La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica
que afecta el cerebro y la médula espinal.
Es una de las principales causas de discapacidad
neurológica de origen no traumático en los adultos jóvenes, se estima que
afecta entre 2.3 y 2.5 millones de personas en todo el mundo. A pesar de esto,
es una afección que suele mal entenderse. Aquí repasamos los principales mitos
a su alrededor.
Mito
1: La EM siempre es fatal
La EM es una afección de por vida, pero esto
no significa necesariamente que sea fatal. Existe evidencia que señala que
tener EM puede llegar a reducir la esperanza de vida de una persona en
alrededor de siete años. Sin embargo, también se ha registrado que en los
últimos años el promedio de vida de las personas con EM parece estar aumentando
lentamente. Esto se debe a que los expertos continúan investigando y
desarrollando nuevos tratamientos para esta enfermedad, lo que ayuda a que la
EM tenga un efecto cada vez más reducido sobre la vida de las personas.
Mito
2: La EM es causada por una lesión
La EM es una enfermedad autoinmunitaria, en la que
sistema inmunitario destruye la sustancia grasa que recubre y protege las
fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal (mielina), haciendo que los
mensajes enviados a través de esa fibra nerviosa sean más lentos o se
interrumpan. Actualmente, se desconoce la/las causa/s de la EM, no se sabe por
qué se manifiesta en algunas personas mientras que en otras no. Los
investigadores sostienen que puede deberse a una combinación de factores
genéticos y ambientales.
Mito
3: La EM es una afección contagiosa
Esto es falso, en ningún caso la EM es contagiosa.
Mito
4: La EM solo afecta la capacidad de caminar
Esto no es cierto. Los signos y síntomas de la EM
pueden ser muy distintos de una persona a otra, e incluso durante el transcurso
de la enfermedad. Esto se debe a la ubicación de las fibras nerviosas
afectadas. Generalmente, los síntomas incluyen problemas de movilidad, como:
·
Entumecimiento o debilidad en
una o más extremidades que se produce típicamente en un lado del cuerpo a la
vez, o en las piernas y el tronco.
·
Sensaciones de choques
eléctricos que se producen con ciertos movimientos del cuello, especialmente,
al inclinarlo hacia adelante.
·
Temblores, falta de
coordinación o marcha inestable.
Sin embargo, también pueden ocurrir problemas de la
vista, como pérdida de visión (parcial o completa), o visión borrosa o doble,
problemas sexuales, hablar arrastrando las palabras, fatiga,
mareos, ansiedad, depresión o dificultad para tragar.
Mito
5: Solo los adultos mayores desarrollan EM
Al contrario, la mayoría de las personas con EM
experimentan sus primeros síntomas entre los 20 y 40 años, aunque es una
enfermedad que puede aparecer a cualquier edad.
Mito
6: Las personas con EM no deben quedar embarazadas
Un mito muy extendido es que la EM puede obstaculizar
los esfuerzos para quedar embarazada y causar problemas durante el embarazo,
sin embargo, esto no es más que un mito. Los expertos aseguran que, si una
persona tiene EM, esto no significa que sea más probable que experimente un
aborto espontáneo o anomalías en el parto. A su vez, el embarazo no aumenta el
riesgo de que los síntomas de la EM empeoren a largo plazo.
Mito
7: Las personas con EM no pueden trabajar
Este es otro mito muy extendido, pero lo cierto es que
las personas con EM normalmente continúan trabajando mucho tiempo tras recibir
el diagnóstico. En algunos casos pueden decidir dejar sus trabajos,
generalmente tras experimentar su primera exacerbación importante, pero ciertas
autoridades, como la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, señalan que es
una decisión que suele tomarse a la ligera, en un momento en el que el
desconocimiento en torno a la sintomatología puede influir en el juicio. Actualmente,
existen terapias, nuevas tecnologías, e incluso recursos comunitarios que
ayudan en el manejo de los síntomas, permitiendo que las personas mantengan sus
empleos. Incluso un trabajo regular brinda beneficios para las personas con EM,
ya que, además de ofrecer seguridad financiera, puede aportar bienestar físico
y mental.
Mito
8: Las personas con EM no deben hacer ejercicio
Por la sintomatología de la EM se puede llegar a creer
que se debe evitar el ejercicio, pero lo cierto es que los investigadores
señalan que la actividad física es beneficiosa para esta afección,
principalmente porque ayuda a controlar muchos de sus síntomas, a partir de
mejorar la fuerza y el equilibrio. Dependiendo la fase de la EM, será necesario
un programa de ejercicios supervisado, para evitar cualquier tipo de problema.
Mito
9: La EM se puede curar
Últimamente se han difundido (principalmente a través
de Internet) muchos productos que aseguran ser efectivos para curar la EM. Los
profesionales afirman que esto no es más que publicidad engañosa, ya que, hasta
la fecha, no hay una cura para esta afección. Sin embargo, existen distintos
tratamientos cuyos objetivos son detener el progreso de la enfermedad,
controlar sus síntomas y ayudar a la persona a mantener una calidad de vida
normal.
Mito
10: Si los síntomas son leves, no se necesita tratamiento
Los profesionales de la salud señalan que, incluso si
los síntomas de la EM son leves, es importante recibir tratamiento. Durante las
primeras fases es posible que la afección no cause demasiados problemas, sin
embargo, el tratamiento temprano y el seguimiento a largo plazo ayudan a
retrasar la progresión de la enfermedad. HD
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