Muchos factores juegan un papel en la pérdida de la
memoria, incluida la genética, la edad y las condiciones médicas que afectan el
cerebro. También la afecta la dieta y el estilo de vida. Aunque no siempre se
puede prevenir, es posible tomar algunas medidas para cuidar la salud del
cerebro y el deterioro cognitivo. De manera similar a los músculos, el cerebro
necesita un uso regular para mantenerse saludable. Los ejercicios mentales son
tan esenciales para la materia gris como otros factores.
«La memoria es la capacidad cerebral de recuperar
conocimiento del pasado para traerlo al presente y al mismo tiempo relacionarlo
con la información nueva que recibimos para modificarla. Llegada la edad media
de la vida nuestra memoria comienza a declinar, y hoy sabemos qué parte de ella
perdemos y qué podemos hacer para combatirlo», explicó la Dra. Myriam Alday,
neuróloga de DIM CENTROS DE SALUD
Tipos de memoria
La especialista indicó que existen 4 tipos:
1. Memoria
inmediata (a corto plazo): permite recordar información específica sobre cualquier cosa
durante un período breve. «Es la que nos permite mirar un número de teléfono
escrito en un papel, marcarlo y en segundos olvidarnos de él».
2. Memoria
a corto plazo: es el lugar donde se pueden guardar temporalmente pequeñas
cantidades de información. «Es la que nos permite que si un número, palabra o
frase es importante para nosotros nos concentramos de tal manera de
‘imprimirlo’ en la mente, más allá de lo inmediato».
3. Memoria
a largo plazo: Es donde almacenamos la gran mayoría de los recuerdos. «Abarca
casi todo lo que sabemos: nuestro reconocimiento de amigos, lugares, música,
etc. Los conocimientos de nuestra educación y los laborales».
4. Memoria
remota: involucra
el recuerdo de todo lo que ha pasado durante la vida. «Nuestro nombre, fecha de
cumpleaños, familia, recuerdos de nuestra infancia, el lenguaje materno, el
cómo hacer las cosas que aprendimos a hacer».
La especialista indicó que una de las razones de por qué las personas olvidan
es que la capacidad de transmitir mensajes a las neuronas disminuye con la
edad. «Al disminuir la memoria a corto plazo se afecta la capacidad de recordar
nombres, citas médicas, rostros, dónde dejamos las llaves, dónde estacionamos
el auto, lo que íbamos a buscar a la heladera. Al declinar la memoria a largo
plazo podemos olvidar el significado de palabras, cómo escribir una oración,
cómo calcular, fechas de aniversarios, fechas o hechos históricos importantes,
hasta se pueden olvidar conocimientos relacionados a la esfera laboral que no
se usan con mucha frecuencia. Por depresión o ansiedad también podemos olvidar
ya que perjudica nuestra atención. Pensamos en lo que ya ocurrió o en lo que va
a pasar y no atendemos al presente, por ende no registramos y no recordamos».
Otros factores que influyen en que una persona olvide en algún momento
de su vida son:
·
Falta de uso
de datos con el tiempo, que hace que los trayectos neuronales se debiliten.
·
Ciertas
influencias externas entorpecen la búsqueda de datos (ruido de fondo, charlas o
movimientos en el ambiente).
·
El organismo
tiene fallas con la edad que entorpecen la incorporación de nueva información
(declinación de la vista o de la audición).
·
La falta de
sueño o descanso disminuye la motivación de aprender o recordar.
Cómo
mejorar la memoria
La especialista de DIM CENTROS DE SALUD comparte algunos tips para
mejorar ejercitar el cerebro y la memoria. «Con el entrenamiento o estimulación
cognitiva, de las distintas funciones cerebrales como orientación, atención,
memoria, lenguaje, razonamiento y planificación podemos ayudar a la pérdida de
la memoria».
1. Las actividades que estimulan la mente ayudan a mantener el cerebro
en forma y pueden mantener a raya la pérdida de memoria. Haz crucigramas,
Sudoku o juega ajedrez; toma rutas alternas cuando manejes; aprende a tocar un
instrumento musical, un baile o un nuevo idioma.
2. El ejercicio físico tiene un impacto directo en la salud del cerebro
y aumenta el ritmo cardíaco. Puedes caminar a paso ligero; correr, senderismo,
natación o bailar.
3. El sueño es vital para la salud general del cerebro. Interrumpir el
ciclo de sueño natural del cuerpo puede conducir a deterioros cognitivos, ya
que esto interrumpe los procesos que utiliza el cerebro para crear recuerdos.
Lo recomendable es dormir entre 7-9 horas diarios.
4. Reducir la ingesta calórica general también puede ayudar a proteger
el cerebro. Come frutas, verduras y cereales integrales. Elije fuentes de
proteínas bajas en grasa como pescado, porotos y aves sin piel.
5. La cafeína de fuentes como el café o el té verde pueden ser útiles
para la memoria.
6. Anota tareas, citas y otros eventos en un cuaderno especial,
calendario o planificador electrónico.
7. Evita las pantallas brillantes antes de acostarse, puede afectar la
calidad del sueño.
8. Bebe agua. El cerebro está hecho principalmente de agua, que actúa
como un amortiguador para el cerebro y la médula espinal. Ayuda a las células
cerebrales a utilizar los nutrientes.
¿Qué es la reserva cognitiva? La Dra. Alday explicó que «es la capacidad del cerebro de tolerar mejor
el daño cerebral asociado al deterioro cognitivo y la demencia, es decir, de
soportar mayor cantidad de patología antes de llegar al umbral donde los
síntomas se empiezan a manifestar. Esto se debe a que estimulando el cerebro se
desarrollan nuevas conexiones y se reclutan nuevas neuronas». BP
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