Según la OMS el tabaco mata a más de 8 millones de personas cada año y
alrededor de 1,2 millones son el resultado de la exposición de los no fumadores
al humo de segunda mano. Fumar es el factor de riesgo más prevenible de
enfermedades a nivel mundial y la nicotina es la principal sustancia adictiva
presente en los productos del tabaco que capta a miles de personas por año.
El Tabaquismo es una enfermedad epidémica de características adictivas
que se relaciona con innumerables trastornos en la Salud Pública con un rol protagónico
en la Enfermedad Cardiovascular, especialmente a partir de los conocimientos
sobre su relación directa con el proceso ateroesclerótico y como desencadenante
de eventos agudos cardiovasculares con una altísima prevalencia en la República
Argentina, estimada en un 35%. Se destaca además, porque es un factor de riesgo
para cáncer, enfermedad coronaria y ACV, complicaciones del embarazo, y
enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Se trata de uno de los más importantes factores de riesgo para el desarrollo
de enfermedad coronaria, que hace que Estados y responsables de la salud, se
ocupen en fomentar estrategias de motivación y tratamiento hacia los pacientes
para su abandono precoz.
Los resultados obtenidos en diferentes estudios científicos demostraron
asociación entre tabaquismo y disfunción endotelial y los cambios en la
estructura vascular en quienes consumen tabaco.
El riesgo de padecer eventos cardiovasculares aumenta entre 3 a 7 veces
respecto a la población que no fuma.
El consumo de tabaco se extiende al mundo entero, afectando tanto a
países de bajos ingresos como a los más ricos e industrializados.
1.300.000.000 de tabaquistas activos someten a muchos más pasivos al
consumo no voluntario. Así, se estima que el tabaquismo pasivo causa el 10% de
muerte y enfermedad relacionada a este vicio.
Lo que sostiene la adicción es la Nicotina, que es el principal
alcaloide del tabaco. Se sintetiza en la raíz y se concentra en las hojas de la
planta. La cantidad de nicotina cambia según la variedad y tipo de tabaco y la
cantidad de alcaloide cambia según la manera que se trata el tabaco después de
la cosecha.
Pero la dependencia a este vicio es triple, constituido por:
1. Dependencia Social: en relación al inicio del consumo. Factores
relacionados con el grupo de pertenencia, el proceso madurativo en la
adolescencia, etc., condicionan el inicio y por algún tiempo su continuidad.
2. Dependencia Psicológica: se trata sobre la relación de amistad con el
cigarrillo, el lugar que ocupa en la actividad cotidiana y la necesidad de
tener al alcance el paquete teniendo esa sensación de imposibilidad de realizar
las actividades sin su presencia cercana. Esta dependencia en lo conductual y
lo gestual es la que se lleva la mayor parte de la dependencia.
3. Dependencia Química o Física: definida por la Nicotina, sobre la cual actúan
algunos fármacos como el Bupropion, los sustitutos de nicotina y más
actualmente el Varenicline, cuya finalidad es bloquear la abstinencia que
genera el momento del abandono.
El camino de la cesación tabáquica es de por vida y el reto es
importante y si no se lo encara en forma integrada tratando estos tres aspectos
conjuntamente, la recaída está a la vuelta de la esquina.
Cambiar hábitos no es fácil. Vivimos acelerados, con preocupaciones personales,
familiares y sociales que por momentos nos agobian y hacen perder la brújula de
nuestra vida y no nos damos cuenta que el único vehículo con que contamos para
transitar el camino de nuestras vidas es nuestro cuerpo al que poco y nada le
damos de nuestros días para cuidarlo y conservarlo.
Solamente con educación, aprendiendo, interiorizándonos sobre estos
temas podemos lograr mantener en el tiempo los cambios y crear naturalmente el
hábito de comer sano, saber cuándo y cómo darnos un gusto, gozar de la
sensación de plenitud física y mantenernos libres de la adicción tabáquica.
Recobrar la armonía con el medio, con nuestras obligaciones diarias,
nuestras familias, en el trabajo y relaciones de todo tipo y por encima de todo
con nosotros mismos nos ayudará a tener una sana relación con nuestro cuerpo
logrando mejorar y recobrar nuestra salud física, psíquica y espiritual.
Ocuparse con responsabilidad del propio bienestar es la base para
obtener logros en nuestras aspiraciones personales, laborales y afectivas. MCS
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