La sobreinformación que circula sobre el nuevo
brote de coronavirus (COVID-19) ha generado en los últimos meses muchas
confusiones sobre el avance y la prevención de esta nueva amenaza. Sin embargo,
entre tantos datos parece alzarse una verdad universal: lavarse las manos con
agua y jabón es la mejor forma de combatir este virus. ¿Te has preguntado a qué
se debe eso? Aquí te lo contamos.
El jabón es un producto de higiene personal que
también puede usarse para lavar ciertos objetos. Podemos encontrarlo en
diferentes formas: pastillas, polvo, cremas o líquidos. Si bien los restos más
antiguos conocidos datan del 2.800 a. C. y se hallaron en la zona de Babilonia,
los investigadores desconocen cuál es su origen y cómo se inventó.
Las teorías más difundidas indican que su aparición
podría deberse a los sacrificios ceremoniales de animales, dado que la lluvia
podría haber arrastrado los restos de grasa y ceniza a ríos cercanos,
apreciando los habitantes la espuma que se formaba y la capacidad que esta
tenía para limpiar vestimentas o la piel.
Actualmente, se utilizan diferentes aceites como
materia prima para fabricarlos, algunos de origen vegetal (como algodón, coco,
lino, maíz, oliva o soja), y otros de origen animal (recurriendo a su grasa,
especialmente la de pescados).
A grandes rasgos, la acción limpiadora de este
producto se debe a que, por un lado, puede disolverse en agua (es
hidrosoluble). Esto disminuye la tensión superficial del agua, lo que favorece
su penetración en los intersticios de la sustancia a lavar. Por otro lado, es
capaz de disolverse en grasa (es liposoluble), afectando su estructura y
permitiendo que se diluya en el agua.
Teniendo en cuenta esto ¿cómo hace el jabón para
eliminar al coronavirus? Para dar con esta respuesta, necesitamos conocer su
estructura. El COVID-19 está conformado por cadenas de material genético
encapsulados en moléculas de lípidos y proteínas.
Cómo no puede reproducirse por sí mismo, ingresa en
las células y libera su material genético, alterando el de la célula, para que
fabrique sus componentes. Estos comienzan a acumularse rápidamente cerca de la
membrana celular hasta ensamblarse y desprenderse con una parte de la membrana,
hasta agotar y matar a la célula.
El coronavirus puede realizar esta acción gracias a
que posee una cubierta de lípidos (grasas) que lo protege y encapsula. Sin
embargo, los especialistas explican que este sería su punto débil frente al
jabón, ya que, la parte que es soluble en grasa entra en contacto con la grasa
que se encuentra en la capsula del virus, se cuela entre las moléculas y se
pega a ellas. Esto rompe la estructura que mantiene al virus compacto,
desmoronándolo y permitiendo que todas sus piezas queden sueltas, sean
recubiertas por el jabón y se eliminen finalmente por el agua del enjuague.
Cómo lavar
tus manos con agua y jabón
Si bien la compra y uso de desinfectantes de manos
creció en los últimos días, los especialistas aseguran que lavarse las manos
sigue siendo la mejor opción para desinfectar. Para hacerlo correctamente, la OMS
compartió los siguientes consejos:
- De ser posible usar jabón líquido. Mojar las
manos en agua tibia y colocar una cantidad de jabón comparable con una moneda.
- Frotas las manos (parte superior, entre los dedos
y alrededor y debajo de las uñas) hasta que se forme espuma. Luego continuar
haciéndolo durante 15 o 20 segundos.
- Enjuagar bien las manos con agua corriente.
- Secarse las manos con una toalla papel desechable,
de tela limpia o secarlas al aire.
Debes
realizar este proceso antes de:
- Preparar comida.
- Comer.
- Alimentar a los niños.
Y después
de:
- Preparar comida.
- Tocar alimentos crudos, especialmente carnes.
- Usar el baño.
- Cambiar un pañal.
- Toser o estornudar.
- Manejar la basura o los platos sucios.
- Tocar a las mascotas.
- Usar el teléfono.
- Tocar la cara, el cabello, cuerpo o a otras
personas.
- Tocar un corte o una llaga.
- Limpiar o tocar la ropa sucia. HD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario