Dios continúa llamando a lo largo de toda la historia. Dios continúa
haciéndose camino: JESUS ES NUESTRO CAMINO.
“Con la vivacidad que es propia de tus años, con el
entusiasmo generoso de tu corazón, caminemos al encuentro de Cristo: sólo El es
el camino, la verdad y la vida; sólo El es la solución de todos tus problemas;
sólo El es la verdadera salvación del mundo, sólo El es la esperanza de la
humanidad”
Con el Nuevo Testamento y, si es posible, de modo personal, en lugar silencioso
y como enfrentándose cara a cara la palabra de Jesús, leer con calma y sin
prisa algunos pasajes en que Jesús se hace camino.
1. Mt 19,
16-30: La respuesta al joven rico
“Se acercó a Jesús uno y le dijo: Maestro ¿qué he de hacer para alcanzar
la vida eterna? Él le dijo: ¿por qué me preguntas sobre lo bueno? Uno solo es
bueno: si quieres entrar en la vida guarda los mandamientos... Dijo el joven:
todo esto lo he guardado. ¿Qué me queda aún? Dijo Jesús: si quieres ser
perfecto, ve, vende cuanto tienes, dalo a los pobres, tendrás así un tesoro en
el cielo, y ven y sígueme. Al oír esto, el joven se fue triste porque tenía
muchos bienes... Los discípulos se
quedaron estuperfactos y dijeron: ¿quiénes, pues, podrán salvarse? Mirándolos,
Jesús les dijo: para los hombres, imposible, más para Dios todo es posible”
2. Lc
5,1-11: El encuentro con Pedro y sus compañeros
Un día subió Jesús a la barca de Simón y le dijo: “rema mar adentro y
echa las redes para pescar” Simón respondió: Maestro, hemos estado toda la noche
trabajando sin pescar nada; pero ya que tú me lo mandas, echaré las redes, Así
lo hicieron, y pescaron peces, que las redes amenazaban con romperse...
Tanto él como sus ayudantes estaban pasmados de la pesca que acaban de
hacer. Lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, compañeros
de Simón.
Pero Jesús dijo a Simón: “no temas, desde hoy en adelante, serás
pescador de hombres”
Entonces llevaron sus barcas a tierra, lo dejaron todo y le siguieron.
3. Lc
19,1-10: Baja que quiero hospedarme en tu casa
“Había allí un hombre llamado Zaqueo. Hacía por ver a Jesús, pero a
causa de la muchedumbre no podía, porque era de poca estatura. Corriendo
adelante, se subió a un sicómoro para verle, pues había de pasar por allí.
Cuando llegó a aquel sitio, Jesús, levantó los ojos y le dijo: Zaqueo, baja
pronto, porque hoy me hospedaré en tu casa, el bajó a toda prisa y le recibió
con alegría... Dijo a Jesús: hoy ha venido la salud a tu casa”
4. Lc
4,1-45: Encuentro con la samaritana
Jesús fatigado del camino, se sentó junto a la fuente. "Llega una
mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dice: “dame de beber”... Le dice la
mujer samaritana: “¿cómo tu, siendo judío, me pides de beber a mí, mujer
samaritana?” Porque no se tratan judíos y samaritanos. Le respondió Jesús y
dijo: “si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: dame de beber,
tu le pedirías a Él y Él te daría a ti agua viva”.
Sin programas, con el pretexto de un poco de agua para beber, Jesús ha
llamado y ha tenido una respuesta.
Una VIDA ha
entrado en otra vida.
La samaritana ha creído en El y ha dejado que su llamada fuera abriendo
nuevos caminos. Jesús ha entrado en su vida y, con su amor, la ha caminado.
Quien se encuentra con Jesús, encuentra en Él un CAMINO, un modo nuevo e
insospechado de vida una invitación y una ayuda para seguirlo.
También hoy y cada uno de nosotros puede experimentar este encuentro con
Jesús.
¿A qué te compromete caminar con Jesús?
¿Qué situaciones, qué cosas, qué estilo de vida debería dejar para
caminar como Abraham, Samuel, Zaqueo, Pedro, la Samaritana? LSFL
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