Al
igual que las arrugas que se forman con el tiempo pero que solo notamos de
repente cuando se hacen muy visibles, nuestro cabello también se ve afectado
por los procesos de envejecimiento y otros factores nocivos. Para evitar una
sorpresa desagradable sobre la mala salud de tu cabello, se recomienda realizar
las siguientes 4 pruebas que cualquiera puede hacer en casa en solo unos
minutos.
1. La
prueba del folículo
Como
muchos otros problemas, el daño del cabello a menudo comienza en la raíz, y
esto es exactamente lo que comprobarás ahora. Arranca con cuidado un cabello de
tu cabeza, tratando de agarrarlo lo más cerca posible de la base para
arrancarlo por completo. Examina la raíz del cabello en la base del folículo
para ver su forma: una raíz redondeada en forma de bulbo indica un cabello
saludable, mientras que una raíz delgada o desigual sugiere que tu cabello está
débil y necesita tratamiento.
2. La
prueba del vaso de agua
Esta
prueba ayuda a comprobar el estado de tu cabello mediante una sencilla prueba
de flotación: el cabello sano es relativamente uniforme y no se ve afectado por
la absorción de agua, mientras que el cabello dañado suele absorber líquidos.
Por lo tanto, para comprobarlo por ti mismo, arranca una pequeña cantidad de
cabellos de diferentes zonas de tu cuero cabelludo, como cerca de la frente,
por encima de las orejas a ambos lados y de la parte superior, y colócalos en
un vaso de agua normal. El cabello sano flotará, mientras que el cabello dañado
o descuidado comenzará a hundirse lentamente.
3. La
prueba del tirón
No te
preocupes, no vas a arrancarte todo el cabello... Para realizar esta prueba,
debes arrancar un solo cabello de tu cabeza, sujetarlo por ambos extremos y
tirar. Hazlo unas cuantas veces con una fuerza de tracción que aumente
gradualmente, de débil a fuerte. Si cada vez que liberas la tensión, el cabello
‘recupera’ su forma y resiste fuertes fuerzas de tracción, su estado es bueno.
Por otro lado, si el cabello no muestra elasticidad después de tirarlo o se
rompe fácilmente incluso con una fuerza de tracción débil, es probable que
tenga problemas.
4. La
prueba de la rugosidad
Un
cabello sano es suave y, para comprobarlo, puedes utilizar dos herramientas muy
accesibles: tus dedos y una lupa o un smartphone. Primero, lleva una mano a tu
cabeza y separa un pequeño grupo de pelos del resto de la cabeza utilizando tus
dedos. Ahora, levanta la otra mano y pasa el grupo de pelos entre tu pulgar y
tu índice; intenta hacerlo desde las puntas del cabello hasta las raíces del
cuero cabelludo. Si sientes que tu cabello está áspero, es posible que debas
examinarlo más de cerca y, para ello, puedes utilizar una lupa o aplicaciones
de aumento para smartphones. Si un primer plano revela un cabello ‘roto’,
desigual o no liso, es señal de que no está sano...
¿Qué
hacer si notas que tu cabello no está sano?
·
Utiliza aceite de menta para potenciar la salud
de tu cabello.
·
Prueba el romero para ayudar a tu cabello a
superar los problemas.
·
Adopta los principios de la dieta mediterránea,
que ha demostrado su eficacia científica para reducir el riesgo de caída del
cabello en los hombres.
·
Aprende a lavar tu cabello de forma adecuada y
saludable.
·
Prepara mascarillas naturales para fortalecer y
mantener la salud del cabello.
·
Consume alimentos que puedan curar tu cabello. JQR
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