Pasar mucho tiempo en ambientes cerrados y mal ventilados es una causa
‘muy importante’ para facilitar la circulación de virus respiratorios como la
gripe, el resfrío o la neumonía, indicaron especialistas, que advirtieron que
‘es un mito’ que solo influye la exposición al frío o los cambios bruscos de
temperatura en la aparición de infecciones tan comunes en el invierno.
“Con las bajas temperaturas surgen este tipo de preguntas y hay algunas
cosas que son medio mito. La exposición al frío de las vías respiratorias
altera un poco el mecanismo de defensa local en la mucosa respiratoria y podría
predisponer a la aparición de infecciones”, explicó el Dr. Alejandro Chirino,
médico neumonólogo, coordinador de la sección Infecciones Pulmonares de la
Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).
Pero el especialista sostuvo que “también es cierto que en el invierno
pasan otras cosas como por ejemplo que las personas estamos más juntas, más
cerca, con menos ventilación de los ambientes y eso es una causa muy importante
de transmisión de las infecciones”.
Respecto a la creencia de que podemos enfermarnos por tomar frío, el Dr.
Chirino precisó que “cuando uno respira por la nariz, que es lo fisiológico
normal, hay todo un mecanismo en las fosas nasales y en la cavidad nasal que
filtra, calienta el aire y lo humidifica”.
Y agregó: “Tendría que ser una temperatura muy extrema para que
respirando por nariz entre un aire demasiado frío hacia los pulmones”.
En el mismo sentido, el Dr. Martín Maillo, médico neumonólogo y
alergólogo, indicó que “cuando el frío es extremo o se da un cambio de
temperatura hacía mucho frío y se produce la entrada de aire frío al aparato
respiratorio, eso provoca un efecto inflamatorio que favorece las infecciones”.
Sobre el impacto del frío en las vías respiratorias, el especialista
detalló que “la primera barrera defensiva es el moco normal que habitualmente
tenemos en nuestra nariz y en la garganta, eso se llama inmunidad innata y es
lo primero que se daña cuando existe una agresión como el aire frío”.
En ese sentido, precisó que “al dañarse esa barrera, es la puerta de entrada
para que un virus o bacterias que nosotros muchas veces respiramos
habitualmente pueda entrar y a partir de ahí generar una infección. Por eso es
que existe una relación muy estrecha entre los días de frío y la mayor
frecuencia de infecciones del tracto respiratorio, fundamentalmente por virus”,
añadió y señaló que “eso se da por el mismo frío y también porque la gente al
estar con las casas y los lugares compartidos más cerrados favorece la mayor
capacidad de infección de las virosis respiratorias”.
A modo de ejemplo, el Dr. Maillo, miembro de la sección Enfermedades
Obstructivas de la AAMR, describió la situación que se dio al comienzo de la
pandemia por coronavirus.
“Por más que hubiéramos tenido días muy fríos, el hecho
de estar con protección respiratoria como el barbijo, el distanciamiento
social, y en algunos momentos también el aislamiento personal hizo que las
infecciones respiratorias más allá de Covid desaparecieran”, apuntó.
Respecto a la situación epidemiológica actual, indicó que con una
población totalmente activa y en muchos casos sin la utilización de protección
respiratoria como tapabocas y barbijo, “las infecciones respiratorias volvieron
a ser sumamente frecuentes además de Covid-19”.
Otro aspecto que observó es que este año las infecciones virales
cambiaron su estacionalidad. “En adultos y en niños tuvimos la aparición de
influenza en momentos tempranos del inicio del otoño”, dijo.
Entre las causas, el Dr. Maillo mencionó que “se asume un cambio
ecológico relacionado con la preponderancia de un virus sobre otro que fue lo
que pasó en los últimos dos años”.
Y precisó que cuando disminuyó la prevalencia de Covid, empezaron a
expresarse de nuevo los virus que estuvieron ‘dormidos’ con la particularidad
de que “las personas no se expusieron a estos virus durante dos años y
perdieron la posibilidad de generar inmunidad como se da año tras año”.
Frente a este contexto, los síntomas más frecuentes de una infección
respiratoria son la congestión y el goteo nasal, tos, estornudos, dolor de garganta,
disfonía y sequedad.
“Cuando uno está con síntomas en invierno es por un
virus en el 99% de los casos, ya sea más o menos intenso, pero en ese momento
se está contagiando”, sostuvo el Dr. Chirino y añadió que “habría que empezar a
ser más conscientes y tomar precauciones como no compartir utensilios, tratar
de cuidarse y no estar demasiado en contacto con otras personas”.
Medidas
de prevención
Las poblaciones más vulnerables son las niñas y
niños, los adultos mayores de 65 años y pacientes con patologías de riesgo
asociadas, por lo que los especialistas recomendaron que estos grupos completen
sus calendarios de vacunación contra la gripe, la neumonía y el coronavirus.
Entre las medidas de prevención, también destacaron la importancia
proteger las vías respiratorias con el barbijo al exponerse al frío y evitar
cambios bruscos de temperatura manteniendo una “calefacción razonable, que uno
pueda estar sin pasar frío y ligeramente abrigado para no sofocar los
ambientes”.
Otro punto que resaltaron fue mantener una ventilación adecuada: “Las
casas y habitaciones se deben ventilar idealmente una hora a la mañana y una
hora a la tarde. Eso
sería lo mínimo que en esta época deberíamos hacer y no solamente por la
temperatura, sino también por la fauna y la flora que crece dentro de las
habitaciones”, precisó el Dr. Maillo.
“Es una muy buena manera de evitar, por ejemplo, que
los ácaros del polvo aumenten y afecten a quienes son alérgicos”, agregó y
advirtió que el invierno provoca una mayor exposición a los aeroalérgenos
intradomiciliarios como los ácaros, los hongos o epitelios de animales. “La ventilación en estos casos es preventiva de
problemas de alergia también”, concluyó. BP
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