El día de hoy platicaremos de la otra cara de la
moneda, es decir, no el papel como suegra, sino como ser una ‘buena nuera’, y
compartiré contigo algunos de los consejos propuestos por Isabel Llorente en su
libro ‘Suegras y nueras’.
Evita reacciones de ira; no te precipites ni actúes de manera nerviosa o
asustadiza. La seguridad en ti misma te dará la tranquilidad que anhelas.
No creas que la familia
política o la suegra está observando todos los pasos que das. Si fuera así, ignóralo para evitar sufrimientos.
Entre más serena, estés, el clima de la relación será más estable y tú tendrás
mayor tranquilidad para actuar asertivamente.
Sé inteligente: actúa con ecuanimidad y madurez emocional desde
el principio de tu matrimonio. Esto dará más estabilidad a tu hogar, evita ser
demasiado susceptible.
Quizá al principio tengas ciertos sentimientos o
reacciones molestos, pero con tu inteligencia los puedes encauzar
positivamente.
Es lógico que tu
suegra, como madre de tu esposo, conozca muchos detalles sobre su vida. ¡Que esto no cause celos en ti!, Mejor disfruta lo
que te platique sobre sus años de niñez y juventud. Finalmente acabarás
conociéndolo más tu, por ser él ya parte de ti.
Si amas tanto a tu esposo y es un hombre valioso,
agradece a tu suegra que fue quien lo formó. Si tu esposo sabe amar, es que sus
padres le enseñaron a amar y tú estás recibiendo los frutos.
Quiere a tus suegros,
pues tu hogar finalmente tendrá rasgos únicos, pero hay que agradecer lo que se
recibido de familias precedentes.
Respétala mucho. No sabes a ciencia cierta que hay dentro de su
corazón. Además de la soledad, quizá años de lucha y cansancio muy
comprensibles.
Acepta de buen agrado
los consejos que te dé tu suegra. Comprende que las madres tienen un instinto maternal que les
impulsa a seguir cuidando a sus hijos, aunque sean mayores.
Trata de no ver sus
defectos. Llevas su
apellido, que será también el apellido de tus hijos. Da a tus hijos ejemplo de
gran corazón. No rompas la armonía familiar.
Tan abuela es la abuela ‘materna’ como la ‘paterna’.
Llévale también tus hijos a tu suegra, y enséñalos a amar a las dos por igual.
Generalmente un buen
hijo se convierte en un buen esposo. Permítele que cumpla libremente con sus deberes de hijo. ¿Te gustaría
acaso no poder ver a tus padres más que solo una vez al año, o que tus hijos no
pudieran visitarlos y disfrutarlos? Actúa en consecuencia y no hagas a tu
esposo lo que no te gustaría que te hicieran a ti Se objetiva y congruente.
Irás madurando, y debes
aprender a tomar en cuenta lo bueno de las personas, principalmente de tu
suegra.
Los celos pueden
extenderse también a las cuñadas. Tú eres la esposa. Confía en ti misma. El amor de esposo no significa
que deje el de amar al mundo entero, incluyendo a sus hermanos, hermanas y
amigos.
¡Que el matrimonio no sea para ti una manera de
manipular a tu esposo para alejarlo no sólo de su madre, sino de la familia
entera!
Procura tener salud
mental; no le des tantas vueltas a las cosas. Cuando haya un malentendido, habla con tu suegra y entre las dos
decidan que actitudes deben mejorar comprendiendo la percepción y sentimientos
de ambas. Perdonen y olviden, dando pronto vuelta a la página.
Usa el sentido común en lugar de iniciar una
batalla contra tu suegra. ¿Estás siendo objetiva o la perspectiva con la que
manejas las cosas te hace exagerar las cosas o acontecimientos?
Así como entre tu esposo y tus hijos querrás crear
un vínculo familiar amoroso que dure muchos años, inclusive hasta cuando ellos
se casen, procura cuidar el vínculo con tu familia política. El querer a tus
suegros y cuñados te hará aprender a hacer familia.
Podrás vincularte con
tu suegra mientras más comprensión haya en el corazón de las dos. Recuerda la importancia de enfrentar sencilla
y llanamente todo sentimiento encontrado y comunicarse con respeto.
Trasmite a tus hijos la herencia familiar de sus
abuelos paternos y maternos, y verás como en un futuro esto te permitirá tener
a todos tus hijos juntos, con tus nietos felices, en un cálido ambiente
familiar.
Y no me cabe la menor
duda que si tu eres una ‘buena nuera’, tendrás como consecuencia a una muy
‘buena suegra’, y ante todo a una familia en armonía. LLdeC
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