Es
más frecuente de lo que pensamos. Los creyentes decimos creer en Dios, pero en
la práctica vivimos como si no existiera. Este es también el riesgo que tenemos
hoy al abordar la crisis religiosa actual y el futuro incierto de la Iglesia:
vivir estos momentos de manera «atea».
Ya
no sabemos caminar en «el horizonte de Dios». Analizamos nuestras crisis y
planificamos el futuro pensando solo en nuestras posibilidades. Se nos olvida
que el mundo está en manos de Dios, no en las nuestras. Ignoramos que el «Gran
Pastor» que cuida y guía la vida de cada ser humano es Dios.
Vivimos
como «huérfanos» que han perdido a su Padre. La crisis nos desborda. Lo que se
nos pide nos parece excesivo. Nos resulta difícil perseverar con ánimo en una tarea
sin ver el éxito por ninguna parte. Nos sentimos solos, y cada uno se defiende
como puede.
Según
el relato evangélico, Jesús está en Jerusalén comunicando su mensaje. Es
invierno y, para no enfriarse, se pasea por uno de los pórticos del Templo,
rodeado de judíos, que lo acosan con sus preguntas. Jesús está hablando de las
«ovejas» que escuchan su voz y lo siguen. En un momento determinado dice: «Mi
Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano
de mi Padre».
Según
Jesús, «Dios supera a todos». Que nosotros estemos en crisis no significa que
Dios esté en crisis. Que los cristianos perdamos el ánimo no quiere decir que
Dios se haya quedado sin fuerzas para salvar. Que nosotros no sepamos dialogar
con el hombre de hoy no significa que Dios ya no encuentre caminos para hablar
al corazón de cada persona. Que la gente se marchen de nuestras Iglesias no
quiere decir que se le escapen a Dios de sus manos protectoras.
Dios
es Dios. Ninguna crisis religiosa y ninguna mediocridad de la Iglesia podrán
«arrebatar de sus manos» a esos hijos e hijas a los que ama con amor infinito.
Dios no abandona a nadie. Tiene sus caminos para cuidar y guiar a cada uno de
sus hijos, y sus caminos no son necesariamente los que nosotros le pretendemos
trazar. JAP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario