Compartir, ayudar y motivar son las prioridades de este blog, tratando de iluminar el camino de nuestros semejantes con nuestra pequeña luz interior, basados en tres pilares fundamentales: "Respeto, Humildad y Honestidad"
martes, 28 de febrero de 2023
Tranquilidad de invierno...
En la corriente de la luz de la luna...
La vida es eso...
En tiempos tan difíciles...
León de Bayona, Santo
Los vascos, desplazados de su tierra natal, se habían asentado en las montañas de Vizcaya y en los desiertos del territorio de Labourd. La luz de la fe había llegado a estas tierras en los primeros siglos del cristianismo, pero los estragos de las invasiones la habían casi totalmente oscurecido. León, luego de una peregrinación a Roma y comisionado por el Papa, llegó con sus hermanos a Bayona hacia el año 900.
No es seguro que haya llegado a ser obispo de esta ciudad, pero al menos sabemos que hizo conocer a Jesucristo, y fundó una iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora. Su empeño apostólico floreció en la tierra de Labourd, en las Landes, y más allá de Burdeos, y en Vizcaya y Navarra. Fue decapitado a causa de su fe a manos de unos piratas, quizás junto con su hermano Gervasio, el 1 de marzo de un año incierto, cercano al 900. Sus reliquias se conservan en la Catedral de Bayona, y se le honra como patrono de la diócesis.
Se han conservado dos relato de su vida, pero los dos muy tardíos (siglos XV y XVI), y llenos de datos contradictorios, por lo que es difícil establecer hechos fidedignos más allá de lo mencionado. En muchos santorales se lo presentaba (y se lo presenta aun) como arzobispo de Rouen antes de ser nombrado para la misión en Bayona, pero esta identificación es ficticia y carente de todo fundamento. En Pamplona, Tudela, San Sebastián y Bilbao se celebra la memoria de este evangelizador.
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Día litúrgico: Miércoles I (A) de Cuaresma
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lunes, 27 de febrero de 2023
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Antonia de Florencia, Beata
Antonia sentía la urgencia de una regla más austera, de una pobreza más rígida, de una abnegación más perfecta. Con la aprobación de Nicolás V, y la bendición de san Juan de Capistrano, Vicario general, en 1447 se retiró con doce compañeras al monasterio del Corpus Domini para observar en todo su rigor la primera regla de Santa Clara. San Juan de Capistrano le encomendó la dirección del monasterio para que fuera modelo del nuevo espíritu «observante» también en la Segunda Orden, la rama femenina franciscana.
Por muchos años fue superiora modelo, reformadora de las costumbres, ejemplo de virtudes y de obediencia. Sufrió desventuras y calumnias pero no la postraron. Venció sus propias tribulaciones curando las ajenas. Al acercarse la muerte, llamó a sí a sus cohermanas para recomendarles la exacta observancia de la regla y la caridad fraterna. Tenía 71 años cuando murió, el 28 de febrero de 1472. La ciudad de Aquila la veneró como santa desde su muerte. Aprobó su culto Pío IX el 17 de septiembre de 1847.
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Los cuervos y la ardilla…
¡Cuervos malvados! pensé.
La ardilla al final se rindió y se marchó por otro camino.
Un guardia, que se encontraba cerca, miraba el incidente igual que yo. Por eso me acerqué y le comenté:
¿Vio lo que hicieron los cuervos, a la pobre ardilla? ¡Qué malos son!
¿Cómo? Exclamó el hombre indignado ¿Qué dice usted? ¿Acaso no se dio cuenta?
No supe comprender y el guardia continuó: La ardilla quería subir… por el nido de los cuervos, ¡para comerse sus huevos!
¡Imposible! repliqué.
Hay un nido arriba y esta ardilla cada vez que puede sube a robarse un huevo. ¡Los cuervos defendían su nido!
Pasé la mañana pensando en lo rápido que somos para juzgar a los demás. Y cuánto nos equivocamos.
La experiencia de los cuervos y la ardilla, me enseñó el valor de no juzgar anticipadamente. De pensar con un toque de caridad.
Como dice mi esposa Vida: “No ver las apariencias, sino el corazón”.
Y sobre todo, lo más importante, aprender a amar a todos mis semejantes, por distintos que sean o piensen. Amarlos a todos, sin juzgar, sin criticar, sin pensar mal de ellos, sin hacerles daño… sencillamente amarlos por lo que son: ‘mis hermanos’. CC
Día litúrgico: Martes I (A) de Cuaresma
27 de Febrero...
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domingo, 26 de febrero de 2023
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Seguí adelante...
Basilio y Procopio Decapolita, Santos
En efecto, la principal corriente religiosa de la cristiandad admitía con naturalidad el culto de las imágenes, quizás sin hacer grandes reflexiones teológicas, sino viviendo la encarnación del Verbo como un hecho que afecta también al modo de darle culto: en la encarnación se restaura también el valor de todo lo humano como camino hacia Dios.
No debe sin embargo dejar de señalarse que en ese culto de las imágenes había también mucho abuso y desviación. Hoy tenemos teológicamente en claro (precisamente como resultado de la contienda iconoclasta) la diferencia entre la doración (latreia) debida sólo a Dios, y la veneración (douleia e hyperdouleia) debidas a las imágenes, a los objetos santos, a los propios santos, y a la Madre de Dios. Pero todo esto es fruto de distinciones que fue necesario hacer, para a la vez oponerse a la radical supresión de las imágenes que pretendía el Imperio, así como corregir los abusos del propio culto, muchas veces excesivo, ‘latreútico’, a las imágenes y objetos santos.
Muchos obispos eran partidarios de la política iconoclasta; la principal oposición en Oriente a la postura del Emperador vino de parte de los monjes, quienes de alguna manera hacían el puente entre la fe formada y la fe sencilla del pueblo. Ellos comprendían el culto de las imágenes no como un punto teórico a discutir, sino como un verdadero camino de expresión de la fe, en medio de una población mayoritariamente ágrafa.
Muchos por esta causa fueron exiliados, excomulgados, o muertos martirialmente. Entre ellos se encuentran los santos monjes confesores que conmemoramos hoy, Basilio y Procopio Decapolita, quienes por oponerse a la iconoclasia imperial, fueron encerrados en prisión hacia el año 735, y de ella sólo fueron liberados por la muerte del Emperador, en el 741, año en que también ellos murieron. San Procopio es celebrado en todos los martirologios el 27 de febrero, mientras que el Menologio griego inscribe a san Basilio el mismo día, y otras fuentes lo hacen un día más tarde, el 28.