“En una de las ocasiones le dije: Padre, tiene que saber que yo soy comunista”. Él me dijo: “No pasa nada, no te preocupes. Se ve que eres una persona buena”. “Tenía muy buena memoria. Cuando entraba en la tienda siempre decía: “¿Cómo está mi comunista?” En otras ocasiones hablábamos de mi familia, de mis hijas”.
Así comenzó una amistad sin que Gianni supiera que ese sacerdote era cardenal y uno de los papables, es decir uno de los candidatos con más posibilidades de ser Papa.
Tras la muerte de Juan Pablo I, durante la elección del nuevo Papa, Gianni estaba en la plaza de San Pedro cuando Karol Wojtyla salió al balcón de la basílica. Entonces reconoció la voz de uno de sus clientes.
Cuando lo vi en el balcón grité: “¡Yo lo conozco, le he cortado el pelo!” Corrí a casa a contárselo a mi mujer. “¡Han elegido Papa al sacerdote al que le cortaba el pelo! Fue un día muy alegre para mí”.
Durante los 27 años de pontificado, Gianni se encontró con el Papa varias veces. Pero esta amistad se hizo aún más fuerte tras el fallecimiento de Juan Pablo II.
A Gianni le dolía mucho la espalda. Los médicos le diagnosticaron una hernia de disco, una enfermedad muy dolorosa que afecta a los nervios de la espalda y de la pierna. Aunque Gianni ya estaba en el hospital para ser operado, no tuvo que pasar por el quirófano. Fue un milagro de su amigo Juan Pablo II.
“Cuando entré en el hospital vi una foto de Juan Pablo II y Madre Teresa. Estaba esperando para que me operasen al día siguiente y el médico decidió hacerme otras pruebas, otra resonancia magnética. Durante meses había sufrido dolores muy fuertes. Cuando me dieron los resultados, compararon las dos resonancias y la hernia había desaparecido”.
Ni Gianni ni los médicos podían creer que la hernia hubiera
desaparecido. Pero así fue, Gianni ya no sentía ningún dolor ni en la pierna ni
en la espalda. Se sentía como nuevo.
“Los médicos me dijeron que no sabían cómo había
sido, pero la hernia ya no estaba, había desaparecido. Que todo estaba bien y
así es. Sigo perfectamente”.
Gianni no ha vuelto a sentir ningún tipo de dolor relacionado con la hernia. Lo considera un milagro de su amigo Karol Wojtyla. Por eso decidió escribir su curación en una web del proceso de beatificación de Juan Pablo II.
“Un mes después me llamaron de Radio Vaticana para pedirme que testimoniara, que contara mi curación. Tengo todos los documentos, los informes médicos. Todo. Sé que cuando lo necesiten, se pondrán en contacto conmigo para que testimonie y poder formar una comisión que investigue mi caso”.
Un encuentro fortuito entre Karol Wojtyla, futuro papa Juan Pablo II, y Gianni Vecchio, peluquero comunista de Roma. Una amistad que ha cambiado la vida de Gianni para siempre. A
LOS BENDITOS MILAGROS SI EXISTEN NADA MAS QUE NUESTRO PADRE DIOS SABE A QUIEN TOMAR EN CUENTA Y ESTAR SEGURO QUE NUESTRA FE ES MUY GRANDE Y QUE CONFIAMOS PLENAMENTE EN EL Y EN NUESTRA LINDÍSIMA MADRE SANTÍSIMA LA REYNA DEL CIELO Y DEL MUNDO ENTERO AMÉN ASÍ SEA AMÉN 🙏 AMÉN 🙏.
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