Una
nueva revisión Cochrane analiza qué efectos tiene el consumo de zinc para
acortar la duración de los resfriados. Te contamos qué es el zinc y qué efectos
puede tener en la salud hacer un uso elevado de este mineral.
El
resfriado es una de las patologías leves más habituales. ¿Quién no se ha
resfriado alguna vez en la vida? Aproximadamente, la duración media de un
resfriado es de dos semanas, con tratamiento de los síntomas, y de 14 días, sin
tratamiento de los síntomas. Es decir, que tratado o no, el resfriado dura más
o menos lo mismo. Y es que, a día de hoy no hay acciones o tratamientos que
ayuden a prevenirlo o a acortar su duración.
Es
cierto que, a menudo, se recomienda el uso de suplementos de zinc con este fin,
pero ¿qué hacen estos suplementos? ¿Pueden acortar los resfriados? Tal y como
explican los autores de una nueva revisión Cochrane, las pruebas que sugieren
que tomar zinc podría acortar ligeramente el resfriado no son concluyentes, por
lo que afirman que “hacen falta más y mejores estudios para estar seguros de
los efectos del zinc para tratar y prevenir el resfriado”.
El
zinc es un nutriente que está presente en las células de todo el cuerpo y que
ayuda al sistema inmunitario a luchar contra las bacterias y los virus que lo
atacan. El cuerpo también usa el zinc para producir ADN (el material genético
de las células) y las proteínas. Se puede encontrar zinc en muchos alimentos
como las ostras, que contienen una gran cantidad de zinc, la carne, el pescado,
algunas aves, mariscos, como cangrejos y langostas, además de nueces, cereales
integrales, huevos y productos lácteos también aportan zinc. Como explican
expertos del Consejo General de COF, “el zinc es el microelemento más
comprometido con la inmunidad, de forma que si bajan sus niveles en el
organismo, también lo hacen las células mediadoras en las funciones inmunes”.
En
cuanto a cómo actúa en el organismo, por una “respuesta innata (capacidad de defensa
que el organismo tiene ‘de serie’), ya que el zinc es importante para el
desarrollo de los fagocitos (células inmunitarias encargadas de destruir y
hacer frente a los microorganismos); mientras que en la respuesta adaptativa
(la que se produce ante la presencia de patógenos y otras sustancias
potencialmente nocivas), si hay deficiencia moderada de zinc, disminuyen las
células T (encargadas de identificar y eliminar a los agentes agresores) y los
anticuerpos, especialmente los IgG (proporcionan protección específica frente a
las infecciones víricas y bacterianas)”.
Zinc y resfriados
Para
llegar a esta conclusión, los autores analizaron 19 ensayos en humanos que
evaluaron el zinc como tratamiento del resfriado y 15 que lo estudiaron como
medida preventiva. En total, participaron 8.526 personas.
En
concreto, se incluyeron ensayos controlados aleatorizados en niños o adultos
que analizaron cualquier formulación de zinc frente al placebo para prevenir o
tratar el resfriado común o la infección de las vías respiratorias altas.
Desde
Cochrane informan de que la mayoría de estudios evaluaron la efectividad del
zinc administrado en pastillas para chupar formulados como acetato, gluconato y
orotato. El gluconato de zinc se administró a dosis de entre 45 y 276 mg/día
durante entre 4,5 y 21 días. De los 17 estudios que no utilizaron pastillas
para chupar, uno se basó en la administración de cápsulas; tres, en polvos
disueltos, cinco, en comprimidos; 4, en jarabes, y otros 4, por vía intranasal.
“La mayoría de estudios tenían riesgo de sesgo incierto o alto en al menos un
dominio”.
También
vieron que “algunos ensayos tomaron mediciones durante una ventana de tiempo
fija y preguntaron a los participantes si continuaban resfriados al final.
Otros midieron el tiempo desde que empezaron hasta que se resolvieron los
síntomas, aunque cada estudio definió esto de manera ligeramente distinta.
Pocos estudios controlaron el estado de los síntomas por separado, como el
dolor de garganta, la tos o la fiebre, por lo que no hubo suficiente evidencia
para establecer conclusiones fiables sobre síntomas concretos”, especifican los
responsables de la revisión.
Duración e intensidad
Sobre
la duración del resfriado, encontraron ocho estudios con 972 participantes, en
los que se analizó el zinc como tratamiento para reducir la duración del
catarro.
Según
el análisis de Cochrane, la combinación de estos estudios produjo evidencia de
certeza baja en la afirmación de que podría ayudar a reducir la duración en
unos dos días con respecto a una duración media de una semana en los grupos que
recibieron placebo.
La
revisión no halló pruebas sólidas que permitan concluir que el tratamiento con
zinc afecta a la intensidad de los síntomas catarrales.
Asimismo,
“los estudios de prevención -prosiguen- no mostraron evidencia clara de
beneficio de tomar zinc antes del inicio de un catarro”. De hecho, aseguran que
“quienes tomaron zinc de forma preventiva tuvieron desenlaces similares a
quienes no lo hicieron”.
Efectos secundarios de tomar
demasiado zinc
“El
zinc en sí mismo es poco tóxico. Sin embargo, en exceso, interfiere en la
absorción de otros elementos como el cobre y, de hecho, se han descrito casos
graves de deficiencias de cobre por exceso de zinc, una situación que da lugar
a alteraciones hematológicas, como la anemia y la neutropenia, y alteraciones
neurológicas, como mielopatía, neuropatía periférica y óptica. Estos pacientes
presentan dificultades para caminar, debilidad muscular, ataxia sensorial,
adormecimiento u hormigueo en extremidades y pérdida de visión periférica”,
señala Montserrat González Estecha, jefa del Servicio de Bioquímica Clínica del
Hospital Gregorio Marañón, de Madrid.
También
hay datos que relacionan unos niveles excesivamente altos de zinc con la
disminución o anulación de los efectos de determinados fármacos, como los
antibióticos.
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