La vacunación pediátrica contra el coronavirus es segura, colabora con
la disminución de la circulación del virus, baja el riesgo de contraer la
enfermedad y de desarrollar síntomas graves que deriven en internación y evita
secuelas pos Covid como las del síndrome inflamatorio multisistémico (SIM), por
lo que especialistas y autoridades sanitarias consideran que es una herramienta
clave de cara al inicio del ciclo lectivo.
La aprobación por parte de la Administración Nacional de Medicamentos,
Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de la vacuna del laboratorio
Pfizer-BioNTech y la adquisición de 5 millones de dosis de su versión
pediátrica por parte del Gobierno Nacional anunciada esta semana, colaborarán
con la campaña de inmunización de niños y niñas que se realiza desde octubre. El inmunizante de Pfizer se sumará al de
Sinopharm que se utiliza hasta ahora para la población pediátrica.
Según cifras oficiales, el 77,4% de la población entre 3 y 17 años
tienen por lo menos una dosis de vacuna contra el coronavirus, mientras que, de
ellos, completaron el esquema de inoculación el 46% de hasta 11 años y el 67,1
de entre 12 y 17.
En este escenario, especialistas y funcionarios defendieron la
vacunación pediátrica argumentando cinco ejes fundamentales: las vacunas son
seguras; evitan la posibilidad de contraer la enfermedad y, de hacerlo, bajan
notablemente la chance de que se generen síntomas graves que deriven en
internación o muerte; disminuyen la circulación del virus en la población
general y la de desarrollar síndrome inflamatorio multisistémico y resultan
claves para garantizar un ciclo lectivo presencial.
Con respecto a la Sinopharm, Rosa Bologna, jefa del servicio de
Epidemiología e Infectología del Hospital Garrahan, señaló que “es segura” y
que “se trata de una vacuna de la que ya se han aplicado a millones de dosis en
nuestro país y a nivel mundial”.
En niños se aplicó en China, Emiratos Árabes Unidos y El Salvador, aseguró
la especialista y dijo que “los estudios de investigación de fase 3 que se
están haciendo en esos países mostraron que es segura y produce bien anticuerpos
o defensas contra Covid”.
En tanto, tras la reciente aprobación de una versión pediátrica de la
vacuna del Pfizer, el jefe del Departamento de Medicina del Hospital Ricardo
Gutiérrez y asesor del Gobierno, Eduardo López, explicó que en los adultos se
aplican “30 microgramos y en los chicos 10” y resaltó que hay “trabajos
publicados que muestran una eficacia del 90% para prevenir la enfermedad. Es una vacuna cuyos efectos adversos son
muy pocos, muy raros y con muy buena evolución”, sostuvo, y destacó que “tenemos
una herramienta más para poder utilizar en pediatría”.
En cuanto a la circulación del virus, la pediatra Nora Schenone aseguró
que “es fundamental detenerla y el virus circula entre los no vacunados. Si
bien en los vacunados también hay circulación es mucho menor. Así ha pasado con
el sarampión, la polio, la gripe, con lo cual a la larga se terminará vacunando
a todo el mundo”.
En el mismo sentido, la médica Lourdes Arruvito, investigadora del
Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (Inbirs), indicó
que “los niños son una población que está muy indefensa frente al virus y en la
medida que se avance con la vacunación en el resto de la población se transforman
en el blanco del virus”.
Fue lo que ocurrió con la extensión de la variante Delta en Estados
Unidos y el Reino Unido, donde se dispararon los casos y las hospitalizaciones
de los menores de 12 años porque no estaba aprobada en ese momento la vacuna
para ellos.
La jefa del servicio de Epidemiología del Hospital Gutiérrez, Ángela
Gentile, consideró, por su parte, que “es clave la vacunación en los chicos,
primero porque el riesgo no es cero como ya lo sabemos perfectamente bien,
especialmente cuando tienen comorbilidades, pero incluso en chicos sanos
inmunocompetentes hay cuadros clínicos de riesgo, síndrome inflamatorio
multisistémico”.
En este sentido, Arruvito explicó que “en los niños sin comorbilidades
también hay un beneficio en la vacunación ya que si bien es verdad que la
mayoría transitan la infección de forma asintomática o con cuadros leves, aún
en estos casos pueden quedar secuelas”.
Asimismo, apuntó que el esquema completo de vacunación “es una forma de
prevenir el síndrome inflamatorio multisistémico pos Covid, una respuesta
inflamatoria exacerbada que se presenta en niñas y niños sin enfermedades de
base 8 a 10 semanas después de haber tenido la infección y que por lo general
genera necesidad de cuidados intensivos”.
El pasado 7 de enero, el presidente de la Sociedad Argentina de
Pediatría (SAP), Pablo Moreno, sostuvo que “en la medida en que los grupos de
adultos están siendo vacunados los chicos están siendo más afectados” y agregó
que “aunque en la gran mayoría son casos leves y los internados que hay son
niños con enfermedades preexistentes, no hay que olvidar que el riesgo siempre
existe”.
“Además de los efectos que buscamos sobre los niños que
se mencionaron antes, con su vacunación se aporta a la inmunidad colectiva y a
evitar la transmisión intra hogar, especialmente de las personas mayores y de
los inmunocomprometidos que desarrollan una respuesta menor frente a la vacuna”,
sostuvo Bologna.
Por su parte, Gabriela Cerruti, portavoz del Gobierno nacional, afirmó
el viernes 21/1 que la prioridad del Ejecutivo “es que niños, niñas y jóvenes
en edad escolar tengan el esquema completo para cuando empiecen las clases para
que eso permita tener un ciclo lectivo fructífero”.
Con ese objetivo el Gobierno puso a disposición de las jurisdicciones
una serie de herramientas para facilitar el regreso a las aulas previsto para
el 2 de marzo en la mayoría de las provincias.
En tanto, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, mantuvo reuniones en los
últimos días con miembros de la SAP para analizar la estrategia de vacunación
contra el coronavirus para niños, niñas y adolescentes ante el comienzo de
clases.
Los asistentes a la reunión convinieron en encarar un abordaje
específico por provincias durante enero y febrero para llegar con las “mejores
coberturas al inicio del año escolar” con todas las vacunas incluidas en el
calendario oficial.
“Argentina tiene stock de vacunas que se pueden
coadministrar”, dijo Vizzotti, y agregó que se debe “avanzar antes del inicio
escolar con todos los controles de los niños y niñas, y la puesta al día de las
vacunas del calendario, además de la vacuna contra la Covid-19, en función de
la edad que tenga para iniciar y completar los esquemas de vacunación”. BP
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