En la Biblia leemos que los habitantes de Nazaret,
hablando de Jesús, decían: «Este es el Hijo del Carpintero y su Madre es María,
es hermano de Santiago, José, Simón y Judas, y sus hermanas también viven aquí
entre nosotros». (Mt. 13, 55-56)
En otra parte de la Biblia leemos: «Un día Jesús
estaba predicando y los que estaban sentados alrededor de él le dijeron: «Tu
madre y tus hermanos están afuera y te buscan». (Mc. 3, 32)
Los que no conocen bien la Biblia sacan de estos
textos la precipitada y errónea conclusión de que María tuvo más hijos y que
por tal razón no pudo haber quedado virgen, como creen los católicos. Muchos
hermanos evangélicos hablan así, al parecer, no por amor a la verdad, sino
simplemente para desorientar a los católicos y para que la gente sencilla
abandone la verdadera fe en Cristo, en su Iglesia y en la Virgen María. En esta
carta quiero explicarles cuán equivocadas están estas personas que piensan que
Jesús tuvo más hermanos en el sentido estricto.
1) «Hermanos
y hermanas» en el sentido bíblico
Es verdad que en los evangelios se habla de «los
hermanos y hermanas de Jesús». Pero eso no quiere decir que sean hermanos de
sangre de Jesús, o hijos e hijas de la Virgen María.
Jesús, en su tiempo, hablaba el idioma arameo (que
es como un dialecto del hebreo) y en las lenguas arameas y hebreas se usaba la
misma palabra para expresar los distintos grados de parentesco cercano, como
«primo», «hermano», «tío», «sobrino», «primo segundo»... Y para indicar estos
grados de parentesco, simplemente, usaban la palabra «hermano o hermana».
Por ejemplo: Abhraham llama «hermano» a su sobrino
Lot (Gén. 13, 8 y Gén 14, 14-16)
Labán dice «hermano» a su sobrino Jacob (Gén.
29, 15).
Es decir, en la Biblia no se usan las palabras
«tío» o «sobrino», sino que a los que descienden de un mismo abuelo se les
llama hermanos.
Ahora bien, para evitar las confusiones, la Biblia
usa varios modismos. Por ejemplo: si se trataba de hermanos verdaderos, hijos
de una misma madre, se usaba la expresión: «Tu madre y los hijos de tu madre».
Esta era la única manera correcta de expresarse. En Mateo16, 17 se usa la expresión «Simón, hijo de Jonás» para decir
que el papá de Simón es Jonás. En ningún lugar del Evangelio se habla de los
hermanos de Jesús en sentido estricto, como «hijos de María». Por tanto en la
Biblia no aparece ningún hermano de Jesús según la carne.
En el Evangelio de Lucas leemos que Jesús subió a
Jerusalén junto con María y José. El niño Jesús tenía ya 12 años. Este relato
no menciona ningún hermano de Jesús en sentido estricto. Así el texto nos hace
entender que Jesús es el hijo único de María. (Lc. 2, 41-52).
Al momento de morir, Jesús confió su madre María al
apóstol Juan, hijo de Zebedeo, precisamente porque María quedaba sola, sin
hijos propios y sin esposo. Para los judíos una mujer que se quedaba sola era
signo de maldición. Por eso Jesús confía María a Juan y también Juan a María.
«Cuando Jesús vio a su madre, y de pie junto a ella
al discípulo a quien él quería mucho, Jesús dijo a su madre: «Madre, ahí tienes
a tu hijo. Luego le dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde entonces
ese discípulo la recibió en su casa» (Jn.
19, 26-27).
2) ¿Quiénes
son «estos hermanos de Jesús»?
La Biblia nombra a cuatro «hermanos» de Jesús (Mat. 13, 55-56).
En Mt. 13,
55-56 encontramos los nombres de cuatro «hermanos» de Jesús: Santiago (o
Jacobo), José, Simón y Judas.
De estos cuatro hermanos de Jesús arriba
mencionados, dos eran apóstoles: Santiago «el hermano del Señor» (Gál. 1, 19) es el apóstol Santiago «el
Menor» (Mc. 15, 40), y Judas,
«servidor de Jesucristo y hermano de Santiago».
La madre del apóstol Santiago el Menor se llama
María y esta María, madre de Santiago y José, estaba junto a la cruz de Jesús (Mc. 15, 40) y era «hermana de María la
Madre de Jesús» (Jn. 19, 25) y tía de
Jesús. Es la que el Evangelista llama María de Cleofás (Jn. 19, 25).
Comparando los textos bíblicos entre sí, está claro
que ni Santiago ni los otros tres nombrados «hermanos de Jesús» eran hijos de
la Virgen María y José, sino primos hermanos de Jesús.
