Una de las principales razones
por las que se nos aconseja constantemente mantenernos hidratados tiene que ver
con los electrolitos. Estos compuestos solubles en agua deben mantenerse en
niveles específicos para que el cuerpo funcione. La alteración de este
equilibrio puede hacer que las funciones vitales del cuerpo se apaguen y que
los órganos internos se vean afectados, causando una multitud de síntomas muy
desagradables.
¿Por qué son importantes los
electrolitos?
Los electrolitos son
compuestos naturales necesarios para el funcionamiento fisiológico del
organismo. El calcio, el magnesio, el potasio y el sodio son ejemplos de
electrolitos. Los electrolitos están presentes en todos los fluidos corporales,
incluidos la sangre y la orina. Los recibimos al ingerir ciertos alimentos,
bebidas e incluso agua. Los diferentes electrolitos desempeñan distintas
funciones en el cuerpo, por ejemplo:
·
El magnesio es
importante para la salud de los músculos, los huesos, los dientes y los
nervios.
·
El sodio es
responsable de optimizar los niveles de líquidos, así como la función nerviosa
y muscular.
·
El potasio ayuda al
corazón, los músculos y los nervios, y favorece el metabolismo.
·
El calcio es esencial
para la salud de la presión arterial y del sistema nervioso. También es
importante para la producción de hormonas y enzimas.
·
El cloruro, al igual
que el calcio, ayuda a mantener la salud cardiovascular, así como los fluidos
corporales.
Cuando los niveles de electrolitos
son demasiado altos o demasiado bajos, se produce un desequilibrio
electrolítico. Los desequilibrios graves de este tipo pueden dar lugar a una
hospitalización de urgencia debido a convulsiones, paros cardíacos y coma.
Causas de los desequilibrios
electrolíticos
Cualquier persona puede
desarrollar un desequilibrio electrolítico. Los electrolitos son excretados por
el cuerpo a través de los fluidos corporales, incluyendo el sudor y la orina.
Por lo tanto, las condiciones o estados en los que alguien pierde muchos
fluidos corporales pueden conducir a un desequilibrio electrolítico. El ejemplo
clásico es una enfermedad de origen alimentario que provoca un desequilibrio
electrolítico debido a la pérdida de líquidos como consecuencia de los vómitos y
la diarrea. Las quemaduras graves, las roturas de huesos, la sobrehidratación,
la deshidratación y algunos medicamentos pueden ser responsables de un
trastorno electrolítico. Ciertas condiciones subyacentes hacen que algunas
personas sean más propensas a padecer un trastorno electrolítico, a saber:
·
Enfermedad renal
·
Cirrosis
·
Insuficiencia cardíaca congestiva
·
Problemas con la tiroides y la glándula suprarrenal
·
Consumo excesivo de alcohol
·
Trastornos alimentarios (por ejemplo, anorexia y bulimia).
Por último, pero no menos
importante, los niños y los adultos mayores son más susceptibles de sufrir
desequilibrios electrolíticos que otros adultos. En las personas mayores,
concretamente, la deshidratación puede provocar trastornos electrolíticos.
Síntomas del desequilibrio
electrolítico
Dependiendo de los
electrolitos más afectados, el cuerpo puede responder a un trastorno
electrolítico de diferentes maneras, algunas más graves que otras. Por ejemplo,
un exceso de sodio en la sangre conduce a una condición llamada hipernatremia
que hace que se experimente insomnio, inquietud y respiración superficial. A
continuación se enumeran los 6 síntomas más comunes de los desequilibrios
electrolíticos:
1. Náuseas
La sensación de malestar
estomacal y los vómitos pueden indicar una variedad de trastornos
electrolíticos o dar lugar a uno. Si sientes náuseas después de un
entrenamiento sudoroso, durante una caminata o después de un período prolongado
sin beber, un desequilibrio de electrolitos puede ser el culpable.
