Obispo, 23
de Mayo
Martirologio Romano: En Sinnada (Çifitkasaba), lugar de Frigia,
en lo que hoy es Turquía, san Miguel, obispo, hombre pacífico, que favoreció la
paz y la concordia entre griegos y latinos, pero enviado al exilio por defender
el culto de las imágenes sagradas, murió lejos de su patria (†
826).
Nació en Sinnada, Frigia, en el seno de una familia
rica, de la que él fue el único vástago. Ingresó en la vida religiosa después
de cursar estudios en Constantinopla. Ingresó en el monasterio de la orilla
asiática del Bósforo que había fundado Nicéforo, futuro patriarca de
Constantinopla. Lo era por entonces el insigne san Tarasio, quien ordenó de
sacerdote al monje Miguel.
Acreditado como monje culto y piadoso, fue elegido
metropolita de su patria Sinnada (san Tarasio fue quien lo consagró como
obispo) y en calidad de tal asistió al II Concilio de Nicea en el 787. San
Tarasio también lo eligió para que llevase a Roma la carta sinodal al papa san
León III. Hombre pacífico y amable, fue enviado por el emperador Nicéforo I a
Bagdad para negociar la paz ante el califa Harún-Al-Raschid, que consiguió,
pero que el propio emperador rompería posteriormente. Desempeñó también una
legación ante Carlomagno (812) quien firmó un tratado con Bizancio.
Vuelto ya a Constantinopla, fue testigo de la
convulsión del Imperio tras la derrota de Miguel I por los búlgaros, lo que
trajo su destronamiento y sustitución por León V el Armenio. Este emperador
convocó una asamblea de eclesiásticos y funcionarios en Constantinopla en 814 y
anunció su decidida voluntad de acabar con el culto a las sagradas imágenes. En
esta asamblea Miguel dijo con toda claridad que él estaba por la fe ortodoxa
proclamada en el II Concilio de Nicea y que no se avendría a los deseos del
Emperador. Entonces fue depuesto y desterrado a Galazia y llevado de prisión en
prisión hasta la muerte de León V. Le fue devuelta la libertad pero no pudo
volver a su sede. Vivió con modestia y santidad hasta su muerte en brazos de su
amigo san Teodoro Studita el 23 de mayo del 826.
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