La
noche a menudo puede ser un caldo de cultivo para pensamientos de ansiedad que
se niegan a desvanecerse con la puesta de sol. A medida que el mundo se calma y
las distracciones del día se disipan, nuestras mentes a menudo se consumen con
preocupaciones y miedos que parecen amplificarse en la oscuridad. La
preocupación nocturna puede adoptar muchas formas, desde ansiedades por deberes
incompletos hasta temores sobre el futuro, robándonos la paz que anhelamos
antes de quedarnos dormidos.
En
este artículo analizamos ocho tipos comunes de pensamientos ansiosos que a
menudo nos mantienen despiertos por la noche, investiga sus causas y brinda
consejos prácticos sobre cómo lidiar con ellos.
1. ‘Hay
tantas cosas que necesito hacer’
Este
tipo de pensamiento ansioso muchas veces surge de sentirnos abrumados por las
tareas y responsabilidades que nos esperan. La lista aparentemente interminable
de tareas pendientes puede ocupar un lugar preponderante en nuestras mentes y
dificultar la relajación.
Para
combatir esto, considera utilizar tácticas de gestión del tiempo, como
priorizar esas tareas, dividirlas en pasos más pequeños y manejables y
establecer plazos realistas. Crear una estrategia planificada puede ayudarte a
sentirte menos caótico y tener más control de tus deberes. Además,
practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación
de atención plena antes de acostarte puede ayudar a calmar la mente y promover
un sueño más reparador.
2. ‘¿Tengo
suficiente dinero?’
Los
problemas económicos son quizás la causa más común de ansiedad nocturna para
muchas personas. Innumerables personas en todo el mundo han admitido tener
dificultades para dormir debido a preocupaciones financieras. Según los
terapeutas financieros, la incertidumbre sobre el dinero es un factor
importante en la ansiedad diurna y la inquietud nocturna. Las preocupaciones
sobre facturas, gastos o seguridad financiera futura podrían provocar ansiedad
y alteraciones del sueño.
Para
abordar este tipo de pensamientos ansiosos, comience por comprender claramente
su situación financiera. Crea un presupuesto para realizar un seguimiento
de tus ingresos y gastos, encuentra áreas en las que puedas recortar o
ahorrar y considera formas de aumentar tus ingresos si es necesario.
También puede ser beneficioso contrarrestar cualquier punto de vista irracional
o patrón de pensamiento catastrófico sobre el dinero centrándote en
soluciones prácticas y recordando ocasiones anteriores en las que
abordaste con éxito problemas financieros.
3. ‘No
debería haber dicho eso’
Durante
la noche, muchas personas se encuentran acostadas en la cama, repitiendo en sus
mentes los acontecimientos del día. Esta actividad introspectiva a menudo
implica pensar en interacciones pasadas, como desacuerdos con un cónyuge o
algunas conversaciones desagradables con seres queridos. En lugar de
dejarte consumir por estas reflexiones, es importante girar hacia un
pensamiento proactivo sobre el futuro. Aprovecha la oportunidad para extraer
ideas de estas experiencias y delinear mentalmente estrategias para resolver
cualquier inquietud al día siguiente. Una vez que hayas tomado estos pasos,
reconoce que has hecho todo lo que pudiste durante el día.
4. ‘Debería
haber dicho eso’
Mientras
tanto, otros podrían encontrarse preocupados por las palabras que no se dijeron
en los acontecimientos del día. Quizás experimentaste un momento de
vacilación social o te quedaste sin habla durante un desacuerdo, con las
palabras que deseabas expresar ahora dando vueltas en tu mente. Sin embargo,
insistir en estas oportunidades perdidas sólo obstaculizará su capacidad para
avanzar y encontrar la paz mientras duerme. En su lugar, considera expresar
esos pensamientos no expresados mientras estás acostado en la cama. Hablar en
voz alta puede servir como ejercicio terapéutico y mejorar tu capacidad para
expresarte con confianza en situaciones futuras.
5. ‘Parece
que no puedo apagar mi mente acelerada’
Muchos
de nosotros experimentamos una condición conocida como ‘pensamientos acelerados’
por la noche, donde nuestra mente parece estar a toda marcha, repitiendo
conversaciones, reviviendo eventos pasados o preocupándose por el futuro. Esta
constante charla mental puede hacer que sea difícil calmar la mente y quedarte
dormido. Para lidiar con esto, prueba la meditación de atención plena o
ejercicios de imágenes guiadas que te ayudarán a desviar tu atención de
las ideas que te distraen y enfocarla hacia el momento presente.
Concéntrate en tu respiración mientras entra y sale de tu cuerpo, o imagínate
en un ambiente tranquilo y sereno. También puede ser útil crear una rutina de
sueño relajante que le indique a tu cuerpo y a tu mente que es hora de
relajarte.
Ya sea
bebiendo té de hierbas, atenuando las luces o escuchando música relajante,
encuentra lo que funcione para ti e incorpóralo a tu rutina nocturna.
6. ‘¿Qué
sucederá si me pasa algo malo?’
Este
pensamiento ansioso a menudo gira en torno al miedo a sufrir posibles daños o
desastres mientras estás vulnerable y solo en la oscuridad. Puede deberse a
ansiedades por accidentes, problemas de salud u otros acontecimientos
imprevistos que pongan en peligro tu seguridad o bienestar. Para controlar esta
ansiedad, comienza por reconocer tu miedo sin juzgarlo. Recuerda que
es natural preocuparte por tu seguridad, pero obsesionarte con los peores
escenarios simplemente aumenta la ansiedad.
Tómate
un momento para considerar tus puntos fuertes. ¿Qué rasgos especiales te han
ayudado a superar obstáculos en tu viaje? Recuerda casos de tu pasado
en los que mostraste perseverancia y capacidad para resolver problemas
frente a la incertidumbre.
7. ‘Mañana
tendré un día horrible si no puedo dormir pronto’
A
menudo, sólo pensar en nuestra incapacidad para conciliar el sueño puede ser
suficiente para mantenernos despiertos por la noche. Los pensamientos sobre las
posibles consecuencias de la falta de sueño al día siguiente pueden aumentar
esta sensación de ansiedad.
Afortunadamente,
existen varias técnicas para romper este ciclo de estrés. Escuchar meditaciones
guiadas, cuentos relajantes sobre el sueño o sonidos ambientales relajantes,
como las olas del mar, pueden ayudar, dicen los psicoterapeutas. Estas
estrategias proporcionan a la mente nuevos puntos focales, alejándola de los
pensamientos ansiosos y acercándola a la relajación.
8. ‘¿Estoy
haciendo lo correcto en mi vida?’
Cuando
las responsabilidades y tareas diarias consumen tu atención, la noche puede
convertirse en un caldo de cultivo para reflexiones existenciales más
profundas. Estas contemplaciones suelen girar en torno a la cuestión más amplia
de la dirección de la vida. Tómate el tiempo a lo largo del día para
investigar estas ideas con calma y sistemáticamente para mantener tu sueño
libre de las intrusiones de tales ansiedades. Si estos pensamientos persisten,
habla con un terapeuta. JQR
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