Las rozaduras en los muslos
pueden ser un problema muy incómodo, pero no hay por qué preocuparse, ya que
hay muchas formas de prevenirlas, así como de aliviar y proteger la piel
irritada después de que se produzcan. Si te interesa saber más, aquí tienes algunos
consejos útiles que te resultarán de gran utilidad:
Cómo prevenir las rozaduras en
la cara interna del muslo
1. Mantén la piel lubricada - Lubricar
la piel permitirá que los muslos se deslicen entre sí, en lugar de rozar o
tirar de la piel. Aplícate un poco de vaselina en la cara interna de los muslos
antes de caminar o hacer ejercicio para obtener una protección adecuada contra
las rozaduras.
2. Asegúrate de que tu piel
está seca: el sudor puede empeorar diez veces las rozaduras, por lo que debes intentar
mantener la parte interior de los muslos lo más seca posible. Te recomendamos
que lleves en tu bolso un poco de talco para bebés, que absorberá el exceso de
humedad si es necesario.
3. La mejor manera de evitar
las rozaduras es elegir ropa que no permita que la parte interior de los muslos se
roce. Considera la posibilidad de llevar un pantalón corto de ciclista debajo
de las faldas y los vestidos, y de usar prendas fabricadas con tejidos que
absorban la humedad, como las fibras sintéticas, cuando hagas ejercicio.
Cómo aliviar el interior de
los muslos
Las rozaduras son sin duda una
experiencia dolorosa, por lo que es fundamental que intentes aliviar las
molestias en la medida de lo posible. El gel de aloe vera es un producto
repleto de ácidos grasos, como el lupeol, que se ha descubierto que alivia el
dolor. La gente lo ha aplicado durante generaciones no sólo para aliviar la
piel con rozaduras, sino también para calmar la piel roja e irritada.
Consejos para el cuidado de
las rozaduras
La piel con rozaduras requiere
un cuidado posterior adecuado si quieres que se cure rápida y correctamente. Si
has sufrido rozaduras, puede que descubras que ciertos jabones acaban irritando
aún más tu piel. Te recomendamos que utilices jabones suaves que no contengan
productos químicos ni fragancias agresivas, ya que es mucho menos probable que
sean desagradables para tu piel. Después de bañarte o ducharte, sécate la piel
con cuidado, procurando no ser demasiado brusca con la toalla, ya que esto
podría aumentar el dolor. En su lugar, utiliza la toalla para secarte
simplemente con palmaditas. A continuación, espolvorea un poco de talco para
bebés en las zonas afectadas para asegurarte de que has absorbido el exceso de
humedad. SF
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