miércoles, 6 de diciembre de 2017

Jesús en nuestro camino

Dios continúa llamando a lo largo de toda la historia. Dios continúa haciéndose camino: JESUS ES NUESTRO CAMINO.
Con la vivacidad que es propia de tus años, con el entusiasmo generoso de tu corazón, caminemos al encuentro de Cristo: sólo El es el camino, la verdad y la vida; sólo El es la solución de todos tus problemas; sólo El es la verdadera salvación del mundo, sólo El es la esperanza de la humanidad”
Con el Nuevo Testamento y, si es posible, de modo personal, en lugar silencioso y como enfrentándose cara a cara la palabra de Jesús, leer con calma y sin prisa algunos pasajes en que Jesús se hace camino.
1. Mt 19, 16-30: La respuesta al joven rico
“Se acercó a Jesús uno y le dijo: Maestro ¿qué he de hacer para alcanzar la vida eterna? Él le dijo: ¿por qué me preguntas sobre lo bueno? Uno solo es bueno: si quieres entrar en la vida guarda los mandamientos... Dijo el joven: todo esto lo he guardado. ¿Qué me queda aún? Dijo Jesús: si quieres ser perfecto, ve, vende cuanto tienes, dalo a los pobres, tendrás así un tesoro en el cielo, y ven y sígueme. Al oír esto, el joven se fue triste porque tenía muchos bienes... Los discípulos se quedaron estuperfactos y dijeron: ¿quiénes, pues, podrán salvarse? Mirándolos, Jesús les dijo: para los hombres, imposible, más para Dios todo es posible”
2. Lc 5,1-11: El encuentro con Pedro y sus compañeros
Un día subió Jesús a la barca de Simón y le dijo: “rema mar adentro y echa las redes para pescar” Simón respondió: Maestro, hemos estado toda la noche trabajando sin pescar nada; pero ya que tú me lo mandas, echaré las redes, Así lo hicieron, y pescaron peces, que las redes amenazaban con romperse...
Tanto él como sus ayudantes estaban pasmados de la pesca que acaban de hacer. Lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, compañeros de Simón.
Pero Jesús dijo a Simón: “no temas, desde hoy en adelante, serás pescador de hombres”
Entonces llevaron sus barcas a tierra, lo dejaron todo y le siguieron.
3. Lc 19,1-10: Baja que quiero hospedarme en tu casa
“Había allí un hombre llamado Zaqueo. Hacía por ver a Jesús, pero a causa de la muchedumbre no podía, porque era de poca estatura. Corriendo adelante, se subió a un sicómoro para verle, pues había de pasar por allí. Cuando llegó a aquel sitio, Jesús, levantó los ojos y le dijo: Zaqueo, baja pronto, porque hoy me hospedaré en tu casa, el bajó a toda prisa y le recibió con alegría... Dijo a Jesús: hoy ha venido la salud a tu casa”
4. Lc 4,1-45: Encuentro con la samaritana
Jesús fatigado del camino, se sentó junto a la fuente. "Llega una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dice: “dame de beber”... Le dice la mujer samaritana: “¿cómo tu, siendo judío, me pides de beber a mí, mujer samaritana?” Porque no se tratan judíos y samaritanos. Le respondió Jesús y dijo: “si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: dame de beber, tu le pedirías a Él y Él te daría a ti agua viva”.
Sin programas, con el pretexto de un poco de agua para beber, Jesús ha llamado y ha tenido una respuesta.
Una VIDA ha entrado en otra vida.
La samaritana ha creído en El y ha dejado que su llamada fuera abriendo nuevos caminos. Jesús ha entrado en su vida y, con su amor, la ha caminado.
Quien se encuentra con Jesús, encuentra en Él un CAMINO, un modo nuevo e insospechado de vida una invitación y una ayuda para seguirlo.
También hoy y cada uno de nosotros puede experimentar este encuentro con Jesús.
¿A qué te compromete caminar con Jesús?
¿Qué situaciones, qué cosas, qué estilo de vida debería dejar para caminar como Abraham, Samuel, Zaqueo, Pedro, la Samaritana? LSFL

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