Texto
del Evangelio (Lc 19,45-48): En
aquel tiempo, entrando Jesús en el Templo, comenzó a echar fuera a los que
vendían, diciéndoles: «Está escrito: ‘Mi casa será casa de oración’. ¡Pero
vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!». Enseñaba todos los días en el
Templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y también los notables
del pueblo buscaban matarle, pero no encontraban qué podrían hacer, porque todo
el pueblo le oía pendiente de sus labios.
Comentario del Evangelio
Hoy resulta muy oportuna esta grave advertencia de
Jesús. El aviso sigue vigente, ¡muy vigente! En bastantes zonas de la sociedad
occidental se ha debilitado el sentido de lo sagrado. Hay algunos lugares en
los que las bodas (o los funerales, o las
Primeras Comuniones) parecen más un estadio (o una sala de convenciones) antes que un templo. ¡Cuánto menos
rezamos, más hablamos!
—Cuando Jesús se disgustó en el Templo (hace 2.000 años), Él todavía no estaba
presente a través de la Eucaristía. Ahora sí. ¡Pues imagínate qué disgusto para
Él!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario