sábado, 31 de mayo de 2025

Las devociones de Mayo…

Mes de María
La esclava del Señor es aquella que lo amó intensamente; con la ternura de una madre que, con alegría callada, contempla a su hijo único dar la vida por los que ama. Ella es quien sale a nuestro encuentro; llega afanosa a nuestra casa para ayudarnos, como lo hiciera con Isabel. Para comprometerse como lo hizo con aquellos esposos de Caná de Galilea. Es ella quien vestida del Sol nos trae al “Sol que nace de lo alto” (cfr. Lc 1,79) para que ilumine nuestras sombras, para que cure nuestras heridas y encienda el calor en todo lo que está frío. Por una tradición muy arraigada celebramos en el mes de mayo, a la virgen María, la celebramos a María con devociones enternecedoras que reflejan el cariño que le profesamos a nuestra madre Santísima; devociones que entre nosotros nos hacen parecer a todos hijos amados de tan distinguida Madre.
El rezo del Rosario
El rezo del santo Rosario es una devoción muy especial que hemos aprendido, precisamente de nuestras madres y abuelas, ¿quién no las recuerda rezando con piedad al pasar las cuentas de la camándula? El rosario es la oración de los humildes, de los pequeños, de los que saben contactar con los grandes misterios a partir de realidades pequeñas, susurrando a una madre atenta al más bello de sus elogios, el rezo del rosario nos inserta en una nueva forma de comunicación con Dios a partir de los grandes misterios de la vida de Cristo, tomados de nuestra Madre. El rezo del rosario es una actitud espiritual profunda que abarca a los más sencillos cristianos y a los más renombrados pontífices. Cada avemaría es una flor que se le ofrece a María, nuestra Madre.
El ofrecimiento de flores
Nos tocó, a varios de nosotros, pasar a ofrecer a la Santísima Virgen florecillas después del rezo del rosario, este es un gesto especial de todos los hijos los cuales, al celebrar a su madre le ofrecen delicadas flores que la endulzan con su aroma, lo mismo realizamos con María nuestra madre: le ofrecemos flores para demostrar nuestro cariño especialísimo. Este gesto que en todas las parroquias y capillas de las Iglesias se hace es una muestra del afecto que se tiene por la santísima virgen que siempre está junto a sus hijos.
Más allá de la devoción
Evidentemente no se trata de tener devoción a María sólo en el mes de mayo. Eso sería triste y hasta gracioso. No sólo nos acordamos de nuestras mamás el diez de mayo, las tenemos presentes siempre. Lo mismo sucede con la devoción a la santísima virgen. Nos queda tomar la actitud de aquel discípulo que se sabía amado por Cristo, su maestro, porque fue, precisamente, ese amor el que le permitió acoger a la Madre en su casa, abrir su morada para ser acompañado por la testigo fiel de la obra de salvación. FOG

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