Cristo nos sólo es
Pan, ni sólo es Palabra encarnada. Es también Luz. En toda la liturgia hoy
resplandece la Luz de Dios. Belén es la casa del Pan, que nos alimenta y es
Palabra Encarnada que nos habla, Palabra vivificadora, regeneradora,
santificadora… a quienes están atentos receptivos. Y hoy en esta Nochebuena
queremos comentar una riqueza más del misterio de Belén: es Luz ¿No decimos:
dio a luz?
I. ¿Dónde se
aprecia más la luz?
Es la oscuridad,
Isaías nos ayudará en esta primera reflexión de Cristo Luz: “El pueblo que
caminaba en tinieblas, vio una luz grande, habitaban tierras de sombras, y una
luz les brilló”
¿Es que acaso
parte de la humanidad no caminaba en tinieblas, y a palpas porque todavía no se
ha encontrado con Cristo Luz? Tinieblas y sombras son el pecado, la corrupción,
la mentira, la malversación de fondos. Tinieblas y sombras son las guerras, la
violencia, el terrorismo, los crímenes, que suceden al mundo. Tinieblas y
sombras son la opresión, el yugo y el bastón con que todavía a 21 siglos de la
Venida de Cristo, son azotados algunos hermanos nuestros. La misma ciudad de
Belén está vestida de luto y sin posada por las fuerzas oscuras de la
violencia.
¿Esta parte de la
humanidad ciega podrá ver la luz-de Cristo, en esta Nochebuena, o seguirá
tropezando, hiriéndose, cayendo en medio de tierras de sombras? “A esta
humanidad una luz le brilló”
¿Es que acaso
nuestra Patria no caminaba por sombras inciertas, inseguras… era conducida por
gente no iluminada por Cristo-luz de los pueblos y de los corazones?
Y porque no vemos
nos quitan el botón de nuestra fe y de nuestros valores morales y cristianos…
Necesitamos ver. Y
Cristo en esta Nochebuena se nos presenta como Luz que ilumina nuestro camino
hacia el Padre, hacia la eternidad. Cristo luz ilumina nuestra conciencia para
que pueda siempre percibir y distinguir el bien del mal.
¿Dónde se aprecia
más la luz? En la oscuridad. Por eso Cristo hoy se aprecia mucho más.
II. ¿Qué se
necesita para ver esta Luz?
Abrir los ojos.
Por más luz que haya, si yo cierro los ojos, no veo. Abrir los ojos significa
limpiarlos, pues, tal vez las lagañas o el llevar una vida disipada nos impide
ver esa luz.
San Pablo en su
Carta a Tito, nos pone en conocimiento de todo aquello que nos impide ver a
Cristo Luz, todo aquello que nos cierra los ojos del alma para ver esa Luz que
emana de Belén: dejarse levar por los deseos y apetencias mundanas, y por una
vida sin religión, es decir, sin referencia a Dios y a la moral. ¡Cuántas leyes
emanan nuestros gobiernos sin referencias a Dios! ¡Cuántas cosas estamos
tentados a hacer, que no llevan esa referencia a Dios, que no goza de esa luz
de Dios: odio, malquerencia, violencias, impurezas, envidias, ambiciones,
egoísmos, juergas y fiestas mundanas y peligrosas para la fe y la moras!
Y Pablo nos da el
colirio para curar nuestros ojos y así ver esa luz de Cristo que brota de
Belén: sobriedad de vida, honradez, piedad, como la vida de esos pastores
sencillos.
“El pueblo que caminaba
en tinieblas vio una luz grande”. Abramos los ojos para ver esa luz. El solo
mirar esa luz ya nos va purificando
III. ¿Qué hacer
con esta luz de Cristo que recibimos en esta Nochebuena, en esta Noche
venturosa, en esta Noche llena de claridad?
Nos contesta San
Lucas en su Evangelio:
Los ángeles
llenaron de luz a los pastores, los envolvieron en esa claridad. Y los pastores,
felices, contentos, después que fueron a Belén, y se dejaron iluminar con esa
Luz de Cristo… salieron corriendo a comunicar a todos esa luz, a llevar esa
claridad, el calor de ese Cristo-Luz.
Los corazones de
estos pastores estaban caldeados, entusiastas por el contagio de esta luz.
Cristo-luz en esta
Noche Buena nos pide a todos nosotros llevar esa Su Luz por todos los rincones.
- A nuestros
hogares, para que con esa luz de Cristo podamos compartir esa Pan que también
hoy recibimos.
-Entre nuestros
amigos y vecinos, para que esa luz de Cristo disipe las sombras de la
desesperanza e inseguridad.
- Entre quienes
sabemos que están necesitados de esa Luz de Cristo.
No nos quedemos
con ese Pan, repartámoslo.
No nos quedemos con
esa Palabra, comuniquémosla.
No nos quedemos
con esa Luz, llevémosla por todas partes.
¡Este es el
misterio de la Navidad! ¡A todos ustedes
les deseamos una Feliz Noche Buena y Feliz Navidad! Que brille en sus familias
la luz de Cristo. AR
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