En el marco del Día Mundial de las
Cardiopatías Congénitas, el Hospital Garrahan destaca la importancia de los
controles en el embarazo para la detección precoz y el abordaje
multidisciplinario.
«Los avances en el diagnóstico prenatal y en las
cirugías permiten intervenciones más precoces», aseguró la Dra. Gladys Salgado,
jefa de Cardiología del Hospital Garrahan, y continuó: «Con diagnóstico y
tratamientos oportunos, el 95% de las cardiopatías congénitas tiene un
pronóstico favorable; la ecografía de rutina durante el embarazo puede detectar
malformaciones del corazón y de los grandes vasos del feto a partir de las 20
semanas de gestación».
«La
expectativa y la calidad de vida han aumentado considerablemente en las últimas
décadas, asociadas con el mejor acceso a los controles prenatales, con la
organización en red de los servicios de salud, con los avances de la tecnología
y de las técnicas quirúrgicas, y con el enfoque multidisciplinario en la
atención de estos pacientes», concluyó la Dra. Salgado.
En
el Hospital Garrahan funciona el Centro Coordinador de Derivaciones del
Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas, creado en 2008, que recibe más de
18.000 consultas anuales de todo el país. El 70% de las cardiopatías congénitas
complejas que requieren intervención en los primeros 3 meses de vida se
resuelven en esta institución pediátrica. Además, se realizan anualmente más de
500 cirugías correctoras y 600 cateterismos cardíacos, con capacidad para dar
respuesta a la demanda sin tiempos de espera.
«Durante
2022 se realizaron 2 trasplantes cardíacos en pacientes con insuficiencia del
ventrículo único», dijo el Dr. Pablo García Delucis, jefe de Cirugía
Cardiovascular y Trasplante Cardíaco, y aseguró que: «En estos pacientes
resulta altamente beneficioso que esta estrategia terapéutica de alta
complejidad pueda llevarse a cabo en un hospital público pediátrico».
En
el Consultorio de Condiciones Crónicas Complejas (CCC) se realiza el
seguimiento de los pacientes con cardiopatías congénitas. «Acompañamos a las
niñas, niños y a sus familias durante los primeros años de vida», contó la Dra.
Guillermina Soraiz, jefa de clínica del CCC.
Y
explicó que con la mayoría de las familias establecen contacto desde la
internación: «Llegan al consultorio desde la terapia intensiva cardiovascular,
en el posoperatorio de la cirugía cardíaca, y coordinamos una atención
interdisciplinaria con cardiólogos, clínicos, genetistas, neurólogos,
enfermeras, nutricionistas, kinesiólogos, trabajadores sociales, y otras
disciplinas, de acuerdo con las necesidades individuales de cada paciente».
«El
seguimiento permite la detección precoz de complicaciones y secuelas. El
objetivo es mejorar no solo la sobrevida, sino la calidad de vida, cuidando la
salud integral para el desarrollo adecuado de capacidades funcionales que les
permitan a las niñas y niños la inclusión en su comunidad», finalizó la Dra.
Soraiz.
En
la mayoría de las cardiopatías congénitas, las cirugías cardiovasculares
durante la infancia son reparadoras, y el 85% de las niñas y niños alcanzan la
edad adulta. Sin embargo, un número sustancial de pacientes tendrá lesiones
persistentes o residuales que requerirán atención especializada, reintervenciones,
y nuevos procedimientos a lo largo de su vida.
En
el Garrahan, el Consultorio de Atención de Adolescentes con Cardiopatías
Congénitas, atiende anualmente alrededor de 300 pacientes mayores de 15 años,
que deberán atravesar el proceso de transición a la medicina del adulto. «Es un
desafío complejo que requiere una planificación sanitaria multidisciplinaria,
adaptada a cada paciente, a su maduración, y a su entorno familiar y social,
para lograr la autonomía y la autogestión de su vida y de su salud», explicó la
Dra. Mariela Mouratian, jefa de clínica de este consultorio.
Desde
1999, cada 14 de febrero se conmemora en el mundo el Día de las
Cardiopatías Congénitas, considerado un día de concientización de la
existencia de los defectos congénitos del corazón.
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