Según las últimas noticias de COVID-19, a partir de ahora, una
vacuna disponible comercialmente para el virus peligroso aún puede estar a un
año o más de distancia. Las cuarentenas, el distanciamiento social y la higiene adecuada ciertamente
ayudan a frenar la propagación del Coronavirus, pero miles de casos nuevos y
cientos de muertes aún se registran
a diario. Para ayudar a estos pacientes, los investigadores médicos de todo el
mundo están tratando de encontrar tratamientos alternativos que ayuden a
reducir la cantidad de muertes y ayudar a los pacientes con coronavirus a
recuperarse más rápido. Una de las últimas sugerencias llamada ‘terapia pasiva
de anticuerpos’ puede ayudar a combatir el coronavirus, y los investigadores
dicen que podrían comenzar a tratar a los primeros pacientes en unas pocas
semanas.
¿Qué es la terapia pasiva con anticuerpos?
Esta técnica sugerida para ayudar a combatir el
Coronavirus no es nueva. De hecho, la terapia pasiva de anticuerpos fue una
creación de los dos científicos, Behring y Kitasato, quienes descubrieron por
primera vez cómo ciertos anticuerpos en la sangre ayudan a combatir y
desarrollar inmunidad contra enfermedades infecciosas específicas desde la
década de 1890. Con el tiempo, los científicos aprendieron a recolectar esos
anticuerpos específicos de la sangre de pacientes que se han recuperado de la
enfermedad. Inyectaron a las personas estos anticuerpos, lo que ayudó a los
pacientes a recuperarse y así es como nació la terapia pasiva de anticuerpos en
la década de 1930.
Con el tiempo, el enfoque fue abandonado, ya que
los antibióticos se estaban volviendo más populares. Sin embargo, con la
creciente amenaza de resistencia a los antibióticos y la aparición de nuevas
enfermedades infecciosas como el coronavirus, la terapia pasiva con anticuerpos
ha experimentado un resurgimiento en los últimos años. Se sugiere que el
enfoque sea efectivo tanto para prevenir como para tratar enfermedades
infecciosas.
¿Se puede utilizar la terapia pasiva con
anticuerpos para combatir COVID-19?
En un estudio reciente de The Journal of Clinical Investigation, los investigadores de EEUU
afirmaron que este método podría usarse con éxito para tratar a pacientes
con COVID-19, y a diferencia de una vacuna y otros enfoques novedosos, esta
técnica está fácilmente disponible y no requiere pruebas adicionales o equipo.
Los investigadores señalan que la mayoría de los
bancos de sangre ya cuentan con el equipo necesario para aislar los anticuerpos
contra el coronavirus que contienen suero, por lo que sería posible comenzar a
tratar a las personas en unas pocas semanas.
Los autores sugieren que planean usar este enfoque
en aquellos que tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves del
virus, es decir, personas mayores y pacientes con afecciones preexistentes. Sin
embargo, para comenzar a implementar esta técnica, los profesionales médicos
confían en los voluntarios que se han recuperado recientemente de COVID-19
porque tendrían que donar sangre para producir el suero. Además, existen
algunas limitaciones para la terapia. Los investigadores señalan que este
enfoque es más efectivo para prevenir y tratar la afección en sus primeras
etapas de desarrollo, por lo que un diagnóstico rápido y eficiente es
imprescindible en esta situación.
Como uno de los investigadores, el Dr. Casadeval, dijo en
una entrevista reciente: “Todo es factible, pero para hacerlo se requiere una
organización de esfuerzo, recursos... y personas que se hayan recuperado de la
enfermedad y que puedan donar la sangre”. Por ahora, no hay información sobre
las fechas estimadas en que puede estar disponible el tratamiento pasivo con
anticuerpos, pero el hecho de que médicos expertos de todo el mundo están
trabajando en una cura para COVID-19 ciertamente nos llena de esperanza para el
futuro. JQ
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