Todos
somos conscientes de los peligros que supone fumar para la salud de nuestros
pulmones, pero resulta que hay muchos otros peligros que acechan en nuestros
hogares y entornos laborales. Desde elementos aparentemente inofensivos como
alfombras y velas, pasando por nuestras queridas mascotas, hasta factores
ambientales como el moho y el gas radón, todos ellos pueden afectar
significativamente a nuestra salud pulmonar, casi tanto como los cigarrillos.
Para proteger tus pulmones, se recomienda familiarizarte con 12 factores que
los dañan y aprender a protegerte.
1. Moho
El moho
es un tipo de hongo que libera esporas en el aire que son peligrosas para
respirar. Estas esporas pueden causar problemas graves e infecciones en los
pulmones, incluidas enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC), que
también son causadas por el tabaquismo intenso y la exposición al humo y la
contaminación del aire. También debilitan el sistema inmunológico, haciéndonos
más vulnerables a las bacterias. Si eres sensible al moho, es muy recomendable
asegurarte de que tu hogar y todas tus habitaciones estén bien
ventiladas para evitar su desarrollo.
2. Pájaros
domésticos
Si
tienes un pájaro en casa, debes saber que las partículas que desprenden sus
plumas y excrementos pueden provocar una inflamación pulmonar si se inhalan.
Estas partículas son tan dañinas como las esporas de moho y provocan fibrosis
pulmonar, que puede destruir el tejido pulmonar en personas sensibles. Si
tienes un pájaro en casa y últimamente has estado experimentando problemas
respiratorios, es recomendable que consultes a un médico para comprobar si esta
es la causa.
3. Humidificadores
Aunque
este dispositivo se recomienda para aumentar la humedad interior, especialmente
en invierno, su uso excesivo puede elevar los niveles de humedad excesivamente
y favorecer la proliferación de ácaros del polvo y moho. Además, el moho puede
desarrollarse en el propio dispositivo si no se limpia, seca y almacena adecuadamente.
Por ello, es importante tener cuidado al utilizarlo y asegurarte de que
esté completamente limpio antes de ponerlo en funcionamiento.
4. Cucarachas
El
problema no son necesariamente las cucarachas en sí, sino sus excrementos, que
se convierten en polvo que ensucia el suelo e incluso los muebles, según el
nivel de infestación. La exposición a este polvo se produce principalmente al
barrer el suelo o pasar la aspiradora, lo que provoca problemas respiratorios,
especialmente en niños pequeños, que pueden desarrollar asma como resultado.
¿Qué se puede hacer? Es fundamental abordar los problemas de cucarachas si
existen en su hogar y eliminarlos lo antes posible, ya sea a través de métodos
caseros o con la ayuda de un profesional de control de plagas.
5. Alfombras
Las
alfombras pueden desarrollar moho, pero también pueden ser un terreno fértil
para los ácaros del polvo y los excrementos de cucarachas, que pueden dañar los
pulmones. Las partículas dañinas atrapadas en las fibras se liberan al aire cuando
se camina sobre la alfombra o se pasa la aspiradora. Se recomienda limpiar las
alfombras periódicamente fuera de la casa y utilizar la limpieza a vapor al
menos una vez al año.
6. Gas
radón
Este
gas no se puede oler, pero se considera la segunda causa principal de cáncer
después del tabaquismo. Se filtra desde el suelo y puede ingresar a las casas a
través de grietas, acumulándose en sótanos sin ventilación. También se
encuentra en materiales de construcción como el cemento, que puede liberarlo de
paredes que contienen altas cantidades de hormigón. Estas partículas
radiactivas dañan los pulmones durante la respiración. Para evitar su
acumulación en el hogar, asegúrate de que haya un flujo de aire adecuado
del exterior al interior instalando dispositivos de ventilación y asegurándote
de que los sótanos estén bien sellados.
7. Pesticidas
No se
trata solo de pesticidas que deben eliminarse de las frutas y verduras que
comemos, sino también de aquellos que puede utilizar en su jardín o en su casa.
Pueden causar problemas de salud, como problemas en los nervios, la producción
de hormonas, los ojos y la piel. Los profesionales del control de plagas
utilizan máscaras cuando aplican pesticidas y, si rocías tu casa o jardín con
pesticidas aprobados para uso público, es muy recomendable que lo hagas
también.
8. Bolsas
de aire en los automóviles
Las
bolsas de aire contienen una sustancia química llamada azida sódica, que
les permite desplegarse instantáneamente durante una colisión. No tiene olor,
pero se puede ver como un polvo blanco que, al inhalarse, puede empeorar el
asma y los problemas respiratorios existentes. En grandes cantidades, puede
incluso provocar la acumulación de líquido en los pulmones y dañar las paredes
de la cavidad pulmonar. Si has sufrido un accidente en el que se ha
desplegado la bolsa de aire de tu automóvil y empiezas a experimentar
problemas respiratorios, es muy recomendable que consultes a un médico.
9.
Harina
Las
personas que trabajan en panaderías tienden a sufrir más tos y estornudos que
otras, y el principal culpable es la harina con la que trabajan. Este fenómeno
incluso ha recibido su propio nombre: asma del panadero, y con el tiempo
empeora y daña gravemente los pulmones. Esto puede suceder no solo a quienes
trabajan en una panadería, sino también a quienes trabajan mucho con harina en
casa. Para evitarlo, utiliza mascarilla cuando trabajes con harina y
trata de minimizar el polvo de harina en el aire tanto como sea posible.
10. Agricultura
Aquí
hay otro problema que tiene un nombre asociado con la profesión de la que se
origina: el pulmón del granjero, un tipo de neumonía causada por la
hipersensibilidad a los materiales que se encuentran en el heno y el grano.
Nuestro sistema inmunológico reacciona al moho que crece en ellos creando una
inflamación pulmonar, que es peor para los granjeros que trabajan con ganado y
producción lechera porque están más expuestos a él. La única forma de
deshacerte de este problema es reducir la exposición a las sustancias que
lo agravan. En casos graves, a algunas personas incluso se les aconseja cambiar
de profesión, ya que el problema puede eventualmente llevar a la necesidad de
un trasplante de pulmón.
11.
Jacuzzi
Si
tienes tu propio jacuzzi, ten en cuenta que puede convertirse en un caldo de
cultivo para las bacterias que pueden ingresar a sus pulmones cuando el agua se
evapora. Es por eso que algunas personas pueden desarrollar fiebre, tos y
problemas respiratorios después de pasar tiempo en un jacuzzi. Asegúrate de
limpiarlo a fondo. Lava los filtros cada una o dos semanas y vacía, limpia y
vuelve a llenar con agua fresca cada cuatro meses.
12.
Velas
Las
velas más comunes están hechas de parafina, que libera sustancias químicas que
pueden empeorar los síntomas de las alergias y los problemas respiratorios como
el asma, e incluso aumentar el riesgo de cáncer. No hay problema en usar velas
de vez en cuando, pero si sueles encenderlas a diario para crear un ambiente
agradable en casa, es posible que quieras reconsiderar este hábito. Como
mínimo, cambia las velas de parafina por velas de cera de abejas o de soya y
asegúrate de que tu casa esté bien ventilada cuando las enciendas. JQR
No hay comentarios.:
Publicar un comentario