Una agencia de viajes, tiene editado un prospecto, de unos circuitos por los Estados Unidos, en los que incluye una visita exterior a las fincas de los supermillonarios. Y uno se pregunta: ¿Qué se pretende con estas visitas? ¿Que la gente se deslumbre ante tanta riqueza? ¿No sería mejor, reflexionar sobre el mal que se le hace al mundo con la fiebre acumulativa de estas personas? Ya es hora de cambiar... y valorar aquello que realmente tiene valor. Esta multitud de gente anónima, que ponen su vida y su esfuerzo al lado de los que más lo necesitan. Aquellos que luchan por un mundo mejor y más justo. Los que luchan contra la pobreza y el hambre. Aquellos que hacen de la cultura de la paz su forma de vida. Aquellos que trabajan para cambiar la cultura del tener, por la cultura del dar. Todo este colectivo anónimo, desconocido, que no sale ni en las revistas, ni en los diarios, ni en la televisión, estos sí que son dignos de ser admirados. Una sociedad adulta e inteligente, es aquella que sabe rechazar lo rechazable, y admirar lo verdaderamente admirable. AP
Compartir, ayudar y motivar son las prioridades de este blog, tratando de iluminar el camino de nuestros semejantes con nuestra pequeña luz interior, basados en tres pilares fundamentales: "Respeto, Humildad y Honestidad"
domingo, 5 de febrero de 2023
Admirar lo admirable…
La
vida es como un mosaico de situaciones diversas, que implican una respuesta por
nuestra parte. Debemos estar atentos a lo que nos rodea, para saber valorar de
forma clara, cada situación, pero para ello hay que tener una correcta
educación sentimental. Podríamos hacer una larga lista de respuestas vitales.
La gratitud, sería la respuesta de afecto y reconocimiento por los favores
recibidos. La compasión, sería aquella capacidad de sentirse afectado por las
desgracias ajenas. La indignación sería la respuesta delante de la injusticia.
La admiración, sería la respuesta de sorpresa delante de todo aquello que nos
parece magnífico o extraordinario. Pero tal vez sea en la admiración donde se
ve con mayor claridad, como va nuestra educación sentimental. Porque con
frecuencia admiramos lo que no es admirable... admiramos personas que no
merecen tal admiración. Personajes hinchados por la fama mediática, artistas
famosos de vida dudosa, multimillonarios, la fortuna de los cuales se ha
hecho sin respetar el derecho de las personas, etc. Una buena educación de los
sentimientos nos llevaría a valorar aquello que realmente tiene valor. Este
sentimiento es necesario para el desarrollo humano de una sociedad. Cuando
valoramos la fanfarronada, y en cambio, lo que es admirable nos pasa
desapercibido, se pone de manifiesto una sociedad humanamente enferma.
Etiquetas:
Reflexión
Ubicación: La Pampa, Argentina
La Pampa, Argentina
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