Si
medito en Tu soledad y vislumbro Tu agonía,
las
lágrimas fluyen, Señor, pues también la culpa es mía.
Yo
también, ¡Hijo de Dios! ante el mundo te he negado,
y
con palabras y acciones en la cruenta cruz clavado.
Pues
cuando no comparto con los demás Tu amor,
es
como anunciarle a todos que no eres mi Señor.
Y
si no trato de aliviar del hermano su quebranto.
clavo
espinas en Tus sienes aunque diga amarte tanto,
Cuando
soy indiferente al dolor del que está al lado,
no
reflejo la compasión que Tú me has demostrado.
¡Niego
que te conozco! si a otros miento o engaño,
si
me corroe la envidia o a mi prójimo le hago daño.
Cuando
aún a sabiendas de que estoy equivocado,
no
reconozco mi error y al inocente he culpado.
Cuando
no dedico tiempo para conocerte mejor,
elevarte
una oración y amarte más, mi Señor.
¡Niego
que ando contigo! si hay orgullo y vanidad,
creo
ser más que los otros y me hace falta bondad.
Si
guardo resentimientos, y aún no sé perdonar,
y
me parece natural juzgar al vecino y criticar.
Cuando
la perenne queja reemplaza a la alabanza,
y
en vez de agradecimiento hay ingratitud en la balanza.
¡Niego
que soy de los Tuyos! cuando hablo sin pensar,
y
no me importa si al otro pueda herir o molestar.
Si
permito a los problemas arrebatarme la alegría,
y
no vivo plenamente porque nublado está el día.
Si
dejo que entre la duda y el miedo en mi corazón,
por
no percibir Tu ayuda en momentos de aflicción.
Perdóname,
Jesús mío, pues aún no he aprendido,
a
reflejarte un poquito, como Tú me lo has pedido.
Dame
una fe más fuerte, y cual la honda tira la piedra,
eche
lejos duda y miedo y no proliferen cual hiedra.
¡Hazme
sembrador de paz, portador de comprensión,
y
mire a través de Tus ojos llenos de compasión!
Enséñame
a amarte mucho cómo Tú me has amado,
y
lo haga siempre con gozo por cuánto me has perdonado.
Ayúdame
a ser cómo Tú sensible al dolor ajeno,
manso,
servicial y humilde, un ser más puro y bueno.
Tú
me llamas a seguirte, negarme, tomar mi cruz,
mas
sé que no tengo aguante para hacerlo solo, Jesús.
Por
eso te pido ayuda; ¡Fortaléceme con Tu amor,
acompáñame,
dame más fe, y cargue mi cruz con valor!
Poema
de Sigli Probst - Panamá
Mateo 16:24
Entonces Jesús dijo a sus discípulos. Si alguno quiere venir en pos de
mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
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