La mala
nutrición es uno de los grandes problemas de la vida moderna. Con las prisas y
los horarios complicados la comida chatarra ha ido ganado terreno y su exceso
en grasas saturadas, sal y calorías pueden dañar nuestra salud.
La nutrición
es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del
organismo, según explica la OMS. Una mala nutrición puede reducir la respuesta
del sistema inmunitario, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar
el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad.
La mala
alimentación no sólo implica consumir comida chatarra, sino el hecho de comer
poco y mal, comer a deshoras o tras largos períodos sin ingerir alimentos.
También se puede considerar el no llevar una dieta balanceada y equilibrada
acorde con la cantidad de energía que se necesita diariamente. Estas son las
principales enfermedades relacionadas con una mala nutrición:
Diabetes
Si bien es
cierto que la genética hace que alguien sea más propenso a padecer diabetes, el
tipo de alimentación y estilo de vida también son claves. Desarrollar diabetes
es algo que está vinculado al sedentarismo y comer alimentos chatarra, ricos en
grasas saturadas, muy calóricos o en cantidades exageradas. Una alimentación
saludable para una persona con diabetes incluye: limitar los alimentos con
altos contenidos de azúcar, comer porciones pequeñas, consumir alimentos
integrales, frutas y vegetales, ingerir menos grasas saturadas y más mono y
poliinsaturadas, usar menos sal y reducir el consumo de alcohol.
Cáncer
Aunque el
factor genético es determinante para el desarrollo de cáncer de colon y
estómago, se ha comprobado que una mala alimentación, específicamente comer
poca fibra y mucha grasa, aumenta las probabilidades de padecerlos.
Osteoporosis
Carnes,
grasas y azúcares en exceso contribuyen al desarrollo de la osteoporosis, pues
esta ingesta es pobre en minerales como el calcio que proviene de otros tipos
de alimentos como los derivados de la leche, granos y pescado. Para prevenir su
aparición, lo mejor es consumir alimentos ricos en calcio y evitar los
alimentos procesados.
Sobrepeso y obesidad
La causa más
común del aumento de peso es comer más de lo que el cuerpo necesita. La ingesta
excesiva de azúcares, grasas y harinas, progresivamente llevan al sobrepeso y
luego a la obesidad. Se estima que los principales responsables del sobrepeso
en la población son las snacks y las bebidas azucaradas.
Hipercolesterolemia
El
colesterol es una forma de grasa que se encuentra en los alimentos de origen
animal, como carnes, embutidos, huevos, leche, mantequilla y todos sus
derivados como galletas o panes. Un nivel de colesterol elevado
(hipercolesterolemia) pone en peligro el corazón y la circulación, dañando seriamente
las arterias, lo que favorece la aparición de aterosclerosis, una enfermedad
que a largo plazo, puede ocasionar un infarto. Llevar una alimentación
equilibrada y evitar las grasas saturadas es el punto de partida para combatir
el colesterol alto. El consumo de fibra es fundamental, al igual que el de
frutas, vegetales y cereales integrales, pescados azules como el salmón, las
sardinas y el atún, y los frutos secos (siempre consumidos con moderación).
Hipertensión arterial
El exceso de
grasas en la alimentación también puede aumentar la presión arterial que impide
la correcta circulación de la sangre dando paso a accidentes cardiovasculares
con fatales consecuencias, como infartos o embolias. Una de las principales
causas de la hipertensión es el consumo de alimentos muy condimentados,
principalmente con sal.
La dieta
DASH (Dietary Approaches to Stop
Hypertension) ha demostrado que ayuda a bajar la presión arterial. Esta
dieta no sólo es rica en nutrientes importantes y fibra, sino que también
incluye alimentos que contienen más potasio (4.700 miligramos mg/día), calcio
(1.250 mg/día) y magnesio (500 mg/día) y mucho menos sodio (sal) que la dieta
típica.
Gota
La gota
también es un padecimiento relacionado con los excesos en la ingesta de carne
roja, bebidas azucaradas y alcohol, pues estos elevan las concentraciones de
ácido úrico en la sangre lo que provoca dolores en rodillas, pies y otras
articulaciones. La recomendación es reducir la ingesta de carne, y comer
legumbres y hortalizas.
Caries dentales
La salud de
los dientes se encuentra íntimamente relacionada con los hábitos alimentarios.
Las comidas rápidas, rica en azúcares simples y carbohidratos son un caldo de
cultivo ideal para las bacterias creadoras de caries dentales. Las caries, en
líneas generales, se producen por los efectos de los ácidos que generan las
bacterias de la boca. Estos microorganismos, junto a las proteínas de la saliva
y las que proceden de los alimentos forman la placa dental que destruye el
esmalte. HD
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