Con motivo del Día Mundial de la Esclerosis
Múltiple, los especialistas advierten que es muy importante el conocimiento
de la enfermedad, la consulta a tiempo y el correcto diagnóstico. Entre sus síntomas
más comunes se encuentran alteraciones en la sensibilidad, la visión y el
lenguaje, y síntomas cognitivos.
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad crónica,
autoinmune, que afecta al sistema nervioso central, compuesto por el cerebro y
la médula espinal. Genera lesiones desmielinizantes y daño de la sustancia gris
por degeneración. «La mielina es fundamental para que el nervio conduzca la
información de forma eficaz, por lo que si la lesión ocurre la conducción se
torna más lenta y pueden hacerse evidentes los síntomas neurológicos», explicó
la Dra. Verónica Tkachuk, médica neuróloga de la División
de Neurología del Hospital de Clínicas.
«Existen varias formas de presentación de la enfermedad. La más
frecuente es como ‘brotes’ o ‘recaídas’: síntoma neurológico que dura más de 24
horas, mejora al cabo de días a semanas y en ocasiones puede dejar secuelas. La
mayoría de las veces se requiere un tratamiento con corticoides a dosis altas
para poder acortar el período de los síntomas. Existen otros subtipos en los
que predomina la presentación en forma insidiosa de los síntomas en forma
progresiva, no como brotes, limitando muchas veces la funcionalidad del
paciente», añadió la especialista.
Los síntomas de la enfermedad dependen de dónde se ubiquen las ‘placas’
desmielinizantes. Los pacientes pueden presentar: alteración de la
sensibilidad; disminución de la fuerza (dificultad para caminar, torpeza, o
debilidad de los miembros); pérdida de la visión, generalmente unilateral
(neuritis óptica); vértigo, alteración de los movimientos oculares, visión
doble; alteraciones en el lenguaje; inestabilidad al caminar o incoordinación
para realizar movimientos; inflamación medular (mielitis); trastornos
esfinterianos; o síntomas cognitivos o de manera infrecuente psiquiátricos.
La experta resaltó además, que el conocimiento de la enfermedad, la
consulta a tiempo y el correcto diagnóstico por parte de neurólogos capacitados
contribuye a que la reconozcamos en mayor medida en relación a años previos:
«Aunque también existen datos que hablan de sobrediagnóstico, por eso siempre
recomendamos que una vez realizado el diagnóstico el seguimiento se realice en
un centro especializado en enfermedades desmielinizantes para poder abordarlo
en forma correcta y comenzar un tratamiento adecuado».
La enfermedad fue descripta por primera vez en 1868 por el neurólogo
francés Jean Martin Charcot y desde entonces el diagnóstico y el tratamiento
fueron evolucionando. «Hoy en día existen muchas maneras de estudiarla y
abordarla a la hora de frenar la inflamación de las células del cerebro, evitar
sus consecuencias y enlentecer su progresión», destacó la experta y precisó:
«Esta inflamación se produce porque el sistema inmunológico, ante una señal
anómala, activa una cascada inflamatoria que genera el daño de la mielina y
axones».
El tratamiento de la Esclerosis Múltiple va a depender del tipo de
enfermedad, de su severidad en relación a los brotes y al número de lesiones en
resonancia magnética, y de los pronósticos que se identifican en el paciente.
«En 1993 se aprobó el primer tratamiento para esta enfermedad, que fue el
Interferón. Hoy en día contamos con más de diez tratamientos que pueden ser
inyectables, orales o endovenosos, con una eficacia cada vez mayor y un nivel
de seguridad en relación a efectos adversos también apropiado. Muchos más están
en etapa de investigación, y seguramente en los próximos años tendremos un
abanico aún mayor a la hora de abordar la patología», puntualizó la Dra.
Tkachuk.
En relación a los factores que contribuyen a la aparición de la
inflamación de las células nerviosas del cerebro, indica que existe una
predisposición genética, a la que se suman varios factores ambientales que
contribuyen a su aparición: «Tabaquismo, déficit de vitamina D, exposición
previa al virus de Epstein Barr u obesidad en la adolescencia. A su vez, hay
ciertas latitudes, en zonas con poca exposición solar anual, en donde la
enfermedad es más prevalente. Tal es el caso de Estados Unidos, Canadá, los
países nórdicos y algunos de Europa, donde la prevalencia es de entre 200 a 250
casos por 100.000 habitantes».
La Esclerosis Múltiple se presenta mayormente en pacientes jóvenes. Los
primeros síntomas aparecen entre los 20 y 40 años, siendo más frecuente en el
sexo femenino por una relación de 4 a 1. Sin embargo, la Dra. Tkachuk aclaró
que no se trata de una enfermedad hereditaria: «Si se tiene un padre afectado
el riesgo es del 2 al 5%, mientras que si los dos padres están afectados el
riesgo asciende al 20%. Hay algunos genes que se ven implicados en mayor
predisposición a presentarla, pero para que la misma se desarrolle se requiere
además de la predisposición genética, la ocurrencia de factores de riesgo como
los mencionados». BP
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