Ofrecemos estos
breves puntos con la intención de que puedan servir para la meditación
individual o comunitaria. Son tomados de las lecturas y de las oraciones de la
misa del domingo 21 de septiembre de
2025.
Se dividen en tres
partes: lo que Dios nos dice; lo que nosotros podemos decirle a Él como
respuesta; y de qué modo podemos llevarlo a la vida cotidiana. Dios quiera que
ayuden a muchos a dedicarle, cada domingo, un tiempo especial a Dios, nuestro
Señor.
Dios nos habla
•
“Jesús decía a los discípulos: «Había un hombre rico que
tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le
dijo: “¿Que es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración,
porque ya no ocuparás más ese puesto”. El administrador pensó entonces: “¿Qué
voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas.
¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar
el puesto, haya quienes me reciban en su casa!” Llamó uno por uno a los
deudores de su señor y preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?” “Veinte
barriles de aceite”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo,
siéntate en seguida, y anota diez”. Después preguntó a otro: “Y tú, ¿cuánto
debes?” “Cuatrocientos quintales de trigo”, le respondió. El administrador le
dijo: “Toma tu recibo y anota trescientos”. Y el señor alabó a este
administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de
este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.
Pero yo les digo: Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el
día en que este les falte, ellos los reciban en las moradas eternas. El que es
fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo
poco, también es deshonesto en lo mucho” (Lc
16, 1ss).
•
“Escuchen esto, ustedes, los que pisotean al indigente para
hacer desaparecer a los pobres del país… El Señor lo ha jurado por el orgullo
de Jacob: Jamás olvidaré ninguna de sus acciones” (Am 8,4ss).
•
“Querido hijo: Ante todo, te recomiendo que se hagan
peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres,
por los soberanos y por todas las autoridades, para que podamos disfrutar de
paz y de tranquilidad, y llevar una vida piadosa y digna. Esto es bueno y
agradable a Dios, nuestro Salvador, porque Él quiere que todos se salven y
lleguen al conocimiento de la verdad” (1Tim
2,1ss).
Nosotros le hablamos
•
“Bendito sea el Nombre del Señor, desde ahora y para siempre”
(Salmo 112).
•
“Dios nuestro, que estableciste el fundamento de la ley
divina en el amor a ti y al prójimo, concédenos que, cumpliendo lo que mandas,
merezcamos alcanzar la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los
siglos” (Oración Colecta).
Nuestra vida cambia
•
¿Tratamos de ser fieles a Dios en las cosas de cada día?
•
¿Rezamos por la paz del mundo entero, tratando, a la vez, de
ser sembradores de paz con nuestras obras?
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