2. Mareos o confusión
Experimentar niebla cerebral,
mareos o confusión después de un período de actividad puede ciertamente apuntar
a un problema de electrolitos, especialmente cuando se combina con otros
síntomas enumerados aquí. De hecho, es importante prestar atención a cualquier
cambio repentino en el estado de ánimo, ya que la irritabilidad, la fatiga o la
sensación de desorientación pueden indicar que algo malo está sucediendo en el
cuerpo. Los cambios extremos pueden incluso indicar que el cerebro está
afectado - dice la Clínica Cleveland.
3. Dolor de cabeza
El dolor de cabeza es uno de
los primeros síntomas de muchos desequilibrios electrolíticos, incluida la
deficiencia de sodio (llamada hiponatremia). Esta suele ser causada por la
deshidratación, por lo que beber un vaso de agua mineral o incluso agua
filtrada a secas a menudo puede ayudarte a deshacerte del dolor de cabeza.
4. Hinchazón en los tobillos,
la cara y el abdomen
Si llevas anillos o un reloj
de pulsera, es posible que hayas notado que te aprieta cuando caminas sin beber
agua durante un tiempo. Reconocemos este síntoma como ‘retención de agua o
acumulación de líquidos’, y es uno de los signos reveladores de una deficiencia
de electrolitos. Lo mismo ocurre cuando te comes un bol de palomitas saladas
por la noche y te levantas con los ojos hinchados a la mañana siguiente. Estás
experimentando estos síntomas porque el exceso de sodio hace que tu cuerpo
retenga agua.
5. Aumento de peso después de
un entrenamiento
En todo caso, los entrenamientos
deberían hacerte perder un poco de peso, y no al revés. Así, si te subes a la
báscula antes y después de un entrenamiento, deberías notar un ligero descenso
de peso debido a la sudoración. Los atletas a veces hacen esto para comprobar
si están bebiendo suficiente agua durante un entrenamiento; un descenso de peso
es una indicación de que deberías beber más durante el entrenamiento. Sin
embargo, las personas con niveles bajos de sodio pueden acabar ganando peso
durante el ejercicio. Esto indica una acumulación de líquidos y significa que
deberías beber menos durante un entrenamiento. Si eso no ayuda, también podría
ser que estás comiendo demasiada comida salada.
6. Calambres y convulsiones
Los calambres musculares, las
convulsiones y el coma son todos los posibles síntomas de un desequilibrio
electrolítico grave y potencialmente mortal. Cuanto más rápido se desarrollen
estos síntomas, más peligrosos serán, según la Clínica Mayo. Estos trastornos
electrolíticos graves pueden dañar permanentemente los órganos internos,
incluido el cerebro. Otros signos de un desequilibrio electrolítico que
requiere tratamiento de urgencia son:
·
Alcalosis - excesiva
alcalinidad de la sangre
·
Acidosis metabólica:
acumulación de ácido en el cuerpo
·
Orina oscura y turbia debido a la
mioglobinuria (mioglobina en sangre en la orina) o rabdomiólisis (los músculos
pierden proteínas y electrolitos en la sangre)
·
Delirio: un estado
mental en el que se está tan desorientado que se es incapaz de pensar con
claridad.
¿Cómo se puede controlar y
tratar un desequilibrio electrolítico?
El curso del tratamiento
depende de la gravedad de la alteración, así como del desequilibrio
electrolítico específico y su causa. Por ejemplo, si tienes un dolor de cabeza
debido a una deshidratación menor, beber lentamente unos cuantos vasos de agua,
otra bebida o una bebida con electrolitos te hará sentirte mejor de inmediato.
Una deshidratación más grave, como la causada por los vómitos y la diarrea,
puede requerir que bebas una solución de sales de rehidratación oral (SRO), que
está disponible en cualquier farmacia. Por último, los desequilibrios
electrolíticos graves requieren tratamiento médico como:
·
Líquidos intravenosos y medicamentos para rehidratar y restablecer un
equilibrio electrolítico saludable en el organismo.
·
Medicamentos orales que reponen los electrolitos que faltan.
·
Hemodiálisis: se utiliza para corregir los trastornos electrolíticos
provocados por el daño renal o la insuficiencia renal. SF
No hay comentarios.:
Publicar un comentario