Hagamos el árbol genealógico de las dos familias:
«Padre» + madre = hijo (José + María =Jesús)
Alfeo o Cleofás + María = hijos: Santiago, José,
Simón y Judas.
3) Jesús es
el hijo primogénito de María:
Otros dicen que la Biblia nombra a Jesús como el
«primogénito» o sea «el primer hijo de María» y eso es señal de que María tuvo
más hijos.
El hecho de que Jesús sea «primer hijo» no
significa que la Virgen María tuviera más hijos después de Jesús; de ninguna manera
quiere decir eso el Evangelio. «Y dio a luz a su primer hijo» (Lc. 2, 7) quiere decir que «antes de
nacer Jesús, la Virgen no había tenido otro hijo».
Y esto era muy importante para los judíos, porque
siendo Jesús el primogénito, o sea, el primer hijo, quedaba consagrado
completamente a Dios. (Ex. 13, 2). Y
es que la Ley del Señor mandaba que el primer hijo fuera consagrado u ofrecido
totalmente a Dios (Ex. 13, 12 y Ex. 34,
19). Por eso Jesús, por ser el primogénito o primer hijo ya desde su
nacimiento quedaba ofrecido y consagrado totalmente al servicio de Dios.
Esto, y no otra cosa, es lo que enseña el Evangelio
al decir que Jesús fue el «primer hijo» (Primogénito)
de la Virgen María. En ningún caso quiere decir el primero entre otros
hermanos.
4) El uso
de la palabra «hermano» en el sentido religioso
Un día preguntó Jesús a sus discípulos: «¿Quién es
mi madre y quiénes son mis hermanos? Y mirando a los que estaban en torno a él
añadió: Aquí están mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad
de Dios ese es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mt. 12, 49-50). Jesús fue el primero en utilizar la palabra
«hermano» no en sentido carnal, sino en sentido figurado.
En el Evangelio de Juan (20, 17), Jesús llama a sus discípulos y apóstoles: «mis hermanos»
y en la carta a los Hebreos (2, 11)
todos los redimidos por Cristo son «sus hermanos». Cristo es «el Primogénito de
estos hermanos» (Rom. 8, 29).
En este sentido aparece la palabra «hermano» 160
veces en las cartas apostólicas del N. T. «Hermanos pues, en este sentido, hoy
como ayer, son todos los que creen y aceptan a Jesús». Y en esto los hermanos
evangélicos son muy inconsecuentes porque en sus sermones usan a cada rato la
expresión «hermanos» en sentido figurado (todo
el mundo entiende que no se trata de hermanos carnales). Pero cuando se
trata de interpretar esta palabra en el N. T., dicen que hay que entenderla en
sentido carnal, de verdaderos hermanos según la sangre.
La Iglesia Católica, al igual que las iglesias
Evangélicas, tiene ahora también la costumbre de llamar a sus fieles «hermanos
y hermanas». ¿Significa esto que todos somos hermanos según la carne? De
ninguna manera, sino que utilizamos la palabra «hermanos» en sentido figurado.
¿Por qué, entonces, los evangélicos tienen tanto empeño en interpretar la
palabra «hermano» sólo en sentido literal para concluir que la Virgen tuvo
otros hijos? ¿No hay aquí una tergiversación o mala interpretación de textos?
¿No será que se utilizan estos textos tan sólo como un pretexto para confundir
a los católicos poco familiarizados con la Biblia?
Ojalá que estas palabras «hermano y hermana» no
sean para nosotros palabras conflictivas. Hermanos según la carne son los hijos
de unos mismos padres. Hermanos según el espíritu somos todos los seres humanos,
mayormente los que son miembros de una misma comunidad o familia religiosa.
Queridos hermanos y amigos en Cristo: Creo que
estas explicaciones bastan para aclarar el sentido bíblico de la expresión
«hermanos y hermanas de Jesús.» Que nadie los venga a molestar ahora con
discursos erróneos y a decirles que María tenía muchos hijos... Los que hablan
así son personas que no conocen bien la Biblia; es gente que interpreta la
Palabra de Dios a su propio gusto y quiere solamente sembrar dudas y mentiras.
¿No dijo el apóstol Pedro que debemos ser prudentes con nuestras
interpretaciones privadas de la Biblia? (2
Pedro 1, 20).
Y por último, queridos hermanos, yo también los
nombro con la palabra hermanos, les pido que no hagan caso de palabrerías, sino
que sean realmente capaces de vivir este gran sueño de Jesucristo que es
construir el Reino de Dios en que todos los hombres volverán a ser hermanos. PD-MJ
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