La
próstata es una glándula pequeña con forma de nuez que produce el líquido
seminal que nutre y transporta el esperma. El cáncer de próstata es uno de los
tipos más comunes de cáncer en lo hombres y se origina cuando las células de la
próstata comienzan a crecer de forma descontrolada. «En todo el mundo, se
calcula que a unas 1.414.259 personas se les diagnosticó cáncer de próstata en
2020, con lo cual es el cuarto cáncer más comúnmente diagnosticado en el
mundo», advierte la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO).
Esta
patología oncológica regularmente avanza de manera lenta y puede necesitar
únicamente un tratamiento mínimo para su eliminación, lo que no descarta que
haya casos graves. Si se detecta en forma temprana, cuando todavía está
limitado a la glándula prostática, tiene mejores probabilidades de tener un
tratamiento exitoso.
En
Argentina, se diagnostican 11.686 casos al año, que corresponden al 18,7% de
todos los tumores malignos en hombres, según datos del Instituto Nacional del
Cáncer, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación. Al ser, en la mayoría
de los casos, un tumor de crecimiento lento que en etapas tempranas no suele
provocar síntomas, los controles de rutina son un aliado clave para la
detección temprana.
Factores
de riesgo
Si
bien se desconocen las causas que pueden generar cáncer de próstata, se sabe
que hay dos factores de riesgo que son preponderantes para favorecer su
desarrollo. Estos son:
·
La edad
·
Los antecedentes familiares
Se
considera que la edad es el principal factor de riesgo, por lo cual en
Argentina se aconseja realizarse controles de rutina con un especialista
urólogo a partir de los 50 años. En el caso de haber tenido un padre o hermano
diagnosticados con esta enfermedad, se recomienda comenzar los controles a los
45 años ya que cerca de un 10% de los casos pueden darse como resultado de una
predisposición genética o hereditaria.
Los
síntomas
Los
controles son fundamentales ya que, en etapas iniciales, el cáncer de próstata
no suele causar síntomas, en cambio, en los casos más avanzados pueden dar
señales como:
·
Problemas al orinar,
incluyendo un flujo urinario lento o debilitado o necesidad de orinar con más
frecuencia, especialmente de noche
·
Sangre en la orina o el semen
·
Dificultad para lograr una
erección (disfunción eréctil)
·
Dolor en las caderas, la
espalda (columna vertebral), el tórax (costillas) u otras áreas. Esto puede
causarlo la propagación del cáncer a los huesos
·
Debilidad o adormecimiento de
las piernas o los pies, o incluso pérdida del control de la vejiga o los
intestinos, cuando el cáncer comprime la médula espinal
Cuáles
son los controles médicos
«En
los controles de rutina al paciente se le realiza un examen digito rectal
(tacto rectal) y un análisis de sangre con el antígeno prostático especifico
(PSA). Cuando el PSA solicitado y, sobre todo, el examen digito rectal que
sigue siendo un examen fundamental, son sospechosos, se podría solicitar una
resonancia magnética de próstata. Si se observa alguna lesión sospechosa en la
glándula, se lleva a cabo una biopsia prostática que comprueba con exactitud la
existencia de una patología oncológica», explicó el Dr. Jonatan Erasmo Bornia,
urólogo del Hospital Aeronáutico Central.
La
biopsia de próstata es un procedimiento a través del cual se extraen pequeñas
muestras del tejido prostático para ser analizadas bajo microscopio. «Para
realizar el procedimiento es necesario solicitar un laboratorio de sangre y de
orina, junto con una evaluación cardiológica. Se realiza en el quirófano, con
una sedación anestésica, para que el paciente no sienta ninguna molestia. La
punción se lleva a cabo bajo guía ecográfica y con una aguja de punción
especial, para que estas muestras sean redituables», detalló el Dr. Esteban
Tosolini, Jefe de Servicio de Urología del Hospital Aeronáutico Central.
Esta
técnica es ambulatoria y dura aproximadamente unos 10 minutos. Los resultados
pueden arrojar la presencia o no de células cancerosas, así como también otras
lesiones anormales que no necesariamente sean indicio de cáncer.
Los
tratamientos
En
el caso de que el diagnóstico sea positivo para células cancerosas, el médico
aconsejará sobre todas las opciones de tratamiento viables, incluyendo sus
objetivos y posibles efectos secundarios de acuerdo a lo siguiente:
·
La etapa y el grado de cáncer
·
Edad y expectativa de vida
·
Cualquier otra afección médica
grave que pueda influir
·
La propia opinión del paciente
sobre la necesidad de tratar el cáncer inmediatamente
·
La probabilidad de que ese
tratamiento cure su cáncer (o que lo alivie de alguna manera)
·
Los posibles efectos
secundarios de cada tratamiento
«Hay
que tener en cuenta, que estamos hablando de una enfermedad silenciosa, es
decir, que no genera síntomas salvo en etapas avanzadas y es una enfermedad que
no se puede evitar, pero si realizamos los controles urológicos tempranos según
las guías de recomendación, podemos detectarla en etapas iniciales y ofrecer al
paciente tratamientos curativos», concluyó el Dr. Bornia.
Un
diagnóstico a tiempo puede cambiar el curso de la enfermedad mejorando la
calidad y expectativa de vida de los pacientes. Debido a que el cáncer de
próstata puede no dar señales, es muy importante que las personas mayores de 50
años, o 45 años en caso de tener antecedentes familiares cercanos, opten por
realizarse los controles médicos anualmente dejando de lado miedos y tabúes
asociados. BP
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