El Ministerio de Salud de la Nación informó que hasta la semana
epidemiológica 14 de 2023 (es decir hasta el 08/04) se notificaron en el país
41.257 casos de dengue, de los cuales 37.914 adquirieron la infección en la
Argentina. Al momento, la circulación de este virus se ha identificado en 15
jurisdicciones correspondientes a cuatro regiones: Región Centro (Buenos Aires;
Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Córdoba; Entre Ríos; Santa Fe); región NEA
(Corrientes; Formosa; Chaco), región NOA (Catamarca; Jujuy; La Rioja; Salta;
Santiago del Estero; Tucumán) y la provincia de San Luis en la región Cuyo.
Además se registra co-circulación de dengue y chikungunya en localidades de
Buenos Aires; CABA; Córdoba; Corrientes; Formosa y Santa Fe.
En tanto, en lo que refiere a fiebre chikungunya, se registran hasta el
momento 1.092 casos de los cuales 647 adquirieron la infección en el país; 171
se encuentran en investigación y 274 adquirieron la enfermedad en el exterior.
Al momento, la circulación de este virus se ha confirmado en diferentes
localidades de 8 jurisdicciones: Buenos Aires; CABA; Chaco; Córdoba;
Corrientes; Formosa; Santa Fe y Salta.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del
mosquito del género Aedes, principalmente por Aedes aegypti. Cuando el mosquito
se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus dengue lo adquiere
y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de
la picadura. La transmisión vertical madre-hijo es posible pero infrecuente.
La fiebre chikungunya es también una enfermedad viral que, al igual que
la mencionada anteriormente, es transmitida por la picadura de mosquitos Aedes
infectados y también puede transmitirse de la madre al hijo en el período
perinatal.
Síntomas
En lo que respecta al dengue los síntomas son
fiebre acompañada de uno o más de los siguientes síntomas: dolor detrás de los
ojos; de cabeza; muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio
intenso; aparición de manchas en la piel y picazón; sangrado de nariz y encías.
Ante un diagnóstico de dengue es preciso seguir las indicaciones del
personal de salud y asistir a las consultas de seguimiento y control. Si al
momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores, alguno de los
síntomas se agudiza, reaparece o se detectan síntomas nuevos (dificultad para
respirar, dolor abdominal intenso, sangrado profuso de mucosas, irritabilidad a
somnolencia, vómitos recurrentes), es pertinente realizar una consulta médica
inmediata.
Por su parte, los síntomas de la fiebre chikungunya comienzan
generalmente de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito. El síntoma más
común es la aparición repentina de fiebre, a menudo acompañada de dolor en las
articulaciones. Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor muscular; de
cabeza; náuseas; fatiga y erupción cutánea. El fuerte dolor en las
articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede llegar a
persistir durante meses, afectando la recuperación total y el regreso a las
actividades cotidianas.
Por todo lo expuesto, ante la presencia de cualquiera de estos síntomas
(tanto de dengue como de chikungunya) es muy importante realizar una consulta
médica de manera temprana, no automedicarse y tomar medidas para evitar la
picadura de mosquitos y de este modo impedir que sigan transmitiendo el virus.
Medidas
de prevención de dengue y chikunguña
La principal forma de transmisión de estas
enfermedades es por picaduras de mosquitos infectados. Es por ello que la
medida más importante de prevención de dengue y chikungunya es la eliminación
de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que
contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores
(baldes; palanganas; tambores; portamacetas; bebederos; botellas retornables,
etc.). Si los recipientes no pueden quitarse porque se usan de modo frecuente,
debe evitarse el acceso del mosquito a su interior (tapando tanques, aljibes
y/o cisternas, por ejemplo) o procurar que no acumulen agua dándolos vuelta;
vaciándolos y cepillándolos frecuentemente, o bien poniendo los mismos al
resguardo bajo techo. También es recomendable colocar tela mosquitera en las
rejillas de desagües.
Es de destacar que el mosquito adhiere sus huevos a las paredes de los
recipientes, por lo que además se refuerza que es clave, además de cambiar el
agua con frecuencia si no se puede eliminar los recipientes que la contienen,
cepillar el interior de las paredes para eliminarlos.
Para evitar la picadura del mosquito se recomienda utilizar repelente
siguiendo siempre las indicaciones del envase. Así mismo, se sugiere usar ropa
de manga larga y colores claros. Para proteger a bebés (que no pueden usar
repelente), se deben colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos. En
relación al hogar, es importante disponer mosquiteros en puertas y ventanas y
usar repelentes ambientales como tabletas, aerosoles (interior) o espirales
(exterior).
La aplicación de insecticida mediante fumigación sólo sirve para
eliminar mosquitos adultos siempre y cuando entren en contacto con el insecticida
en el momento que es aplicado ya que el mismo no tiene poder residual y tampoco
elimina formas inmaduras del mosquito (huevos, larvas y pupas); por lo que no
es suficiente para controlar estas enfermedades si no se erradican los
criaderos de nuevos mosquitos. Por lo demás la fumigación está indicada sólo en
situación de brote y bajo las indicaciones metodológicas de la normativa
nacional vigente. BP
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