Algunos piensan que
como el color litúrgico es el morado debemos estar tristes, pero yo creo que
más bien es un tiempo precioso para hacer una introspección y ver en que
podemos mejorar, que cosas debemos cambiar para estar en línea con el camino
que Jesús nos marca para llegar al cielo, como peregrinos de esperanza.
Y para lograrlo
debemos estar abiertos y dispuestos al cambio, a corregir lo que va mal,
aprovechar la gran oportunidad de ganar la indulgencia que el año jubilar nos ofrece
y nuestros hijos también lo pueden vivir plenamente, por eso aquí te dejo
mis 5Tips para vivir la cuaresma en familia y siempre
dispuestos a la conversión del corazón como peregrinos de esperanza.
PRIMERO. Para cambiar hay que saber que
debemos cambiar.
Por eso debemos
acostumbrarnos a hacer un examen de conciencia a diario y darnos tiempo para
reflexionar sobre nuestras acciones cotidianas.
Primero que nada
debemos hacerlo nosotros en lo personal y después debemos educar a nuestros
hijos para que lo hagan, y mientras más pronto mejor, así que debemos
establecerlo como un estilo de vidas desde que nuestros hijos tengan conciencia
de sus actos.
Para los pequeños
podemos pedirles que nos platiquen lo que hicieron mal, o las travesuras que
hicieron en el día, o las veces que no obedecieron, etc. Podemos guiarlos con
preguntas sencilla que desde temprana edad puedan contestar.
Para los más
grandes existen muchas meditaciones, reflexiones y formulas para realizar el
examen de conciencia.
En todos los casos es
bueno ir haciendo una lista de lo qué hay que cambiar o corregir.
SEGUNDO. Haz ejercicios de virtud.
Cuando vamos a
correr un maratón lo primero que hacemos es comenzar a entrenar, haciendo
recorridos poco a poco más largos hasta llegar a la distancia adecuada; pues en
este caso es igual, debemos empezar a hacer pequeños ejercicios de virtud para
fortalecer nuestro espíritu y poder hacer los cambios necesarios para provocar
la conversión del corazón.
Si acostumbramos a
nuestros hijos a ofrecer disculpas siempre que se equivocan, estamos donando su
voluntad y la hacemos propicia para la conversión.
TERCERO. Un día a la vez.
Los calendarios de
cuaresma o cuaresma ríos son excelente herramienta para apoyarnos en este
camino de conversión pues nos proporcionan una reflexión sobre un aspecto en
especial y después nos proponen un reto, acorde a la reflexión, que nos ayudan
a mejorar día con día para estar listos para vivir una Semana Santa diferente y
sobre todo una Pascua increíble.
Existen muchas
propuestas pero debemos buscar la más adecuada para nuestros hijos conforme a
su edad y madurez. Las hay en gráficos, en audios y también en cápsulas de
video.
CUARTO. Busca la confesión sacramental en
este tiempo.
Lo lógico es que
después de hacer el examen de conciencia y ejercitando nuestra voluntad, como
fruto logremos una confesión de corazón y con más conciencia de nuestras
acciones.
La Santa Madre
Iglesia nos pide que nos confesemos por lo menos una vez en este tiempo de
cuaresma por eso podemos educar a nuestros hijos para que lo busquen
sinceramente.
Y QUINTO. Que el ambiente familiar te
invite a la conversión viviéndola desde la esperanza.
La cuaresma es el
tiempo de perdonar las ofensas, de ofrecer disculpas, de corregir los errores y
sobre todo de tener abierto el corazón para recibir las gracias de parte de
Dios para poder llevar a cabo un cambio real en nuestra vida.
Esto lo debemos
pedir pero también lo debemos propiciar siendo más pacientes, comprensivos,
consecuentes y buscar justificar antes que enjuiciar.
Esto no es fácil
pero podemos comenzar por nuestra familia y podemos hacer alguna dinámica donde
podamos una vez a la semana, expresar lo que nos duele o molesta de los demás,
y todos estemos con una actitud abierta, de escucha y con la intención de
generar un cambio personal y familiar.
Si logramos ver la
cuaresma con ojos de misericordia y esperanza viviremos una cuaresma
diferente y nuestros hijos tendrán un estilo de vida distinto para la cuaresma.
Deseo que esta
cuaresma no solo sea ir a tomar la ceniza, sino que en verdad sea un tiempo
valioso de conversión personal y familiar; todo como preparación para vivir más
intensamente la Semana Santa y vivir una Pascua única con la conciencia de que
la Esperanza no defrauda y nos mantiene activos para caminar en esta vida y
tener fe en que llegaremos a la vida eterna si somos misericordiosos y actuamos
por amor, desde el amor y para el amor. SdelV
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