sábado, 20 de enero de 2024

Jesús cura una mujer en sábado…

“Un sábado estaba enseñando en una de las sinagogas. Y había allí una mujer poseída por un espíritu, enferma desde hacía dieciocho años, y estaba encorvada sin poder enderezarse de ningún modo. Al verla Jesús, la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Y le impuso las manos, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios” (Lc). El milagro es uno más de esa siembra de alegría de Jesús sobre los hombres, la libera del mal espíritu y la sana el cuerpo para que pueda vivir erguida ante Dios y ante los hombres. Pero una vez más el hecho de haber curado en sábado va a crear problemas.
No se permite curar en sábado
“Tomando la palabra el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús curaba en sábado, decía a la muchedumbre: Seis días hay en los que es necesario trabajar; venid, pues, en ellos a ser curados, y no en día de sábado. El Señor le respondió: ¡Hipócritas!, cualquiera de vosotros ¿no suelta del pesebre en sábado su buey o su asno y lo lleva a beber? Y a ésta que es hija de Abrahán, a la que Satanás ató hace ya dieciocho años, ¿no era conveniente soltarla de esta atadura aun en día de sábado? Y cuando decía esto, quedaban avergonzados todos sus adversarios, y toda la gente se alegraba por todas las maravillas que hacía” (Lc). El escándalo farisaico tiene raíces ocultas, que son puestas a la vista en las duras reprimendas que Jesús les dedicó en la comida en casa del fariseo. Entre los fariseos ya se ha corrido la voz de enfrentarse con Él, y lo hacen. Poco parece importar la alegría de la mujer y su liberación; tienen la mirada oscurecida por el legalismo y por el odio a Jesús. El pueblo se alegra con la respuesta de Jesús sobre la hipocresía y por su valentía. EC

No hay comentarios.:

Publicar un comentario