Conviene elegir cereales no
refinados para prepararlos. Además, los de masa fermentada integral son una
excelente opción por su índice glucémico bajo.
El pan es uno de los alimentos
más consumidos en todo el mundo, hecho a partir de harina de diferentes
cereales, es un producto fácil de preparar, accesible para consumir y, además,
es muy sabroso. Su buena fama se termina cuando las personas quieren llevar
adelante una dieta saludable o descender de peso, ya que uno de los primeros
pasos suele ser limitar el consumo de carbohidratos.
Si bien una dieta baja en
carbohidratos puede ser beneficiosa para algunos, las pautas nutricionales
recomiendan que del 45% al 65% de las calorías diarias provengan de los
hidratos, y que aproximadamente la mitad de ellas sean de cereales integrales.
“Cualquier tipo de pan puede
ser parte de una dieta saludable, pero hay algunos que ofrecen más nutrientes
que otros”, aseguró en diálogo con Business
Insider Jamie Gnau, instructora clínica de ciencias biomédicas en la Universidad Estatal de Missouri (EEUU).
Por ejemplo, el pan integral
contiene todas las partes del grano original, incluidos nutrientes como
vitaminas B, fibra y potasio. Esto lo convierte en una opción más nutritiva que
el pan blanco o refinado.
“Veo a muchas personas que
piensan que no deberían comer pan, lo que me entristece porque el pan es una
gran fuente de granos enteros”, explicó a CNN
Natalie Mokari, nutricionista de Charlotte,
Carolina del Norte. “Sí, es cierto: el pan puede formar parte de una dieta
equilibrada, y los carbohidratos son cruciales para la buena salud”.
Podría ser una buena idea
consumir de dos a tres porciones de granos enteros, que se pueden encontrar en
el pan, ya que pueden prevenir la diabetes tipo 2, las enfermedades
cardiovasculares y los cánceres colorrectal, pancreático y gástrico, según un
estudio de 2017. “Necesitamos carbohidratos para funcionar”, dijo Mokari. “Los
carbohidratos son el alimento del cerebro. Si te das cuenta, cada vez que no
tienes carbohidratos, te sientes realmente perezoso, puedes tener niebla
cerebral, simplemente no tienes tanta energía”.
Los tipos de pan más saludables
1. Pan integral
El pan integral hecho con el
grano original entero y no causa picos de azúcar en la sangre como lo hace el
pan blanco. Esto lo convierte en una opción mucho más saludable que el pan
blanco, que pasa por un proceso de refinación que elimina el salvado y el
germen, las dos partes del grano más ricas en nutrientes.
A diferencia del pan blanco,
que solo contiene carbohidratos, proteínas y pequeñas cantidades de vitaminas,
el pan integral contiene: vitaminas B, vitamina E, potasio, folato, hierro y
magnesio. Los granos integrales también tienen un alto contenido de fibra que
puede promover la salud digestiva, mantener estables los niveles de azúcar en
la sangre y ayudar a controlar el peso. Además, la investigación sobre los
beneficios para la salud de los cereales integrales en comparación con los refinados
muestra que consumir cereales integrales mejora la salud del corazón y la
absorción de vitaminas más que los refinados.
2. Pan de centeno
El centeno es un tipo de
cereal que se parece al trigo, pero suele ser más oscuro y denso. “Contiene
muchas de las mismas vitaminas y minerales que se encuentran en el pan
integral, como fibra, vitaminas B, hierro y ácido fólico”, aseguró Sara K.
Riehm, nutricionista de Orlando Health.
El alto contenido de fibra del centeno puede ayudar a regular los niveles de
azúcar en la sangre y disminuir la respuesta de insulina del cuerpo. También
puede hacerte sentir lleno por más tiempo, lo que puede ayudar a controlar el
peso.
3. Pan de cereales germinados
“El pan de cereales germinados
está hecho de granos integrales y legumbres que se dejan germinar antes de que
se procesen para hacer este alimento”, manifestó Riehm. El proceso de
germinación involucrado da como resultado una concentración de nutrientes
ligeramente mayor que la de las versiones integrales, aunque los tipos de
nutrientes que contienen son relativamente los mismos. “El pan de cereales
germinados también contiene menos almidón”, añadió Gnau, lo que lo hace más
fácil de digerir, particularmente para las personas sensibles a los cereales. Los
nutrientes presentes en el pan de cereales germinados incluyen: vitamina C,
folato, magnesio, hierro, zinc, fibra y proteína.
4. Pan de masa madre integral
“Al igual que los granos
germinados, el pan integral de masa fermentada tiene un contenido de nutrientes
ligeramente más alto que el integral y se digiere más fácilmente”, comentó
Gnau. El pan de masa fermentada se elabora a través de un proceso llamado
fermentación que implica el uso de levadura y bacterias para hacer que el pan
suba. La fermentación reduce la cantidad de fitatos que se unen a los
nutrientes y dificultan su absorción. Con menos fitatos, el cuerpo puede
absorber mejor los nutrientes presentes en el pan de masa madre. También tiene
un índice glucémico más bajo que otros tipos de pan. Esto significa que es menos
probable que el pan de masa fermentada cause un gran aumento de azúcar en la
sangre en comparación con otros tipos de pan, como el pan blanco.
5. Pan multicereales
El pan hecho con múltiples
tipos de cereales puede incluir trigo integral, trigo refinado, cebada, lino o
avena. Suele ser una opción más nutritiva que el pan blanco, ya que es probable
que contenga más fibra, según Riehm, pero es necesario tener en cuenta que
multicereales no significa necesariamente cereal integral. Algunos de los
cereales pueden ser refinados y estar despojados de sus nutrientes naturales,
como la fibra y las vitaminas B. Y a menudo, la composición nutricional exacta
del pan multicereales puede diferir según la marca.
Algo más que pan: Rara vez se
come pan solo, por lo que es importante pensar en la nutrición de toda la
comida. Si te preocupa el nivel de azúcar en la sangre, el pan puede formar
parte de una comida equilibrada si le agregas grasas y proteínas saludables,
según Mokari. “Los hidratos de carbono, como los del pan, pueden dar un
golpe rápido de energía que se desploma si se come solo, pero añadir proteínas
y grasas ayuda a mantener el impulso”, dijo Steph Grasso, dietista de
Washington DC. “Por ejemplo, si estás preparando el desayuno, intenta acompañar
las tostadas con huevos, palta o mantequilla de maní”, añadió Mokari.
Para el almuerzo, los
sándwiches suelen estar subvalorados por su capacidad de combinar proteínas,
productos, grasas saludables y carbohidratos.
Y si va a cenar una gran
ensalada con proteínas, puede incluir carbohidratos como un pedazo de pan para
acompañarla y aun así mantener una alimentación saludable, “se trata de un
equilibrio”, sostuvo Grasso.
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