El dolor crónico puede afectar
gravemente la calidad de vida de una persona, ya sea por artritis o por una
lesión persistente en la espalda. Sin embargo, estudios recientes proponen una
solución prometedora para este problema. Los investigadores de Johns Hopkins
Medicine han descubierto un tratamiento del dolor no invasivo llamado terapia
Scrambler, que ha mostrado resultados notables al proporcionar un alivio
sustancial a alrededor del 80 al 90% de los pacientes con dolor crónico.
Los investigadores dicen que
la terapia Scrambler puede ser más eficiente que la estimulación nerviosa
eléctrica transcutánea (TENS), otro tratamiento no invasivo. Aprobada por la
FDA de EEUU en 2009, la terapia Scrambler consiste en aplicar estimulación
eléctrica a través de electrodos en la piel, apuntando a las áreas por encima y
por debajo del origen del dolor crónico. El objetivo es interceptar señales
nerviosas del área dolorosa y reemplazarlas con señales de áreas vecinas sin
dolor. Por lo tanto, esto ‘codifica’ las señales de dolor que se envían al
cerebro, explica el autor principal del estudio, Thomas Smith, M.D., profesor
de medicina paliativa de la familia Harry J Duffey en el Johns Hopkins Kimmel
Cancer Center, así como profesor asociado en la Universidad Johns Hopkins.
La terapia fue desarrollada
por el profesor Giuseppe Marineo en la década de 1980 y ganó mucha atención por
su potencial para aliviar el dolor sin el uso de medicamentos o procedimientos
invasivos.
Casi todos los tipos de dolor
crónico, incluido el dolor nervioso y neuropático, tienen un origen común, que
se remonta a dos factores clave. En primer lugar, los nervios dañados emiten
impulsos de dolor incesantes que ascienden a los centros de dolor del cerebro.
En segundo lugar, la incapacidad de las células inhibidoras para bloquear y
suprimir estos impulsos conduce a su persistencia, lo que contribuye a la
cronicidad del dolor.
En un comunicado de prensa, el
profesor Smith sugiere que bloquear los impulsos de dolor ascendentes y
fortalecer el sistema inhibitorio podría restablecer la respuesta del cerebro
al dolor crónico. Esto podría resultar en una reducción significativa en su
intensidad. La analogía utilizada es similar a presionar Control-Alt-Delete
repetidamente. Muchos pacientes han experimentado un alivio sustancial ya veces
permanente después de someterse a 3 a 12 sesiones de media hora.
Smith concluye que la terapia
Scrambler es el avance más emocionante que ha presenciado en años. Este
tratamiento no solo es efectivo sino también no invasivo, lo que conduce a una
reducción sustancial en el uso de opioides con resultados permanentes.
La terapia con TENS opera a
través de la aplicación de señales eléctricas suaves en la piel, usando pares
de electrodos colocados en los sitios de dolor. El alivio del dolor tiende a
cesar poco después de suspender los impulsos eléctricos, explica Smith. Sobre
la base de una revisión de 381 ensayos clínicos aleatorios, se concluyó que el
tratamiento con TENS no es significativamente diferente desde el punto de vista
estadístico de un tratamiento con placebo en términos de alivio del dolor. JQR
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