanto, las condiciones o estados en los que alguien pierde muchos fluidos corporales pueden conducir a un desequilibrio electrolítico. El ejemplo clásico es una enfermedad de origen alimentario que provoca un desequilibrio electrolítico debido a la pérdida de líquidos como consecuencia de los vómitos y la diarrea. Las quemaduras graves, las roturas de huesos, la sobrehidratación, la deshidratación y algunos medicamentos pueden ser responsables de un trastorno electrolítico. Ciertas condiciones subyacentes hacen que algunas personas sean más propensas a padecer un trastorno electrolítico, a saber: 
·        Enfermedad renal 
·        Cirrosis 
·        Insuficiencia cardíaca congestiva 
·        Problemas con la tiroides y la glándula suprarrenal 
·        Consumo excesivo de alcohol 
·        Trastornos alimentarios (por ejemplo, anorexia y bulimia). 
Por último, pero no menos importante, los niños y los adultos mayores son más susceptibles de sufrir desequilibrios electrolíticos que otros adultos. En las personas mayores, concretamente, la deshidratación puede provocar trastornos electrolíticos. 
Síntomas del desequilibrio electrolítico  
Dependiendo de los electrolitos más afectados, el cuerpo puede responder a un trastorno electrolítico de diferentes maneras, algunas más graves que otras. Por ejemplo, un exceso de sodio en la sangre conduce a una condición llamada hipernatremia que hace que se experimente insomnio, inquietud y respiración superficial. A continuación se enumeran los 6 síntomas más comunes de los desequilibrios electrolíticos: 
1. Náuseas 
La sensación de malestar estomacal y los vómitos pueden indicar una variedad de trastornos electrolíticos o dar lugar a uno. Si sientes náuseas después de un entrenamiento sudoroso, durante una caminata o después de un período prolongado sin beber, un desequilibrio de electrolitos puede ser el culpable. 
2. Mareos o confusión 
Experimentar niebla cerebral, mareos o confusión después de un período de actividad puede ciertamente apuntar a un problema de electrolitos, especialmente cuando se combina con otros síntomas enumerados aquí. De hecho, es importante prestar atención a cualquier cambio repentino en el estado de ánimo, ya que la irritabilidad, la fatiga o la sensación de desorientación pueden indicar que algo malo está sucediendo en el cuerpo. Los cambios extremos pueden incluso indicar que el cerebro está afectado - dice la Clínica Cleveland. 
3. Dolor de cabeza 
El dolor de cabeza es uno de los primeros síntomas de muchos desequilibrios electrolíticos, incluida la deficiencia de sodio (llamada hiponatremia). Esta suele ser causada por la deshidratación, por lo que beber un vaso de agua mineral o incluso agua filtrada a secas a menudo puede ayudarte a deshacerte del dolor de cabeza. 
4. Hinchazón en los tobillos, la cara y el abdomen 
Si llevas anillos o un reloj de pulsera, es posible que hayas notado que te aprieta cuando caminas sin beber agua durante un tiempo. Reconocemos este síntoma como ‘retención de agua o acumulación de líquidos’, y es uno de los signos reveladores de una deficiencia de electrolitos. Lo mismo ocurre cuando te comes un bol de palomitas saladas por la noche y te levantas con los ojos hinchados a la mañana siguiente. Estás experimentando estos síntomas porque el exceso de sodio hace que tu cuerpo retenga agua. 
5. Aumento de peso después de un entrenamiento 
En todo caso, los entrenamientos deberían hacerte perder un poco de peso, y no al revés. Así, si te subes a la báscula antes y después de un entrenamiento, deberías notar un ligero descenso de peso debido a la sudoración. Los atletas a veces hacen esto para comprobar si están bebiendo suficiente agua durante un entrenamiento; un descenso de peso es una indicación de que deberías beber más durante el entrenamiento. Sin embargo, las personas con niveles bajos de sodio pueden acabar ganando peso durante el ejercicio. Esto indica una acumulación de líquidos y significa que deberías beber menos durante un entrenamiento. Si eso no ayuda, también podría ser que estás comiendo demasiada comida salada. 
6. Calambres y convulsiones 
Los calambres musculares, las convulsiones y el coma son todos los posibles síntomas de un desequilibrio electrolítico grave y potencialmente mortal. Cuanto más rápido se desarrollen estos síntomas, más peligrosos serán, según la Clínica Mayo. Estos trastornos electrolíticos graves pueden dañar permanentemente los órganos internos, incluido el cerebro. Otros signos de un desequilibrio electrolítico que requiere tratamiento de urgencia son: 
·        Alcalosis - excesiva alcalinidad de la sangre 
·        Acidosis metabólica: acumulación de ácido en el cuerpo 
·        Orina oscura y turbia debido a la mioglobinuria (mioglobina en sangre en la orina) o rabdomiólisis (los músculos pierden proteínas y electrolitos en la sangre) 
·        Delirio: un estado mental en el que se está tan desorientado que se es incapaz de pensar con claridad. ​ 
¿Cómo se puede controlar y tratar un desequilibrio electrolítico? 
El curso del tratamiento depende de la gravedad de la alteración, así como del desequilibrio electrolítico específico y su causa. Por ejemplo, si tienes un dolor de cabeza debido a una deshidratación menor, beber lentamente unos cuantos vasos de agua, otra bebida o una bebida con electrolitos te hará sentirte mejor de inmediato. Una deshidratación más grave, como la causada por los vómitos y la diarrea, puede requerir que bebas una solución de sales de rehidratación oral (SRO), que está disponible en cualquier farmacia. Por último, los desequilibrios electrolíticos graves requieren tratamiento médico como: 
·        Líquidos intravenosos y medicamentos para rehidratar y restablecer un equilibrio electrolítico saludable en el organismo. 
·        Medicamentos orales que reponen los electrolitos que faltan. 
·        Hemodiálisis: se utiliza para corregir los trastornos electrolíticos provocados por el daño renal o la insuficiencia renal. SF

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