La Sociedad
Argentina de Hipertensión Arterial destacó que ningún método de medición con
sensores colocados en teléfonos inteligentes ha sido validado de acuerdo a
estándares internacionales.
Un sensor óptico capaz de medir
la presión arterial es una de las novedades que incorpora el Galaxy S9, el
último teléfono inteligente de Samsung que acaba de desembarcar en el país. A
raíz de eso, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) emitió un
comunicado en el que advierten sobre la fiabilidad de los sensores de los
smartphones, y recuerdan que la medición de la presión arterial debe hacerse
con equipos validados, utilizando la técnica correcta.
“Hasta el día de hoy ningún
método con sensores colocados en smartphones ha sido validado de acuerdo a
estándares internacionales, y por ende no podemos asegurar que las mediciones
que realizan sean confiables”, afirmó el Dr. Pablo Rodríguez, miembro de la
comisión directiva de la SAHA.
El profesional, no obstante,
sostiene que eso no impide que quien cuente con un equipo con esa
característica pueda utilizarlo para registrar su presión arterial, “pero
cualquier valor que se tome con él debería ser convalidado por una medición
tradicional en las condiciones adecuadas antes de generar una consulta médica o
provocar una alarma innecesaria”.
Desde la SAHA destacan, no
obstante, que el S9 no es el único teléfono celular con tensiómetro -también lo
trae el módulo Lenovo Vital para la familia Moto Z de Motorola, ejemplifican- y
sostienen que desde la institución no rechazan las innovaciones tecnológicas.
“Este tipo de desarrollos generan hoy más ruido que utilidad, pero es de
esperar que en los años venideros estas técnicas se perfeccionen y permitan
obtener lecturas de presión arterial válidas”, consideró el Dr.
Rodríguez.
Para medirse la presión con el
S9 es necesario descargar la aplicación My BP Lab, desarrollada en conjunto por
Samsung y la Universidad de California San Francisco (UCSF). La app aprovecha
el sensor óptico innovador disponible en los S9 y S9 + y proporciona a los
usuarios que se unan al programa información sobre sus niveles de estrés y
presión arterial.
“Este sensor óptico está
integrado en el dispositivo y permite que la presión arterial sea medida
directamente por el teléfono inteligente sin ningún hardware externo”, sostiene
un artículo publicado en febrero por la Universidad. La aplicación requiere
para su configuración el ingreso de datos básicos de salud, tras lo cual se
puede realizar la medición colocando el dedo en los sensores próximos a la
cámara.
Considerando que la única forma
de hacer el diagnóstico de hipertensión arterial es tomándose la presión, el
Dr. Rodríguez sostuvo que “cualquier forma de control en principio tiene un
impacto positivo”. No obstante la medición mediante métodos como los que
plantean los nuevos teléfonos móviles “todavía no son lo suficientemente
confiables como para hacer el diagnóstico, y debe ser corroborada mediante
mediciones tradicionales”.
Para los usuarios de estos
dispositivos, el Dr. Rodríguez recomendó evitar registrar la presión arterial
ante momentos de estrés, situaciones emotivas o en presencia de dolor, “porque
en todos estos casos se desencadenan reacciones relacionadas con la alarma que
hacen subir transitoriamente la presión arterial y pueden inducir a error y a
reacciones urgentes generalmente innecesarias”.
Otra cosa que se debe evitar es
caer en la “presuromanía”, ya que los pacientes al poseer un equipo al alcance
de la mano que registra con facilidad la presión arterial podrían verse
tentados a controlarse en diferentes circunstancias varias veces al día,
generando una dependencia de los valores de presión arterial “claramente
contraproducente”.
El reciente Consenso Argentino
de Hipertensión Arterial planteó pautas para una correcta medición arterial
dentro y fuera del consultorio. “Entre las recomendaciones figura que las
mediciones se deben hacer siempre por duplicado y sin redondeos; si hay más de
5 mmHg de diferencia se deben considerar más mediciones”, explicó el Dr. Marcos
Marín, secretario de la SAHA.
“Fuera del consultorio se
recomienda el MAPA de 24 hs (monitoreo ambulatorio de la presión arterial) y el
MDPA (monitoreo domiciliario de la presión arterial), siendo ésta última una
práctica de cada vez mayor uso, ya que empodera al paciente y por tanto mejora
la adherencia al tratamiento antihipertensivo”, añadió.
El nivel de control de la
presión arterial elevada en la Argentina es muy pobre. Casi cuatro de cada 10
desconocen ser hipertensos y sólo uno de cada cuatro hipertensos está bien
controlado, destaca el comunicado de la sociedad científica, que durante este
mes llevará adelante la campaña “Conoce y controla tu presión arterial” en
varios centros de salud del país.
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