El alcohol es una parte común
de nuestras vidas y lo encontramos en eventos sociales y cenas. Algunas
personas incluso disfrutan de una copa de vino para relajarse al final del día.
Sin embargo, es importante recordar que el alcohol es una droga potencialmente
peligrosa. La adicción al alcohol es un problema grave que puede dificultar que
las personas detengan o reduzcan su consumo. Esto puede conducir a problemas en
las relaciones, el trabajo y la salud en general. El consumo de alcohol se ha
relacionado con daño a largo plazo y dolor nervioso conocido como ‘neuropatía
alcohólica’.
Investigaciones recientes
realizadas en 2019 revelaron que más de la mitad de los adictos al alcohol
experimentan un dolor crónico llamado alodinia durante los períodos de
abstinencia. Este tipo de dolor se desencadena por estímulos que no deberían
causar dolor, como el viento que sopla, la tela que toca la piel o incluso un
ligero toque. Las mujeres son más propensas a experimentar este fenómeno que
los hombres. Si experimentas dolor continuo y consumes alcohol regularmente o
incluso con moderación, vale la pena considerar la posibilidad de que el
alcohol sea la causa.
¿Cómo el alcohol causa dolor?
Los investigadores aún no
están seguros de la conexión entre el dolor crónico y el consumo excesivo de
alcohol. En un esfuerzo por comprender mejor el asunto, la Dra. Vittoria
Borgonetti y su equipo realizaron un estudio en el Instituto de Investigación
Scripps en California. El estudio consistió en comparar los niveles de dolor de
ratas que habían desarrollado dependencia del alcohol, ratas que bebían
cantidades moderadas de alcohol y ratas que nunca habían estado expuestas al
alcohol. Se usaron ratas macho y hembra y se dividieron en tres grupos: el
grupo que nunca había tomado alcohol, el grupo no dependiente y el grupo
dependiente. El grupo no dependiente tenía acceso tanto al agua como al alcohol
y bebía alcohol con moderación. Las ratas del grupo dependiente recibieron agua
y alcohol, pero también fueron expuestas a la inhalación de vapor de etanol y
períodos de abstinencia para imitar el alcoholismo en humanos. Los
investigadores monitorearon el dolor de alodinia de las ratas usando fibras de
von Frey en sus pies.
¿Qué mostró la investigación?
Además, los investigadores
probaron la respuesta del sistema inmunitario en ratas no dependientes con
dolor neuropático mediante la evaluación de los niveles de moléculas de
proteína en la médula espinal, que se activan en respuesta a la actividad del
sistema inmunitario. El estudio encontró que el alcohol activa las células
inmunes en la columna vertebral.
El alcohol activa las células
inmunitarias de la columna
Los investigadores observaron
que el grupo dependiente consumía más alcohol que el grupo no dependiente. Las
ratas del grupo dependiente desarrollaron alodinia durante las 72 horas de
abstinencia, que desapareció inmediatamente después de consumir alcohol. Sin
embargo, casi la mitad de las ratas del grupo no dependiente también mostraron
signos de alodinia. El estudio encontró un aumento en los niveles de proteínas
IBA-1 y CSF-1 en los tejidos espinales de ratas que sufrían alodinia debido a
la abstinencia y el dolor neuropático y el consumo de alcohol. Esto sugiere que
las células del sistema inmunológico están activas en los tejidos espinales en
ambos casos, pero las ratas con alodinia también tenían niveles más altos de
IL-6 y ERK44/42, que son proteínas asociadas con el sistema inmunológico.
¿Qué significan estos
hallazgos?
El tema del dolor neuropático
derivado del consumo de alcohol no ha sido ampliamente estudiado en modelos que
puedan sacar conclusiones en humanos. Por lo tanto, ha sido un desafío
comprender los procesos patológicos que causan dolor en individuos adictos al
alcohol. Sin embargo, un estudio reciente introdujo un modelo preclínico que
arroja luz sobre este tema y abre posibilidades para futuras investigaciones.
El Dr. Mitchell Nutham de
Barker Laboratories en la Universidad de Drexel comentó que el estudio demostró
cómo incluso el consumo moderado de alcohol puede causar dolor patológico y que
el consumo de alcohol no es una forma recomendada de lidiar con el dolor.
Si estás usando alcohol para
controlar el dolor o para relajarte, pero experimentas un dolor inexplicable,
es recomendable que reconsideres ese hábito. Busca ayuda profesional si es
necesario. Vale la pena señalar que la adicción al alcohol puede comenzar a los
12 años, por lo que los padres deben saberlo. El Dr. Mitchell Nutham de Barker
Laboratories en la Universidad de Drexel comentó que el estudio demostró cómo
incluso el consumo moderado de alcohol puede causar dolor patológico y que el
consumo de alcohol no es una forma recomendada de lidiar con el dolor. JQR
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