¿Qué son las
hormonas?
Las hormonas son los mensajeros químicos del cuerpo que controlan
numerosas funciones y circulan a través de la sangre hacia los órganos y los
tejidos. Estos componentes químicos intervienen en los procesos del:
Metabolismo.
Crecimiento y desarrollo.
Reproducción. Además, afectan al estado de ánimo y al apetito sexual.
Algunas de las hormonas más importantes son la insulina, las hormonas
tiroideas, el cortisol, la hormona del crecimiento y la prolactina, entre
otras.
¿Para qué
sirven?
Las hormonas le dicen a tu cuerpo cómo respirar, crecer, beber y comer.
Si tienes un ciclo menstrual, tus hormonas reproductivas cambian
constantemente a lo largo de tu ciclo, a menos que tomes ciertos tipos de
anticonceptivos hormonales.
El desequilibrio hormonal puede ser causado por afecciones como
diabetes, trastornos de la tiroides y el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
Las hormonas
solo son responsables de alterar las emociones
No, cada glándula productora de hormonas en el cuerpo produce una
hormona con un propósito muy especializado.
Hipotálamo: regula la temperatura corporal, el hambre, el estado de ánimo, la
sed, el sueño y la libido.
Hipófisis: es la glándula ‘Mago de Oz’, que controla otras
glándulas detrás de escena.
Paratiroides: regula el calcio.
Páncreas: produce insulina para ayudar a usar los
alimentos como energía.
Tiroides: regula los latidos del corazón y cómo se usan
las calorías.
Glándulas suprarrenales: producen las hormonas del estrés.
Glándula pineal: produce melatonina para regular el reloj del
cuerpo.
Ovarios: secretan hormonas sexuales para su uso en el
ciclo reproductivo.
Testículos: produce testosterona y esperma.
Un largo consumo de
anticonceptivos hormonales puede desencadenar enfermedades oncológicas
En
realidad, si los anticonceptivos fueron seleccionados por un buen médico a base
de un análisis y se tomaron sin irregularidades, entonces son beneficiosos para
la salud y pueden reducir el riesgo del desarrollo de algunas formas de
enfermedades oncológicas, por ejemplo, cáncer de endometrio, ovárico y
colorrectal. Al mismo tiempo, entre más tiempo consumas los medicamentos, menor
será el riesgo de su desarrollo.
Sin
embargo, los resultados de una serie de investigaciones indican que el riesgo
de desarrollo de cáncer de mama ligeramente se incrementa. Por eso el doctor
debe seleccionar los anticonceptivos a base de una recopilación detallada del
historial médico de la paciente.
Los análisis hormonales no son
concluyentes, porque el equilibrio hormonal siempre cambia
Por
supuesto, el equilibrio hormonal varía a lo largo del día y el ciclo mensual
(en las mujeres). Sin embargo, cada hormona tiene su propio tiempo, cuando se
puede verificar su funcionamiento en el organismo. Por ejemplo, el análisis del
nivel hormonal de la glándula tiroides se tiene que hacer en un horario
matutino de 8:00 a 10:00, siempre en ayunas y en un estado emocional
extremadamente tranquilo. Las hormonas sexuales, progesterona: en la segunda
fase del ciclo del día 21, prolactina: en el primer y cuarto día del ciclo
según lo recomendado por el ginecólogo, estrógeno: el quinto y séptimo día del
ciclo. Un médico competente siempre indicará exactamente cómo se deben realizar
ciertas pruebas teniendo en cuenta el horario.
Todas las mujeres en edad de
menopausia deben recibir terapia de reemplazo hormonal
La
menopausia no es una enfermedad, es una etapa en la que termina el periodo de
vida reproductiva de la mujer y sólo en casos específicos se recomienda el uso
de hormonas de remplazo. Lo que si deben hacer todas las mujeres que se
encuentran en ésta etapa son cambios en el estilo de vida, como evitar el
cigarrillo, disminuir el consumo de bebidas alcohólicas, realizar dieta sana y
actividad física.
Todos los anticonceptivos
hormonales contribuyen al aumento de peso
Es
sabido que el aumento en el nivel de estrógenos puede conducir a la
desaceleración del metabolismo y la acumulación de tejido adiposo. Y los
medicamentos más habituales hoy en día son anticonceptivos combinados que
contienen estrógeno y progestágeno (la forma sintética de la progesterona). Realmente
tal problema pudo existir en los años 60’s y 70’s del siglo XX, cuando tales
medicamentos recién aparecían y contenían altas dosis de estrógeno. Los medios
modernos contienen hormonas sintéticas que fueron creadas teniendo en cuenta
las particularidades del organismo femenino y no conducen al aumento de peso. En
los efectos secundarios, a veces se puede mostrar un aumento de peso, pero, por
lo general, esto no es más de 2 kilogramos al año y se presenta en un pequeño
porcentaje de mujeres, propensas a la inflamación de los tejidos.
Las hormonas también alteran
el sueño
Las
hormonas sólo son responsables del 50% de los trastornos del sueño. El 60% de
la población que sufre trastornos del sueño son mujeres, de las cuales más del
30% están en edad de la menopausia, etapa a la que se suma la aparición de
ronquidos por la desprotección que supone la bajada de estrógenos. El insomnio
de la menopausia se debe al cambio de la temperatura corporal, a los típicos
sofocos nocturnos. Los tratamientos a base de cronoreguladores del ritmo
circadiano (temperatura) y hábitos de modificación de conducta pueden
desempeñar una función importante en el manejo de los sofocos.
Vitamina D, más una hormona
que una vitamina
La
vitamina D no es una vitamina, sino una hormona, porque actúa en prácticamente
todos los órganos y sistemas del organismo y que, además, no es solo una, ya
que se trata de varias sustancias complejas interconectadas. La hormona D tiene
receptores en distintos lugares del organismo, como los huesos, el páncreas, el
sistema cardiovascular y el sistema inmune. Además, juega un papel clave
relacionado con la absorción intestinal del calcio o el mantenimiento de la
homeostasis ósea y muscular a través de la modulación del metabolismo del
calcio y el fósforo. Por otro lado, la hormona D presenta funciones paracrinas
y autocrinas, regulando la proliferación y la diferenciación celular. OS
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