Dios está a tu lado. No importa lo que el enemigo quiera poner para
detenerte, Dios está a tu lado.
Ana se
levantó aquella mañana sintiendo que el mundo estaba en su contra. Su
despertador no sonó, el transporte público iba lleno y llegó tarde al trabajo,
donde su jefe la reprendió frente a todos. Como si fuera poco, al volver a
casa, encontró una carta de aviso de pago atrasado de los servicios y una
nevera casi vacía. Se sentía abrumada, agotada y con ganas de rendirse.
Esa noche, mientras
miraba al techo con lágrimas en los ojos, recordó las palabras de su abuela: “Dios nunca te deja sola. Cuando sientas que
no puedes más, Él ya está trabajando a tu favor”. Tomó su Biblia y leyó Isaías 41:10: “No temas, porque yo
estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalece; siempre te
ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. De
repente, sintió paz en su corazón.
Al día
siguiente, aunque no tenía muchas ganas, decidió enfrentar su jornada con una
nueva actitud. En el bus, un desconocido le cedió su asiento y le regaló una
sonrisa amable. En el trabajo, su jefe le pidió disculpas por su tono del día
anterior. Y al llegar a casa, encontró un mensaje de una amiga ofreciéndole una
compra comunitaria para compartir alimentos. Sin darse cuenta, Dios ya estaba
moviendo las piezas a su favor.
Todos hemos
pasado días en los que sentimos que todo está en nuestra contra. Que las
dificultades se acumulan y que no hay salida. Pero en esos momentos, Dios nos
recuerda en Deuteronomio 31:8: “El
SEÑOR mismo irá delante de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te
abandonará. No temas ni te desanimes”.
El enemigo
quiere que pienses que estás solo, que te hundas en la desesperanza y la
preocupación. Pero la verdad es que Dios nunca te abandona. Aunque no lo veas,
Él está obrando en lo pequeño y en lo grande. En el favor inesperado de un
desconocido, en una oportunidad que no esperabas o en la fortaleza que de
repente sientes para seguir adelante.
Aprendizaje para hoy: No dejes que los problemas
del día a día te hagan olvidar quién está a tu lado. No importa cuán difícil
parezca la situación, Dios tiene el control. En vez de enfocarte en lo que no
está funcionando, confía en que Él ya está obrando. Así como Ana, sigue adelante
con fe y verás cómo Dios se manifiesta en cada detalle de tu vida.
Dios está
contigo. Siempre. Incluso en los días más difíciles. RdeP
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