Las ondas electromagnéticas están presentes en
nuestro día a día, en cualquier lugar, las 24 horas. Vivimos de ellas y con
ellas. Pero, ¿son inocuas o influyen negativamente en nuestro organismo? Sigue
leyendo para saber qué son las ondas electromagnéticas, cómo nos pueden llegar
a afectar y qué podemos hacer para reducir la radiación en casa.
La radiación
electromagnética está por todas partes
Las ondas electromagnéticas o radiación
electromagnética, son emitidas por toda clase de aparatos y artefactos electromagnéticos
que empleamos a diario. Según la Real Academia Española, la radiación es
«energía ondulatoria o partículas materiales que se propagan a través del
espacio».
Por su parte, la onda electromagnética es la forma
en que la radiación se propaga a través del espacio mediante campos
electromagnéticos. Según sus niveles de frecuencia, se divide en distintos
tipos de ondas, como las microondas (hornos, radares, teléfonos móviles), las
luminosas (láser, lector de DVD/CD), las radioeléctricas (ondas de radio),
rayos X (diagnóstico por imagen), infrarrojos (control remoto, alarmas
censoras), rayos gamma (escáner TEP, radioterapia) y ultravioleta (camas
solares), entre otras.
La
contaminación electromagnética y la salud
También estamos expuestos a las bajas frecuencias
de subestaciones, tendidos eléctricos, líneas ferroviarias, transformadores
eléctricos y cableado eléctrico del hogar.
Asimismo, existen las emisiones de alta frecuencia,
presentes en nuestra vida cotidiana gracias a las ondas microondas, que han
visto incrementado su uso a partir del boom de las telecomunicaciones. ¿Cómo
afecta toda esta exposición nuestra salud?
La OMS ha acuñado el término ‘contaminación
electromagnética’ para referirse a esta exposición, y basándose en al menos
25.000 publicaciones científicas que han estudiado los efectos de estas ondas
sobre el cuerpo humano. Estos estudios concluyen que las frecuencias
electromagnéticas alteran la biología no solo del ser humano, sino también del
resto de animales.
Riesgos de
la contaminación electromagnética para la salud
Hablar de cómo afecta este tipo de contaminación a
la salud es bastante complejo, ya que la mayoría de los síntomas y enfermedades
que genera suelen terminar asociadas a otras causas, y normalmente no se acaban
de determinar las implicaciones reales de las ondas electromagnéticas en tales
afecciones.
Entre los primeros síntomas de contaminación
electromagnética (también asociada a la contaminación tecnológica) y que suelen
pasar desapercibidos se encuentran fatiga, mareos, dolores de cabeza, ansiedad,
depresión, trastornos del sueño, pérdida de la concentración y memoria,
problemas digestivos y hasta eccemas.
Otros efectos aún más nocivos incluyen una
disminución de los niveles óptimos de células del sistema inmune, una mayor
predisposición al cáncer y la disminución del nivel de melatonina.
Cómo
protegerse de la radiación electromagnética en casa
Además de apagar y desenchufar los
electrodomésticos y demás dispositivos eléctricos cuando no se estén usando,
otra manera de protegerse de los efectos nocivos de la radiación
electromagnética la encontramos en un elemento común y que pocos podrían pensar
que puede aplicarse para este propósito: el papel pintado.
Hablamos de un papel pintado con características
especiales que lleva bastantes años usándose en las salas de los hospitales
donde se realizan resonancias magnéticas para blindarlas de la radiación
electromagnética. Ahora estos papeles pintados están disponibles para el uso
doméstico.
El papel pintado Guardia - Blindaje
electromagnético es uno de los más conocidos porque bloquea hasta el 99% de la
radiación electromagnética dentro del hogar. Es un papel que se instala como
cualquier otro y reduce la propagación de las radiaciones EMF y de los campos
de baja y alta frecuencia.
El papel Guardia está elaborado a partir de papel
pintado TNT y fibras de carbono inocuas y se puede colocar en paredes, techos y
suelos de cualquier área o habitación del hogar que requiera protección.
Este tipo de blindaje, que supone un esfuerzo
mínimo, es suficiente para protegerse contra la mayoría de las radiaciones EMF,
pudiendo siempre añadir más papeles blindados para ampliar la protección en
caso necesario. BP
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