La pérdida
de audición discapacitante afecta a más del 5% de la población mundial.
Incluso, muchas personas que creen que escuchan perfectamente tienen daño
auditivo, afección que es irreversible. Aquí repasamos qué puedes hacer por la
salud de tus oídos.
El oído
tiene tres partes: el externo, por donde ingresan las ondas sonoras, el medio,
donde estas ondas hacen vibrar el tímpano y viajan por los osículos hasta el
interno, órgano que trasmite los impulsos nerviosos al cerebro. Las
enfermedades en el oído pueden causar problemas de equilibrio o de audición y
sordera.
Muchos
factores pueden causar enfermedades en el oído, como las infecciones, más
comunes en bebés o niños, o los ruidos fuertes, que se caracterizan por
producir un leve y constante zumbido, el ejemplo más claro es el tinnitus. También
puede ser por problemas con líquido en el oído medio, como lo que ocurre en la
Enfermedad de Ménière, o por la presión del agua o aire.
No solamente
el ruido del trabajo es el responsable de la contaminación sonora a la que nos
exponemos a diario. Muchos expertos coinciden que incluso los sonidos de las
actividades cotidianas también pueden dañar la audición, y una vez que se
pierde es imposible recuperarla. Para mantener tus oídos a salvo ten en cuenta
las siguientes recomendaciones:
Controla el volumen
Así no
tengas un dispositivo que mida el nivel del sonido, es fácil saber si el ruido
a tu alrededor es excesivo. Si tú o quienes están a tu lado necesitan gritar
para ser escuchados o no pueden entenderse incluso estando cerca, el sonido es
demasiado alto y puede dañar tus oídos a corto y largo plazo. Para este tipo de
situaciones la solución es bastante sencilla: baja el volumen. Si miras
televisión o usas dispositivos móviles, ponlos en un nivel cómodo, lo
suficientemente alto como para que no tengas que esforzarte para escuchar, pero
tampoco tanto, al punto que cuando salgas de la habitación se escuche desde
otra parte de tu casa.
Aléjate del ruido fuerte
En medida de
lo posible, toma distancia del ruido, ya sea en tu hogar, el trabajo o lugares
públicos. Las actividades cotidianas, como usar herramientas eléctricas, cortar
el césped o asistir al gimnasio donde la música está muy fuerte pueden afectar
seriamente tu capacidad auditiva. Esta precaución se extiende a los más
pequeños, mantenlos alejados de la música o equipos ruidosos.
Toma descansos del ruido
Evita las
actividades y los lugares demasiado ruidosos. Si es necesario que permanezcas
en estos ambientes o si debes realizar algún trabajo que implique ruidos
fuertes, los especialistas aconsejan hacer pausas frecuentes para darle un
‘respiro’ a tus oídos.
Usa protección
Alrededor
del 70% de las personas expuestas a ruidos fuertes nunca o rara vez usan
protección auditiva. Sea en casa o en espacios públicos, si no puedes seguir
los consejos anteriores y evitar los sonidos fuertes, recurre a dispositivos de
protección. Puedes optar por tapones y orejeras, solo recuerda tenerlos siempre
a la mano.
Peligro del entorno
Si sueles
asistir a conciertos, construcciones, aeropuertos, estaciones de tren, carreras
de autos, actividades de caza o tiro, o incluso si cortas el césped
regularmente deberás proteger tus oídos. Los profesionales recomiendan que
quienes suelen estar expuestos a estos entornos pidan asesoría a su audiólogo
sobre tapones personalizados.
Hazte una prueba
La mayoría
de los adultos nunca hicieron una prueba de audición. Por eso, en tu próximo
examen físico anual, puedes pedirle a tu médico que la incluya como parte de tu
chequeo de rutina. Esta le da a tu audiólogo una línea de base que puede
comparar con resultados futuros para monitorear la progresión de la pérdida
auditiva, mientras que a ti te permitirá saber cómo está la salud de tus oídos.
HD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario